La "bola de nieve" de Leliq, que preocupó a analistas y candidatos, cada vez tiene un peso menor. Tras las PASO, se redujo un 55% medida en dólares y un 38% en pesos.
En los últimos 2 meses hubo una doble dinámica que ayudó a empezar a bajar la deuda del Banco Central (BCRA). Por un lado, la devaluación licuó el valor en pesos de los pasivos remunerados de la autoridad monetaria, ya que el tipo de cambio pasó de $ 45 a $ 60 en los últimos meses. Por otra parte, los bancos fueron desarmando sus posiciones en Leliq para mantenerse líquidos en tiempos de volatilidad.
Las Leliq son deuda (letras) del BCRA a una semana que los bancos compran para colocar sus fondos y obtener una tasa de interés. Para el organismo, era una forma de sacar pesos de la calle y, así, tratar de contener la inflación al controlar la base monetaria. Sin embargo, en sus últimas decisiones, el BCRA mostró un cambio de tendencia y convalidó un aumento de la cantidad de dinero.
En el punto de máximo el stock de Leliq llegó a $ 1,3 billón, mientras que hoy está en $ 750.000 millones. Medido en dólares, antes de las PASO el saldo de letras sumaba u$s 28.387 millones mientras que al tipo de cambio actual representa u$s 12.669 millones. "El salto del dólar implicó que las Leliq dejaran de ser un problema y que estabilizar a la divisa (algo un poco más urgente y preocupante) se convirtiera en el objetivo central", señaló Matías Rajnerman, de Ecolatina.
Por su parte, Amilcar Collante, de Cesur, consideró: "En última instancia, las Leliq se licuaron por las malas. Una parte de lo que se redujo el stock de pasivos remunerados del BCRA, lo terminó perdiendo por vender divisas en el mercado. A eso se sumaron los intereses que pagó, que generaron una expansión de la base monetaria. Si bien retrocede el problema del stock, esto puede generar un fogonazo inflacionario, como sucedió al desarmar Lebac".
Las Leliq son deuda del BCRA mediante la cual el organismo busca retirar pesos de la calle y controlar la inflación
El otro punto que colaboró con derretir "la bola de nieve" de Leliq, fue el propio desarme que hicieron los bancos. Ante la incertidumbre, las entidades optaron por no inmovilizar su capital por 7 días e invirtieron en otro instrumento del BCRA que paga una tasa menor aunque similar a las Leliq: los pases a 1 día.
El viernes previo a las PASO, los bancos tenían $ 5199 millones en pases pero ese stock se fue incrementando hasta sumar $ 139.239 millones al 30 de octubre. Si bien el saldo creció unos $ 139.000 millones, no alcanzó para reemplazar uno a uno los $ 534.000 millones que se perdieron en Leliq. Esa salida de los bancos continuó esta semana, cuando el BCRA les impidió usar letras como parte de sus encajes, es decir, el porcentaje de sus depósitos que tienen que inmovilizar.
Hacia adelante, los economistas no esperan un nuevo aumento del stock de pasivos remunerados. "La tasa de interés seguiría a la baja producto del endurecimiento del cepo (ya no es un aliciente para que los ahorros no se vayan al dólar) y una política monetaria menos contractiva (las comunicaciones del BCRA de esta semana dan cuenta de eso), de modo que el stock de Leliq y su pago de intereses continuaría perdiendo relevancia", cerró Rajnerman.