Buenos Aires: riesgo de default y arrastre a otras variables
Las dudas sobre la capacidad de pago de la provincia de Buenos Aires encendieron las alarmas más allá de La Plata. Inversores en Wall Street, abogados locales, otros gobernadores y la Casa Rosada siguen de cerca la evolución de una negociación que, aunque acotada en su volumen de dinero, abre interrogantes y desafíos para los compromisos pendientes de la Nación y las principales variables macroeconómicas.
Las dudas sobre la capacidad de pago de la provincia de Buenos Aires encendieron las alarmas más allá de La Plata. Inversores en Wall Street, abogados locales, otros gobernadores y la Casa Rosada siguen de cerca la evolución de una negociación que, aunque acotada en su volumen de dinero, abre interrogantes y desafíos para los compromisos pendientes de la Nación y las principales variables macroeconómicas.
Vencimientos por US$2705 millones en 2020, y US$725 concentrados en enero, vuelven imposible el horizonte de pagos para la provincia. El gobernador Axel Kicillof oficializó que la provincia pedirá a los tenedores del bono BP21 estirar el pago de capital hasta el 1 de mayo -sí propone pagar intereses-. Busca conseguir más tiempo para renegociar la deuda y evitar el default provincial, en un delicado juego de ajedrez donde influyen las finanzas provinciales, los intereses de inversores y el rol del Tesoro nacional.
"Tenemos voluntad de honrar esos compromisos, pero en este momento no hay capacidad para hacerlo", afirmó el ministro de Economía provincial Pablo López.
Si bien el gobierno nacional podría girar fondos para cubrir el compromiso, eso podría generar pedidos de otros gobernadores. Pero un "salvataje financiero", recientemente negado por Martín Guzmán y Alberto Fernández, restaría fuerza a cualquier propuesta de renegociación de deuda. "Si empezás a pagar a todas las provincias y todos los vencimientos que tenés, quien está por entrar o está dispuesto a renegociar no va a querer hacerlo, porque esperará que le paguen. El rescate de la Nación no es la mejor opción", explica Lucía Pezzarini, economista senior de Elypsis.
"Claramente es imposible negociar si está la posibilidad de la ayuda del Tesoro. Para que haya negociación, tiene que estar presente la amenaza de default, y si está vigente la esperanza del salvataje, no hay amenaza", coincide Federico Furiase, director del estudio Eco Go.
Ante ese escenario, las opciones se limitan a renegociar o el default, una suerte de globo de ensayo de lo que podría darse a mayor escala con la deuda nacional. "Kicillof quiere mostrarse como el más duro, pero es una apuesta demasiado riesgosa", afirma Gabriel Caamaño, titular de la Consultora Ledesma.
Mientras la provincia ya convocó a los acreedores, éstos también movieron sus piezas, y contrataron abogados en el exterior y en el país. Se trata de los estudios Arnold & Porter en el ámbito internacional y el estudio Bruchou Madero & Lombardi como asesores locales, según consignó la agencia Bloomberg.
Los economistas descartan que un default provincial arrastre a otros distritos, aunque advierten por el impacto sobre el resto de las variables o el proceso de renegociación de la deuda a nivel nacional.
"El impacto directo sería por contagio a bonos soberanos y paridades más bajas. En un escenario donde la Nación tiene que renegociar, podría arriesgar la entrada de holdouts y complicar ese proceso", apunta Furiase, en referencia a una dinámica que podría generar una suba en el riesgo país, que se mantiene en alrededor de 1800 puntos. Un eventual aumento del riesgo tendría su efecto en un crecimiento en la brecha cambiaria entre la cotización oficial y los dólares paralelos. "Eso sería un riesgo que tendría el gobierno nacional", concluye el economista.