La oferta pública inicial (OPI) de acciones de Uber en la bolsa será una de las más grandes en la historia de la industria tecnológica. También es una de las pruebas más grandes hasta ahora del apetito de los inversionistas por los Unicornios ?empresas privadas valuadas por encima de los mil millones de dólares? en el mercado público, aun cuando están perdiendo dinero y parte de los intentos de la empresa por demostrar que ha evolucionado más allá de su cultura de hombres, mayormente blancos y estadounidenses ubicados en Silicon Valley, que emprenden negocios tecnológicos.
Este año les ha ido bien a las empresas que han hecho una oferta pública inicial. Zoom Video Communications ha aumentado valor en más del doble desde su oferta pública inicial, el valor de PagerDuty ha aumentado un 90 por ciento y Pinterest ha ganado alrededor de un 60 por ciento.
Sin embargo, todavía hay que ver qué sucede con el efecto Lyft, la empresa rival de Uber cuyas acciones han caído alrededor del 20 por ciento desde su oferta pública inicial. En dicho caso, la principal preocupación de los inversionistas es si una empresa que perdió alrededor de mil millones de dólares el año pasado puede ser rentable.
A continuación, te ofrecemos una chuleta o acordeón para entender la oferta.
Se espera que se valúe entre 80.000 millones y 91.000 millones de dólares, considerando opciones para compra de acciones y acciones restringidas. Esta cifra es superior a la valuación de 76.000 millones de dólares que le dieron los inversionistas privados en agosto y eclipsa a su rival Lyft, cuyas acciones salieron a la venta el mes pasado con una valuación de más de 24.000 millones de dólares.
Uber planea vender 207 millones de acciones, incluyendo las acciones adicionales asignadas a los colocadores o garantes, a un precio entre 44 y 50 dólares por acción. En el nivel más alto de ese rango, la empresa podría recaudar 9000 millones de dólares.
Solo otras dos ofertas públicas iniciales en Estados Unidos han sido más valiosas. Alibaba recaudó 25.000 millones de dólares en 2014 a un valor de 167.000 millones de dólares, según Dealogic. Y Facebook vendió 16.000 millones de dólares en acciones en 2012, lo que dio una valoración a la empresa de 104.000 millones de dólares.
Uber ha dejado a un lado algunas acciones. Tiene un tres por ciento disponible para que sus conductores las compren al precio de la oferta pública inicial. Además, PayPal comprará acciones por un valor de 500 millones de dólares en una colocación privada al precio de oferta de venta inicial tras el cierre de la oferta esta semana.
Uber, al igual que Lyft, es muy poco rentable y no se espera que tenga ganancias en el futuro próximo.
Los servicios de transporte que conectan a pasajeros y conductores a través de una aplicación habilitada en línea son inherentemente caros porque las empresas gastan mucho dinero en subsidios para atraer a conductores y pasajeros. Uber está gastando mucho efectivo para combatir con rivales feroces tanto en Estados Unidos como en el extranjero.
La empresa también está invirtiendo fuertemente para diversificarse, como con la entrega de comida, los patinetes eléctricos, los servicios de mensajería y los vehículos autónomos.
El crecimiento de los ingresos se ha lentificado. En 2018, sus ganancias aumentaron un 42 por ciento hasta llegar a 11.300 millones de dólares en comparación con un año antes. Sin embargo, en 2017 los ingresos habían aumentado en más del doble en comparación con 2016.
Además, el gasto continúa aumentando y alcanzó los 14.300 millones de dólares el año pasado, lo cual significa un aumento del 19 por ciento desde 2017.
Su negocio de servicios de transporte que conecta a pasajeros y conductores a través de una aplicación habilitada en línea se expande, pero también comienza a nivelarse.
Ahora opera en más de 63 países y 700 ciudades alrededor del mundo y realiza más de quince millones de viajes al día.
Uber tuvo 91 millones de usuarios mensuales en 2018, un aumento del 34 por ciento en comparación con el año anterior. Esto indica que el crecimiento se ha lentificado, pues su número de usuarios mensuales aumentó un 51 por ciento en 2017.
Un punto positivo: Uber Eats, cuyos ingresos casi se triplicaron al pasar de 587 millones de dólares en 2017 a 1500 millones de dólares en 2018.
Garrett Camp y Travis Kalanick se subieron a la ola de la innovación de la tecnología móvil posterior a la introducción del iPhone, de Apple, en 2007 y fundaron Uber en 2009.
Camp se inspiró en las dificultades que enfrentaba cuando intentaba tomar un taxi en San Francisco. Después involucró a su amigo Kalanick para que dirigiera la empresa.
El servicio, llamado en un inicio UberCab, comenzó como la oferta de automóviles negros sobre pedido para clientes adinerados.
La empresa se expandió rápidamente e ingresó a una gran cantidad de ciudades sin considerar mucho las leyes locales, lo cual ocasionó tensiones con las empresas de taxis, los legisladores y los reguladores.
Uber dio un traspié tremendo en 2017 cuando una serie de escándalos éticos y jurídicos resultó en un golpe administrativo y la salida de Kalanick.
Ahora la empresa continúa lidiando con investigaciones del Departamento de Justicia y agencias gubernamentales extranjeras por sus prácticas comerciales pasadas.
No obstante, Dara Khosrowshahi ha hecho grandes cambios desde que asumió la dirección ejecutiva en 2017.
La sacudida gerencial y cultural ha intentado mejorar la imagen de Uber, que estaba hecha trizas.
Khosrowshahi disminuyó las partes poco rentables de la empresa.
