Guido Sandleris, presidente del Banco Central
Una de las principales carencias con las que llega el Gobierno a la transición presidencial es el nivel de reservas internacionales que deja como herencia. Sobre la hora, con la ayuda del cepo cambiario y a un ritmo modesto en comparación con la pérdida de reservas en lo que va del año,el Banco Central (BCRA) ahora enfoca todos sus esfuerzos en juntar dólares para cubrir pagos de deuda. La cosecha de divisas ya cubre el 90% de los vencimientos en dólares con el sector privado que deberá pagar el Tesoro de acá a fin de año. Y aunque cumple con el pedido de Alberto Fernández de ?cuidar las reservas?, tiene sus costosen materia de recaudación de retenciones a las exportaciones en su primer año de Gobierno.
Las reservas internacionales del BCRA tienen tres grandes usos. Uno, el de servir como respaldo de los depósitos en dólares del sistema financiero. Dos, como poder de fuego para intervenir en el mercado y evitar subas abruptas del dólar con ventas de divisas. Y el tercero, con el mercado totalmente cerrado para el Tesoro, cubrir vencimientos de deuda.
Los pagos de deuda siguen siendo un elemento que aporta al goteo de las pocas divisas en manos de la entidad conducida por Guido Sandleris.
El primero de estos usos está a toda marcha. Desde que los sorpresivos resultados de las primarias de agosto pasado asustaran a los ahorristas, las reservas sirvieron para dar liquidez al sistema y permitir a los bancos responder por salidas de casi USD 14.000 millones, el 43% de lo que el sector privado tenía en cuentas bancarias al 9 de agosto.
El segundo, proteger el valor del peso, dejó de ser un factor desde que el 28 de octubre se reforzó el cepo cambiario hasta el punto de limitar a sólo USD 200 mensuales las compras para atesoramiento por parte de personas físicas.
Pero los pagos de deuda, que salen de cuentas en dólares del Tesoro Nacional encajadas en el BCRA o de compras de divisas que hace el fisco para cubrir esos vencimientos, siguen siendo un elemento que aporta al goteo de las pocas divisas en manos de la entidad conducida por Guido Sandleris.
Según una estimación de Eco Go que se enfoca solamente en vencimientos de capital e intereses de letras y bonos en manos de tenedores privados, los pagos más difíciles de manejar, en noviembre y diciembre vencen USD 2354 millones.