Depósitos en dólares caen al más bajo nivel en 42 meses. Dólar futuro, el BCRA vende contratos baratos ante la falta de reservas
Los depósitos privados en dólares quedaron a un paso de perforar los US$17.000 millones el último jueves, con lo que cayeron al menor nivel en tres años y medio.
Los depósitos privados en dólares quedaron a un paso de perforar los US$17.000 millones el último jueves, con lo que cayeron al menor nivel en tres años y medio.
Para algunos, es la continuidad de una crisis de confianza que se disparó luego de las últimas elecciones primarias. Para otros, aquel derrumbe era un ciclo cerrado que la pandemia (y el temor a sus consecuencias económicas) reabrió apenas los ahorristas volvieron a tener acceso generalizado a sus tenencias un mes después de decretada la cuarentena obligatoria.
Lo concreto es que, desde ese momento, los depositantes retiraron de sus cuentas bancarias US$1268 millones, lo que hizo caer el stock total de esas colocaciones de US$18.288 millones a US$17.020 millones (6,9%) y está obligando a los bancos a volver a recortar su oferta de crédito para exportadores ya que las líneas financieras externas quedaron más restringidas con el país coqueteando otra vez con el default.
Al economista Luis Secco no le sorprende la reacción de los depositantes "cuando las autoridades reconocen públicamente que no hay dólares (para justificar la reestructuración de la deuda); no debería sorprender que los depósitos privados en dólares se reduzcan progresivamente", sostiene. "Son reacciones, al igual que el salto de la brecha cambiaria, a las inconsistencias fiscales y monetarias, que generan expectativas de futuras correcciones cambiarias. Y como se trata de un Gobierno que no ha tenido reparos en intervenir muchos mercados y variables, hay agentes privados que prefieren moverse y tratar de anticiparse a los hechos".
Por su parte, el economista Martín Polo explica que "estos depósitos vienen en baja desde las últimas PASO, más allá de la relativa calma de comienzos de año. A la desconfianza parecen haberse sumado algunas necesidades derivadas de la caída de ingresos que provoca la cuarentena, algo alentado en alguna medida por el salto de la brecha cambiaria además".
Los depósitos privados en dólares quedaron reducidos a un nivel mínimo de US$650 millones tras la caída de la convertibilidad, a comienzos de 2003. Pero a partir de entonces crecieron sostenidamente hasta alcanzar los US$14.800 millones a fin de octubre de 2011 antes de que Cristina Kirchner aplicara el primer cepo. Luego el stock creció fuerte en los años de mercado libre hasta tocar un máximo de US$32.500 millones el viernes previo a las últimas PASO. Después vino una corrida que los redujo hasta US$17.900 millones a mediados de diciembre, cuando iniciaron una recuperación que los dejó en US$18.300 millones antes de la cuarentena y el reinicio del goteo.
En medio de la escapada del dólar paralelo y la renegociación de la deuda, el Banco Central (BCRA) se ve obligado a recurrir a todo lo que tiene a mano para tratar de conducir una suba gradual del dólar oficial. Ante la falta de dólares genuinos, el titular de la entidad Miguel Pesce recurre a un recurso que fue utilizado hasta el abuso en 2015, poco antes de la salida del cepo: la acumulación de posiciones vendidas en el mercado de futuros que buscan frenar las expectativas de devaluación sin gastar reservas.
El aislamiento social masivo y la emisión monetaria que requirió para financiar los nuevos gastos destinados a paliar los efectos de la pandemia de coronavirus COVID-19 empujaron a la suba a los dólares paralelos, en la medida en que los inversores dejaron de ofrecer divisas en el mercado cambiario oficial ante las renovadas expectativas de devaluación que generó el aumento en la oferta de pesos.
Pesce y sus colaboradores reaccionaron poniendo trabas a la operación de dólares contado con liquidación y MEP, los que se cambian en la Bolsa a través de bonos y acciones. Pero los nuevos controles no logran frenar el apetito por divisas, el incentivo a la compra de importados al tipo de cambio oficial y al retraso de exportaciones. El resultado es que se transforma en uno de los principales oferentes de dólares en el mercado oficial, a un precio al que vende sólo quién no tiene otra alternativa.
Así, desde el inicio de la cuarentena y hasta el 19 de mayo -último dato oficial disponible- el BCRA se dedicó a vender reservas en el mercado mayorista para conducir una suba gradual del dólar en esa plaza. En total, terminó ese período con un saldo vendedor de USD 797 millones.
