Miguel Pesce será nombrado como nuevo presidente del Banco Central en los próximos días
Tras la reunión de transición celebrada ayer entre Guido Sandleris y Miguel Pesce, la nueva conducción del Banco Central se encuentra a la espera de la formalización de algunas designaciones en el Directorio, que podrían producirse en los próximos días.
Según pudo saber Infobae, las nuevas autoridades no tienen en carpeta medidas de urgencia o de coyuntura para controlar al mercado en las primeras horas del gobierno de Alberto Fernández. El régimen cambiario actual no tendrá modificaciones en lo inmediato, por lo que tanto las personas como las empresas seguirán con los USD 200 dólares mensualescomo tope para atesorar en moneda extranjera.
La primera medida que aparece en el radar es una baja de tasas de interés. Fuentes con cercanía a estas decisiones aseguran que la baja no será drástica, tal como se especulaba en algunos sectores, y que hubo bancos que en el marco de esa especulación redujeron en exceso la tasa de plazos fijos que pagan a los ahorristas.
Esta decisión estará ligada a la conformación del Consejo Económico y Social que anunció el nuevo gobierno, con medidas destinadas a impulsar la actividad económica, dentro de las cuales se incluirá el fomento al crédito productivo. Aún no está determinado si ese fomento será un sistema de tasas subsidiadas o se optará por otros mecanismos.
Para poner en marcha estas medidas, el nuevo BCRA espera que durante esta semana pueda conformarse la primera reunión del Comité de Política Monetaria (Copom) de la nueva era, así como también las designaciones para conformar el Directorio.
Se espera que en las próximas horas sea publicado el decreto de designación de Miguel Pesce como presidente de la autoridad monetaria. En el mercado también se habla de Arnaldo Bocco como un firme candidato a integrar el directorio, cargo que ya desempeñó en el pasado.
Para poder sesionar, el Directorio del BCRA requiere contar con cinco integrantes. Hoy cuenta con solamente tres (Francisco Gismondi, Enrique Szewach y Fabián Zampone), cuya salida de la entidad se descuenta pero que aún no han renunciado para facilitar la transición entre ambas gestiones.
En el Boletín Oficial de hoy se registró la aceptación de las renuncias de Sandleris y sus dos vicepresidentes, Gustavo Cañonero y Verónica Rappoport.
El nuevo BCRA busca salir del esquema de corto plazo
La gestión de Miguel Pesce al frente del Banco Central ( BCRA) dio comienzo informalmente ayer. Se presentó en Reconquista 266 para supervisar la actividad de la mesa de operaciones de la entidad y tomar contacto con la "línea", aunque no está formalizada aún su designación, lo que está previsto para las próximas horas.
Según pudo reconstruir LA NACION, su objetivo fue que el cambio de administración no genere intranquilidades, por lo que definió que el BCRA seguirá operando en el mercado en los próximos días como lo venía haciendo hasta ayer, al menos hasta que se formalicen las designaciones de quienes lo acompañarán en el directorio y se pueda dar nueva forma al Comité de Política Monetaria (Copom) que tendrá a su cargo entregar las primeras definiciones de la gestión Pesce.
Ese cuerpo, encargado de definir el nivel de tasa y los lineamientos básicos de la política monetaria, quedó desmembrado al quedar formalizadas ayer las renuncias de su antecesor, Guido Sandleris, y sus dos vicepresidentes, Gustavo Cañonero y Verónica Rappoport, que eran parte de ese comité, del que también participan hasta aquí el director Enrique Szewach y el subgerente general de Investigaciones Económicas, Mauro Alessandro.
Por lo pronto, lo que Pesce confirmó a la línea es que las restricciones cambiarias impuestas y reforzadas desde hace unos meses no sufrirán modificaciones en lo inmediato, ya que la instrucción recibida del presidente Alberto Fernández fue "cuidar las reservas". En todo caso, podrán plantearse modificaciones aunque leves en adelante luego de que el país cierre la reestructuración de deuda y tenga en claro su nueva agenda de compromisos al respecto. También adelantó que impulsará una baja de tasas, porque "están en niveles que bien medidos significan el 80% anual y asfixian la actividad", pero aclaró que será un proceso gradual y buscando cuidar además a los que ahorran en pesos.
El economista considera que el BCRA ya no cuenta con herramientas que le permitan bajar la "inercia inflacionaria" que legaron las sucesivas corridas contra el peso y confía en que el acuerdo económico y social que planteó como eje el presidente Alberto Fernández cargue con el grueso de esa tarea. "Solo una vez que salgamos de esa inercia los instrumentos de política monetaria (el manejo de la tasa de interés o el control de los agregados) van a recuperar alguna efectividad que, sabemos, nunca es inmediata", señaló en la entidad. Allí también dejó entrever que, llegado el tiempo de esterilizar la expansión monetaria de fin de año, buscará algún instrumento que sea a un plazo mayor que el de las letras de liquidez (Leliq).