Deuda: el Gobierno aceptaría una contraoferta de los bonistas, pero con condiciones
El ministro Martín Guzmán afirmó que el Gobierno está dispuesto a considerar una propuesta de los acreedores siempre que contemple en forma combinada tanto reducciones de intereses o capital como extensiones de vencimientos y del período de gracia.
Luego del rechazo generalizado de la oferta inicial, el Gobierno sostuvo que está abierto a nuevas propuestas de sus acreedores para reestructurar $ 65.000 millones de deuda externa, lo que indica una mayor disposición a negociar en conversaciones para evitar otro incumplimiento caótico.
"Estamos dispuestos a considerar cualquier combinación de reducción de intereses, reducción de capital, extensión y vencimiento del período de gracia que respete las limitaciones que definen lo que es sostenible", enfatizó el ministro de Economía, Martín Guzmán, en declaraciones a Bloomberg News en una entrevista, a horas de que la ventana de aceptación de la oferta expire.
“Somos flexibles en términos de combinaciones de parámetros. La esencia es la sostenibilidad", acotó.
Grandes grupos de acreedores ya rechazaron la propuesta de Argentina, que incluye una reducción del 5,4% en el capital, un recorte del 62% en los pagos de intereses y un período de tres años de gracia antes de los primeros vencimientos. Si no se llega a un acuerdo antes del 22 de mayo y Argentina no paga, el país entrará en default..
Durante la entrevista, Guzmán reveló que el Gobierno ya hizo una concesión de su postura original sobre el período de gracia. "En los términos originales que presentamos, incluimos un período de gracia de cuatro años. Pero entendiendo cuán crítico fue esto para nuestros acreedores, hemos reducido el período de gracia a tres años", dijo.
Posibles estímulos
Entre las opciones que el Gobierno está dispuesto a considerar para impulsar la aceptación de los acreedores se encuentra algún tipo de estímulo o "instrumento de recuperación de valor", "siempre que esté dentro de las pautas de deuda del país", agregó Guzmán.
Argentina emitió los llamados warrants del PIB durante sus reestructuraciones de 2005 y 2010. Los instrumentos, que desencadenan pagos cuando la economía se expande más del 3% en un año, se pagaron en seis de sus primeros siete años.
Esta vez, el Gobierno es “flexible” con el tipo de instrumentos que podrían diseñarse e incluirse, dijo Guzmán. Si bien los funcionarios inicialmente plantearon la posibilidad, no obtuvieron buena recepción entre los acreedores, por lo que no se incluyeron en el plan oficial.
La administración nacional no es la única con una inminente fecha límite de deuda. La provincia de Buenos Aires, la que tiene el mayor número de habitantes, enfrenta una fecha límite para el 18 de mayo la cual podría desencadenar un incumplimiento. El ministro descartó la posibilidad de un rescate del Gobierno nacional para evitarlo.
“El Gobierno no da rescates para pagar deudas insostenibles”, dijo Guzmán. “Cada provincia se enfrenta a una realidad diferente. Las que enfrentan problemas de insostenibilidad de la deuda liderarán sus propios procesos para restaurar la sostenibilidad”.
El ministro anticipó que no retrasará la fecha límite del 8 de mayo a menos que haya "nuevos elementos", como una propuesta por escrito de los acreedores que justifique una extensión. Hasta ahora, solo recibió una de esas propuestas del administrador de activos BlackRock el 11 de abril, que el gobierno hizo público el martes pasado.
Los bonos de Argentina con vencimiento en 2117, que han estado cotizando a niveles muy bajos desde agosto, subieron a un máximo de dos semanas el miércoles en medio de la esperanza de que el gobierno y los acreedores estuvieran resolviendo posibles revisiones a la oferta de deuda. Los bonos extendieron las ganancias el jueves, al subir 0,3 centavos a 25.67 centavos por dólar.
El ministro también descartó las versiones que indican que las negociaciones se archivarían hasta que la incertidumbre que rodea la pandemia de coronavirus desaparezca.
"No es nuestra intención retrasar la resolución del problema", dijo Guzmán. "Estamos en un entorno muy incierto y hacer algo que aleje el problema no será efectivo para reducir la incertidumbre".
A pesar de su rechazo actual por parte de los tenedores de bonos, la propuesta de deuda de Argentina recibió el respaldo del ganador del Premio Nobel Joseph Stiglitz y algunos de los principales economistas y académicos del mundo. Thomas Piketty, Kenneth Rogoff, Ricardo Hausmann y otros 155 economistas escribieron una carta abierta instando a los acreedores a llegar a un acuerdo con la nación sudamericana.
A un día de que venza el plazo para que los tenedores de bonos acepten la oferta del canje de deuda del Gobierno, el ministro de Economía, Martín Guzmán, se mostró dispuesto a considerar nuevas propuestas de los acreedores para la reestructuración de la deuda para evitar un nuevo incumplimiento . De todas maneras, volvió a remarcar que la propuesta debe ser respetar la capacidad de pago del país.
"Estamos dispuestos a considerar cualquier combinación de reducción de intereses, reducción de capital, extensión y vencimiento del periodo de gracia que respete las limitaciones que definen lo que es sostenible", dijo Guzmán a la agencia Bloomberg y abrió, de esta manera, la puerta para una para recibir una contraoferta de los bonistas.
" Somos flexibles en términos de combinaciones de parámetros. La esencia es la sostenibilidad ", agregó sobre la deuda que alcanza US$ 65.000 millones.
Ayer, en una conferencia virtual de la Universidad de Columbia , el ministro se había explayado en la misma línea respecto a la predisposición del Gobierno. "Siempre existe la posibilidad de aprender, hay información incompleta en estas negociaciones, y si escuchamos de los acreedores que existe una combinación diferente de parámetros que satisface mejor sus preferencias y sus intereses, y al mismo tiempo respeta las restricciones de sustentabilidad de la deuda, por supuesto que estaríamos dispuestos a llegar a un acuerdo basado en tal alternativa", sostuvo.
Propuesta argentina
Hasta ahora, la oferta que realizó la Argentina -que incluye tres años sin desembolsar pagos, quita de 62% en los intereses y de 5,4% en el capital- fue rechazada por los tres principales grupos de acreedores en dos comunicados que hicieron públicos.
El Gobierno estableció como plazo este viernes 8 para que los bonistas decidan si aceptan o no la propuesta que presentó Guzmán, pero en el mercado dan por descontado que las negociaciones continuarán hasta el 22 de este mes, cuando vence el periodo de gracia que tiene el país para pagar sus compromisos o entrar en default.
Es más, si llegado el 22 de mayo, el gobierno argentino y los acreedores no llegan a un acuerdo, el país podría pagar sus compromisos de US$503 millones y las negociaciones se extenderían hasta el 28 de junio, cuando se produzca el próximo vencimiento de intereses.