Bancos y otras entidades autorizadas a operar en cambios encontraron una manera de eludir las trabas que rigen desde septiembre para obtener un mejor precio por los dólares que reciben del pago de vencimientos de deuda del Tesoro y, así, suman oferta a las cotizaciones paralelas del dólar. La estrategia es uno de los elementos que está detrás de la tranquilidad que se vive en el mercado paralelo, donde el dólar libre se mantiene a no más de 10% de la cotización oficial, y de la pronunciada baja que sufrió en el mes el dólar contado con liquidación, que se opera a través de bonos y acciones.
Las reservas internacionales están bajo presión y todas las señales indican que en el futuro, a falta de otras vías de financiamiento, el Banco Central emitirá más pesos para ayudar al Tesoro a cerrar sus cuentas. Sin embargo, a pesar de que el mercado prevé que haya menos dólares y más pesos en contexto de controles de cambio, las cotizaciones paralelas del dólar no se disparan.
El dólar libre tuvo un pequeño repunte ayer que lo llevó a $69,25, pero la brecha con el oficial se mantiene en torno al 10%, mientras que el dólar contado con liquidación ya perdió casi $10 desde máximos del mes a contramano incluso de la depreciación de las monedas de la región, para quedar el miércoles en $73,05.
Así, se da una curiosa situación en la que el dólar mayorista avanza 0,5% en lo que va del mes, mientras que la alternativa a esa cotización -el contado con liquidación- se cae más de 8% en el mismo período.
En las mesas de la City hablan de factores estructurales y puntuales que pueden ayudar a explicar esto. Entre las estructurales, señalan una cierta sobredolarización previa a las elecciones del 27 de octubre. Después del salto del 23% que sufrió el dólar el día siguiente a las primarias de agosto (PASO), muchas empresas y particulares prefirieron cubrirse antes de la nueva visita a las urnas (eso se vio claro en el dólar libre, que cayó $5 desde las elecciones).
Y entre las puntuales, mencionan que los bancos encontraron una forma de hacer rendir más los pagos de deuda que perciben.
El dólar mayorista avanza 0,5% en lo que va del mes, mientras que la alternativa a esa cotización -el contado con liquidación- se cae más de 8% en el mismo período.
Por un lado, hubo un proceso de dolarización muy fuerte, que se aceleró post-PASO, hasta la aplicación del cepo. Hay personas que se dolarizaron y ahora están desarmando parte de lo que habían armado, dijeron en off the record economistas de un banco local. Y por otro lado, hubo pagos de cupones de bonos del Tesoro, y alguno puede estar vendiendo esos dólares que cobró. El contado con liquidación no es un mercado profundo y como tiene un poco más de oferta, está bajando, agregaron.
Hoy el Tesoro paga una de las Letes que tuvo que reperfilar en agosto, y parte de esa emisión está en manos de bancos y otras entidades autorizadas a operar en cambios. Según cuentan operadores, a las entidades financieras no les convenía esperar hasta el pago con la letra en cartera porque una vez que tienen las divisas en la mano, el único destino que pueden darle es el mercado formal, donde les pagan $59,77 por unidad, cuando el contado con liquidación se paga $73,05 por dólar.
Las trabas cambiarias impuestas desde el 1° de septiembre les impiden a los bancos -de hecho a todos los agentes de cambio, como casas de cambio y sociedades de bolsa que operan en el mercado cambiario- operar el dólar contado con liquidación. Para hacerlo, necesitarían poder comprar bonos con dólares y revenderlos a cambio de pesos, algo que ya no se les permite. De esa manera, dada la diferencia entre la cotización en dólares y pesos de un mismo bono, se obtiene ese dólar alternativo.
Lo que hicieron algunas entidades financieras fue vender esas Letes a cambio de pesos en el mercado secundario, y dejar que los compradores cobren el vencimiento. De esa manera, obtienen más pesos por dólar.
A bancos y otras entidades reguladas no les conviene cobrar los vencimientos de letras y bonos, sino vender esos papeles a cambio de pesos. Así, perciben un tipo de cambio más alto.
Los bancos que tienen esa Letes en dólares pueden estar tratando de no cobrar el cupón, sacársela de encima contra pesos como para no cobrar los dólares oficiales y cobrar contado con liquidación, dijo un operador de un banco que prefirió no ser identificado. Por otro lado evidentemente hay muchos inversores institucionales con muchos bonos en dólares encima, lo que le pone una oferta ilimitada de dólares en contado con liquidación, porque en lugar de venderlo contra dólares lo venden contra pesos para hacerse de la brecha, agregó.
Este proceso, hace que haya más oferta de dólares en el mercado de contado con liquidación. Pero también más demanda en el mercado oficial mayorista.
La oferta de dólares en el paralelo la generan quienes le compran las Letes y otros papeles por vencer a los bancos. Porque cobran el vencimiento, tienen dólares en la mano y pueden salir a venderlos sin trabas. La demanda en el mercado formal surge de los propios bancos, que tienen acceso ilimitado al mercado cambiario mayorista oficial (al menos hasta alcanzar un tope a las tenencias en dólares que pueden tener, y que es del 5% de su patrimonio) y usan los pesos que obtuvieron por las Letes para comprar divisas. Venden dólares a $73 y los compran a $59.
Con todo, al hacer esta maniobra las entidades se exponen a un cierto riesgo. Los activos que operan pueden variar de precio en el proceso y hacer que la ganancia desaparezca. Pero, incluso, hay una vía para hacer desaparecer a ese riesgo.
Los bancos locales que tienen filiales en el exterior o extranjeros con sus casas matrices afuera pueden hacer la operación con ellos mismos, le venden la Letes a su pata offshore y con los pesos que obtienen le compran un bono, por ejemplo el Bonar 2024 (uno de los más usados para contado con liquidación), dijo un trader de un tercer banco. Eso te permite vender los dólares a dólares al contado con liquidación y comprarlos spot, por eso es que el mayorista se puso más picante esta semana, concluyó.
Fuentes del Banco Central dijeron a Infobae que la operatoria -aunque posible- es marginal, ya que la mayor parte de las Letes no están en manos de entidades bancarias, sino de otros inversores institucionales y particulares (que no tienen las mismas trabas para operar).