Deuda. La visión de los economistas sobre los detalles que el Gobierno no mostró
Después del anuncio, faltan los detalles. Una quita de US$41.500 millones, entre reducción de intereses (US$37.900 millones) y capital (US$3600 millones) fue el concepto general de la propuesta de canje anunciada ayer por el ministro de Economía Martín Guzmán, junto al presidente Alberto Fernández y los gobernadores en Olivos. En ese marco, sin embargo, los acreedores y el mercado espera aún la letra chica. La aplicación de la propuesta en cada bono, los plazos de amortización y la quita que se propondrá en cada caso aparecen como las cuestiones pendientes.
Después del anuncio, faltan los detalles. Una quita de US$41.500 millones, entre reducción de intereses (US$37.900 millones) y capital (US$3600 millones) fue el concepto general de la propuesta de canje anunciada ayer por el ministro de Economía Martín Guzmán, junto al presidente Alberto Fernández y los gobernadores en Olivos. En ese marco, sin embargo, los acreedores y el mercado espera aún la letra chica. La aplicación de la propuesta en cada bono, los plazos de amortización y la quita que se propondrá en cada caso aparecen como las cuestiones pendientes.
"No se dieron detalles porque aún no está el ok final de la SEC (Securities and Exchange Comission), el regulador estadounidense ante el cual se llevó la propuesta. Falta esa luz verde", dice Miguel Zielonka, director asociado de Econviews.
" Falta mucho todavía. No se conoció la estructura de amortización de los nuevos bonos, que se presume que van a ser de largo plazo. En ese sentido, no es lo mismo cobrar el capital recién en 20 años que hacerlo en cuotas desde antes. Porque el dinero tiene un valor tiempo, y no es lo mismo un dólar hoy que otro en 10 años y otro en 20", ilustra el economista.
Por su parte, Gabriel Caamaño, director de Consultora Ledesma, dice que los acreedores esperan el detalle particular que se aplicará a cada instrumento en cuanto a montos y plazos. "Ayer se dio una idea general, pero faltan conocer un montón de cosas. No se dijo cuál va a ser el menú de bonos. Se habló de la tasa de interés, pero no quedó claro cuándo se empieza a pagar el capital", dijo el economista.
A su vez, se refirió al horizonte de tiempo que se aplicará en la renegociación. Guzmán únicamente detalló que la propuesta incluye tres años de gracia, para luego comenzar el pago de intereses, que arrancaría en el 0,5% en 2023 para crecer anualmente 0,5 puntos porcentuales. En promedio, el interés será del 2,3%.
"Es una tasa promedio. ¿Va a ser igual para todos? No queda claro cuándo se empieza a pagar el capital y si hay más quita a unos que a otros. Si se va a seguir un esquema igual a los intereses", dice el economista.
Con respecto al horizonte de mediano plazo, Caamaño plantea que ahora se inicia una "negociación" que podrá derivar en cambios en la propuesta final para su aceptación. Según confirmó ayer Guzmán, los acreedores ya rechazaron la oferta en los términos anunciados ayer, aunque el plazo para adherir a la reestructuración se extenderá por 30 días.
"El Gobierno planteó que esta es la única oferta que hará, pero no creo que sea necesariamente así. Lo lógico es que haya una negociación. Tuvieron rechazo de los bonistas en conversaciones informales, pero el proceso formal se está iniciando ahora", agrega.
La extensión de los plazos y el esquema de pago de intereses y capital son, según el economista Martín Kalos, el principal factor a considerar en el canje. "Falta saber bono por bono cómo se va a aplicar. Ya sabemos cuál es el resultado al que se llegaría en conjunto si se aceptara la propuesta, pero falta conocer el plazo de amortización de los nuevos bonos. No es lo mismo que después del canje se pague en tres años o en 2035", dice.
En ese punto coincide Federico Furiase, director ejecutivo del estudio EcoGo. "Falta ver la estructura de los bonos que se van a entregar y cuál va a ser la extensión de los plazos. Esa es una variable clave que define el valor presente neto de la propuesta. Y también, si la quita de capital o los recortes en los cupones es homogénea para todos los bonos de distinta duración", planteó el economista.
Según Kalos, el detalle de la propuesta de reestructuración y su quita de capital e intereses a cada bono comprendido en el canje es el punto de la propuesta más relevante entre lo que aún se desconoce. "Se planteó una quita mayor en los intereses que en el capital, y eso golpea más a los bonos largos. Cuanto más lejano es el vencimiento del bono original, más quita de valor presente le estás proponiendo. Por eso, depende de bono por bono qué se plantea. Hoy no se puede conocer ese valor presente neto, porque no sabemos cuál es la oferta", plantea.
Con esa información, se dará la evaluación de los acreedores sobre la oferta del Gobierno y el eventual porcentaje de aceptación. Según Kalos, el factor asociado a este punto es el de las cláusulas de acción colectiva que ya están vigentes en los bonos a canjear (los emitidos bajo legislación extranjera).
"Hay reglas que hacen que si alcanzás el 75% u 85% de cada bono, el resto entra automáticamente. Entonces, hay que mirar bono por bono para conseguir ese porcentaje. Pero también hay cláusulas de default cruzado que si no se alcanza la aceptación, se corre el riesgo de que al no canjearlo entra en default un bono particular y eso dispare también el default de los nuevos instrumentos que se emitan", recordó.