A más de una hora de arrancado el mercado de cambios, no se había pactado ninguna operaciónes para el dólar. El primer negocio se fijó a la baja, finalmente, una hora y media después de la apertura.
En esa línea se mantuvo durante lo que va de a rueda: a la baja. El Banco Central (BCRA) dijo presente del lado de la oferta y, con una ficha de u$s 50 millones, pero sin vender un solo dólar, marcó la cancha.
Los inversores que pueden comprar, aquellos que tienen autorización en pleno cepo, se corrieron y a medida que avanzaba la rueda, el tipo de cambio cedía.
El dólar mayorista se operaba, a poco del cierre, en en $ 59,92, por debajo del valor de cierre de ayer, de $ 59,97, y el mínimo del día.
El billete, en tanto, se mantenía sin cambios en el Banco Nación, a $ 62,25 para la venta. A su vez, el precio promedio del dólar minorista no sufría modificaciones, seguía a $ 62,93.
Por su parte, el dólar blue valía $ 68, 25 centavos menos que en la víspera.En sintonía, el contado con liqui abandonó los avances y se inclinó a la baja: se operaba a $ 74,72, un 0,6% negativo.
Desde ayer la autoridad monetaria muestra otra estrategia: pasó de compar a vender. Sin embargo, no fue una elección; a diferencia de las ruedas de las últimas semanas, el dólar se disparaba, por lo que era momento de actuar.
La intención oficial es que el precio mayorista no quiebre la barrera psicológica de los $ 60, por eso se planta del lado de la oferta con una ficha que, aunque es chica, alcanza para dirigir un mercado muy reducido.
Con ayuda del cepo recargado y de las manos amigas, es decir, de la banca púbica, el BCRA llevaba comprados más de u$s 2000 millones de las elecciones presidenciales, pero luego debió despresenderse de parte de esos dólares para contener el precio, aunque en este caso, la intervención la hizo de forma directa, sin intermediarios.
Frente a la región, el comportamiento del peso no desentona, las monedas latinoamericanas apenas se mueven contra el dólar. Las excepciones son, por un lado el peso chileno, que cede 0,16%, y por el otro, el real brasileño, que se aprecia un 0,43%. Ambos países tienen motivos para mostrar reacciones más bruscas: sus monedas vienen de sufrir mayor volatilidad y se reacomodan.
Por otra parte, en la primera subasta de Leliq se adjudicaron $ 170.468 millones a una tasa promedio de 63%.
