Alta inflación de marzo (3,3%): se disparó antes de la irrupción del Covid-19 y la cuarentena
Los aumentos fueron fuertes en las primeras semanas del mes. Alimentos y Educación (alza en cuotas de colegios privados, útiles escolares) por el inicio de clases dieron el empuje.
Compradores en el Mercado Central de la ciudad de Mendoza, el pasado 30 de marzo. Frutas y verduras fueron productos que empujaron la inflación de marzo, que trepó a 3,3% en el mes. Foto Orlando Pelichotti / Los Andes
En gran parte los aumentos de precios de marzo se produjeron en las primeras semanas del mes, antes del día 20 cuando comenzó la cuarentena.
Luego volvieron a subir aprovechando los comercios el fuerte aumento de la demanda de los alimentos por las precauciones y la incertidumbre generada por el coronavirus.
Y por la menor oferta de frutas y verduras “por ciertas complicaciones a la hora de conseguir los permisos para circular, tanto para el transporte como para el comercio, en una actividad con un fuerte grado de informalidad”, como señala la consultora ACM.
Fuerte salto de 3,3% de la inflación en marzo, impulsada por los alimentos y el inicio de clases
En el caso del rubro Educación (+ 17,5%) desde el arranque del mes se aplicaron aumentos de los útiles escolares y las cuotas de los colegios privados o en Salud por el alza de los precios de los medicamentos.
O en Comunicaciones “al impactar principalmente las subas en los abonos del servicio de telefonía móvil y de conexión a internet domiciliaria y en el servicio de telefonía fija”, según relevó la Dirección de Estadística porteña. Tampoco los alimentos se quedaron atrás, en especial la carne vacuna y el pollo.
Aun así, la inflación de marzo no fue mayor porque las tarifas de los servicios públicos (gas, electricidad y combustibles) continuaron congelados y, a partir del 20, muchos precios no tuvieron cambios sencillamente porque, por la cuarentena, muchísimas actividades quedaron suspendidas. Otro factor fue que el dólar oficial, que se aplica para los insumos y productos importados, tuvo un alza del 3,6% en línea con la inflación interna.
A partir de la cuarentena el comportamiento de los precios de los alimentos y medicamentos siguieron subiendo por la demanda extra de esos productos esenciales. Otros, como cine, teatro y espectáculos o el turismo doméstico siguen sin actividad y “sin precios”. Y por ahora no hay cambios en las congeladas tarifas de servicios públicos.
Por otro lado, la suba del dólar oficial continuó al mismo ritmo en la primera mitad de abril con un incremento del 1,8%, pero se espera que el Banco Central acelere los aumentos del tipo de cambio oficial para acompañar en parte la devaluación de las monedas de la región (en especial el real brasileño).
Otro factor, en medio de un super-cepo a la compra de moneda extranjera, son los “dólares alternativos”, una referencia a la hora de fijar precios y rentabilidades, que tuvieron aumentos muy superiores
Todo esto en un contexto de mayor emisión de pesos, mayores “adelantos transitorios” del Banco Central al Gobierno, fuerte suba del déficit fiscal y mayores tensiones financieras por la esperada oferta oficial de reestructuración de la deuda en curso.
Hacia adelante, la inflación continuará en niveles elevados (40-50% anual) y su aceleración o desaceleración dependerá de la evolución de la pandemia y la cuarentena y del manejo de tantas variables financieras, cambiarias y productivas que cualquier pronóstico tiene un “final abierto”.