La empresa se ha expandido más allá del servicio de transporte de pasajeros para incluir los patinetes eléctricos, la renta de bicicletas, la entrega de comida y el servicio de mensajería, mientras invierte también en tecnologías como los vehículos autónomos.
Los empleados. Uber etiqueta a sus conductores como contratistas, no como empleados, lo cual la exenta de pagar un salario mínimo o contribuciones de seguridad social, entre otras cosas. Más de sesenta mil conductores han presentado o planean presentar una demanda de arbitraje para cambiar esa situación, lo cual podría costarle miles de millones de dólares a Uber.
Los vehículos autónomos. Los taxis robotizados son fundamentales para la rentabilidad de Uber: permitirán que los vehículos ofrezcan viajes las veinticuatro horas del día y los siete días de la semana sin conductores humanos que compartan los ingresos. No obstante, si competidores como Waymo adoptan primero esta tecnología, causarían estragos en Uber.
Regulación. Es 2019 y las autoridades están tras las empresas tecnológicas, ya sea mediante bloqueos directos al servicio de taxis de Uber o normas de privacidad que dificultan su capacidad de innovar.
La empresa misma. Durante varios años, Uber fue tal vez el mayor villano tecnológico: ignoró los reglamentos, había una discriminación rampante en el lugar de trabajo y se le acusó de robar propiedad intelectual, entre otras cosas. Todavía preocupa que sus soluciones culturales y de liderazgo quizá no logren solucionar sus problemas persistentes de relaciones públicas.
Y, bueno, ¿qué hay de los restaurantes y las empresas de entrega de comida a domicilio? La diversificación de Uber significa que tiene rivales en todas partes. Los restaurantes se roban a los clientes de su servicio de entrega de comida y empresas como DHL compiten con su servicio de mensajería. Aun así, es posible añadir a su lista de competidores empresas de transporte privado de pasajeros, servicios de renta de bicicletas y monopatines, servicios de entrega de alimentos y mensajería, fabricantes de vehículos y más.
Los que más ganarán cuando Uber comience a cotizar en la bolsa serán sus fundadores y sus primeros inversionistas, quienes son propietarios de una gran cantidad de acciones:
Kalanick, cuya participación valdrá la enorme suma de 5900 millones de dólares en el nivel más alto de las acciones. Kalanick va a vender acciones por un valor de 187 millones de dólares en la oferta (vendió casi una tercera parte de sus acciones a SoftBank por alrededor de 1400 millones de dólares hace poco más de un año).
Camp, el otro cofundador de Uber, posee 4100 millones de dólares de acciones de Uber y va a vender 156 millones de dólares de su participación.
SoftBank, el principal accionista de Uber, posee una participación del 16,3 por ciento en la empresa. A un precio de 50 dólares por acción, el valor total es de 11.100 millones de dólares. SoftBank va a vender 272 millones de dólares en acciones en la oferta pública inicial.
Benchmark es el segundo inversionista más importante de Uber. Su participación podría estar valuada hasta en 7500 millones de dólares. (Vendió alrededor de 900 millones de dólares en acciones, o cerca de un 15 por ciento de sus participaciones, a SoftBank al mismo tiempo que Kalanick).
El Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudita tiene una participación que podría valorarse en 3600 millones de dólares, y Alphabet tiene acciones por un valor casi igual.
La transformación de Uber de una empresa privada dirigida por su fundador a una empresa que cotiza en la bolsa comenzó en 2017 después de que Kalanick dejó de ser director ejecutivo. Eso significa que su liderazgo de alto nivel es relativamente nuevo y posee poco de la empresa (la participación de Khosrowshahi podría tener un valor de apenas 9,8 millones de dólares).
Así que Uber ofreció bonos relacionados con la OPI para incentivar a sus altos ejecutivos. La propuesta de la oferta pública inicial de la empresa explicaba que Khosrowshahi y al menos cuatro ejecutivos recibirían premios en acciones que adquirirían si la OPI valoraba a Uber en 120.000 millones de dólares, incluyendo acciones restringidas y de opción de compra, y se mantuviera esa valuación durante noventa días.
Ahora eso parece poco probable. Pero no se sientan mal por ellos:
Khosrowshahi recibió alrededor de 45,3 millones de dólares en remuneraciones el año pasado.
Barney Harford, director de Operaciones de Uber, tenía un paquete remunerativo de 47,6 millones de dólares.
Nelson Chai, quien se unió a Uber en septiembre como su director financiero, recibió una remuneración de 28 millones de dólares.
Una propuesta de oferta pública inicial suele incluir una carta de los líderes de la empresa, en la que dan a conocer su visión de los principios morales que rigen a la empresa y cómo esta cambiará al mundo. Khosrowshahi no desaprovechó la oportunidad:
"Lo que comenzó como un 'Presiona aquí para que alguien pase por ti' se ha convertido en algo mucho más profundo: vehículos y viajes compartidos; entrega de alimentos y mercancías; bicis y patinetes eléctricos, y vehículos autónomos y aviación urbana".
Pero sí reconoció los traspiés de Uber:
"Claro que en el trayecto del punto A al B no lo hicimos todo bien. Algunos de los atributos que hicieron a Uber una empresa emergente tremendamente exitosa (un feroz sentido de emprendimiento, nuestra disposición a tomar riesgos que otros no tomarían y ese famoso Uber Hustle) nos ocasionaron tropiezos en el camino. De hecho, cuando me convertí en director ejecutivo de Uber, muchos me preguntaron por qué dejaba la estabilidad de mi empleo anterior por uno que era todo menos eso. Mi respuesta fue sencilla: Uber es una empresa única en su generación y la oportunidad que ofrece es enorme".
* Copyright: 2019 The New York Times News Service