El mercado asume casi con certeza que el próximo gobierno no podrá hacer frente a los compromisos de deuda asumidos y que el equipo económico de Alberto Fernández deberá iniciar un proceso de reestructuración. El tamaño de la deuda, el perfil de los acreedores y la legislación emitida de dichos compromisos resulta clave para poder entender el grado de maniobra que podrá tener el Gobierno dentro del plan de reestructuración.
Durante la era Macrista, el Gobierno tomó deuda con distinta clase de acreedores, emitiendo bonos de distinta legislación y característica, buscando, en una primera instancia, financiar el déficit fiscal heredado y evitar políticas de shock. Luego, con la crisis cambiaria y pérdida de confianza de los inversores hacia Argentina, se debió recurrir al FMI para poder calmar a los mercados. El tamaño de la deuda creció considerablemente y resolver el futuro de la misma se torna entre los primeros temas que deberá afrontar el próximo gobierno.
Generalmente la deuda bajo legislación local tiende a tener un proceso de restructuración más sencillo respecto de lo que puede ocurrir con los bonos de legislación internacional.
?Con una resolución el gobierno cambia el bono y se avanza en la reestructuración. Encambio, cuando se trata de ley internacional, la misma requiere mayorías especiales y tiene otros tiempos. Siempre el proceso de reestructuración de deuda suele iniciarse por lo local y luego se avanza hacia lo internacional. Si se avanza en la ley local y se mejora el perfil de la deuda, es esperable que suban los bonos ley internacional y que el inversor pueda salir bien parado?, explicó Alejandro Terán, operador de Portfolio Investment.
Bonos según legislación
Según datos publicados por el Ministerio de Hacienda se puede categorizar a la deuda local próximo al vencimiento en base a la legislación y a los tenedores.
Cuando se analiza la deuda bruta, se observa que el 59,2% del total corresponde a legislación nacional y el 40,8% a legislación extranjera. Los vencimientos en Letes u otros títulos emitidos bajo legislación local concentran la mayor parte de los vencimientos soberanos en dólares con el sector privado en 2020.
?Hasta diciembre de 2020 la Nación de pagar deuda en dólares por u$s 19,800 millones, asumiendo rollover de entidades públicas y de organismos internacionales, con la excepción del FMI. Son u$s 16.000 millones que hay que pagar a privados (capital más intereses, incluyendo letes), u$s 2100 millones por el saldo remanente con el Club de París y u$s 1600 por los intereses del prestamos del FMI. Los vencimientos se concentran en los primeros meses (u$s 12.900 millones antes de mayo de 2020) son mayormente por instrumentos de Ley local, sean bonos o Letes?, sostuvieron los analistas de la Consultora 1816.
De esta manera, el Gobierno deberá buscar en primera instancia resolver la deuda de legislación local y así mejorar el perfil de la deuda, para luego avanzar con el FMI y con los demás acreedores de legislación internacional. Ello no implica que el proceso sea sencillo y exitoso, aunque si es esperable que sea mas rápido respecto de lo que se podría avanzar con la legislación NY y el fondo.
El 61% de la deuda bruta está concentrada en Títulos Públicos, el 10% en Letras del tesoro, 22% con organismos internacionales, 3% son adelantos transitorios, 2% con Organismos oficiales y 2% corresponde a otras deudas pendientes de reestructuración.
El sector público posee u$s 124.724 millones en deuda, lo que representa el 37,25% de la misma, en este caso el 99,3% es ley local.
Argentina, para financiar el gasto público emite todo tipo de instrumentos en diversas monedas. A lo largo de la historia se llenó de instrumentos de renta fija tanto el mercado local como el internacional, denominados principalmente en moneda local y en dólares.
Desde Rava Bursátil destacan que cuando se analizan los vencimientos que deberá enfrentar el Estado en el corto plazo, se hace muy difícil entender cómo se podrá realizar el repago en tiempo y forma y encuentra sentido la idea de un ?roll over? de la deuda o en el peor de los casos una reestructuración de la misma.
?Dolarizando todos los vencimientos, llegamos a u$s 28.932 millones en desembolsos hasta agosto 2020. Teniendo en cuenta que el PBI de Argentina al segundo trimestre de 2019 es u$s 751.809 millones, los desembolsos mencionados representan el 3,84% del PBI , y todavía no se está teniendo en cuenta el impacto de los bonos", sostuvieron desde Rava.
Por otro lado, si se analizan los montos en pesos, la base monetaria al 12 de noviembre de 2019 era de $1.461 millones y la deuda en pesos $690.815 millones, sumados a los $906.556 millones en Leliq, los desembolsos en pesos representarían el 109,30% de la base monetaria.
"De esta manera, como mínimo se duplicaría la base monetaria en caso de pagar todos los vencimientos, siempre y cuando no se modifique la demanda de dinero?, anticiparon los analistas de Rava.
La deuda con privados
Independientemente del camino que se elija para tratar de incentivar el ingreso de dólares, analistas del mercado destacan que hay un factor que se deberá tener muy en cuenta a la hora de implementar modificaciones en el esquema cambiario y que es el fuerte peso de la deuda externa privada.
?En lo que respecta a los tenedores privados, la relación entre ley local y ley extranjera es muy similar, siendo levemente superior la ley nacional. Otro dato a destacar es que son los tenedores privados son acreedores del 42% de toda la deuda bruta excluyendo la deuda elegible pendiente de reestructuración, teniendo en su poder el derecho de cobro por u$s 142.013 millones?, sostuvieron los analistas de Rava Bursátil.
Los prestamos tomados en los últimos años, junto con la devaluación sufrida por el peso argentino hizo que el ratio de deuda privada sobre PBI crezca a niveles cercanos al 18% mientras que la deuda externa privada ascienda a u$s 80.000 millones.
Los analistas de Quinquela Fondos destacaron que, según datos a junio y las estimaciones de los últimos meses, la deuda externa privada todavía se ubica por arriba de ellos u$s 80.000 millones, siendo la mayor parte correspondiente a entidades no financieras.
?El servicio de la deuda externa privada es uno de los factores, junto con el atesoramiento, de mayor demanda de divisas en los últimos meses. Mientras la demanda por atesoramiento se pudo frenar limitando las compras mensuales a u$s 200 por persona, el cumplimiento de estos compromisos por parte de las empresas privadas no es tan sencillo de regular, ya que imponerles limitaciones a esas transacciones puede derivar en un incumplimiento del normal servicio de esos compromisos?, comentaron los analistas de Quinquela Fondos.