Otra vez el dólar futuro: como en 2015, el Banco Central vende contratos baratos ante la falta de reservas
Pero como las presiones en el mercado cambiario no aflojan y las reservas internacionales son escasas, hubo que echar mano a un truco que en el pasado trajo toda clase de dolores de cabeza.
El interés abierto en futuros de dólar en el Rofex -si se quiere, la medida de la cantidad de operaciones en el mercado- pasó de USD 1.775 millones el 17 de abril a USD 3.180 millones el viernes pasado, un aumento de USD 1.405 millones en ese plazo.
Se estima que el Banco Central sumó unos USD 1.400 millones en contratos a futuro durante el último mes, en un intento por calmar al dólar su vender reservas
El BCRA no hace públicas sus intervenciones en el mercado cambiario y no se puede asumir linealmente cuánto de ese monto fueron posturas vendedoras ofrecidas por Pesce para calmar las aguas, pero sí se puede concluir que fue el principal vendedor por lo que la mayor parte de ese crecimiento corresponde a sus ventas.
Si bien ese es el máximo, el BCRA podria no ser el único vendedor, explica el economista Javier Marcus, gerente de negocios de Southern Trust. " Hoy se puede tomar caucion al 20, comprar un pagaré en dólares y vender futuros al 40% con una buena ganancia por arbitraje, con lo cual algunos privados también pueden estar vendidos. Hay que tener en cuenta comisiones y como manejar las diferencias diarias", dijo.
Operadores consultados por Infobae coincidieron en señalar que es el BCRA el principal jugador. Aunque el sistema no identifique con quien te cruzás, si ves alguien operar diez veces contratos de USD 10 millones y siempre al mismo precio podés deducir que son ventas para calmar al dólar, dijo un operador bancario.
Desde que empezó la cuarentena, el Banco Central vendió unos USD 800 millones de sus reservas para calmar al dólar oficial
El recurso a los futuros como alternativa a la venta de reservas en el mercado cambiario no es nuevo. Muchas veces el BCRA lo utilizó como complemento en sus ventas para vender dólares. Pero en 2015, sobre el final del segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner la estrategia llegó a niveles impensados.
En aquel momento, el interés abierto en el Rofex llegó a alcanzar los USD 12.000 millones por la acumulación de posturas vendedoras de una autoridad monetaria que en ese momento era conducida por Alejandro Vanoli, el hasta hace poco titular de la Anses reemplazado rápidamente por el presidente Alberto Fernández.
Aquella estrategia le valió una causa a Vanoli, a la hoy vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y hasta al hoy gobernador Axel Kicillof. Por las dificultades de transformar en delito una decisión de política monetaria -por mala que fuera- la causa nunca avanzó. Pero la maniobra sí dejó su herencia luego de la salida del cepo, ya que como los futuros se operan enteramente en moneda local el Banco Central tuvo que emitir -y esterilizar- más de $ 56.000 millones en los primeros tres meses posteriores al salto del dólar oficial.
Las reservas líquidas o netas perforaron los USD 10.000 millones al cierre de abril
La posición del BCRA hoy es mucho menor, para prueba comparar los USD 3.000 millones en interés abierto en futuros con los USD 12.000 millones que había en diciembre 2015 (además de otros USD 3.000 millones más en el MAE, el mercado de los bancos).
A esta nueva acumulación de futuros se llegó por distintas vías.
Los bancos están entre los principales compradores, porque cuando canjearon Letes en dólares por deuda ajustada por CER quedaron con la posibilidad de sumar muchos más activos en moneda extranjera sin superar el tope que les impone el BCRA, pero una noramtiva les hizo llenar ese hueco todo con futuros, dijo Juan Manuel Truppia de TPCG.
En segundo lugar, los importadores. Porque con una brecha tan grande crece la necesidad de cubrirse para una compra que tienen que pagar dentro de 2 o 3 meses. Y, por último, lo que queda es especulación pura: 2015 fue un muy buen negocio y ahora se trata de repetir, agregó.
Pero el salto en el uso de futuros sirve para graficar la situación en la que está el BCRA. Las reservas internacionales se mantienen relativamente estables, en torno a los USD 43.000 millones. Pero las reservas netas, las que sirven para intervenir en el mercado de cambios llegada la necesidad, cayeron por debajo de los USD 10.000 a fines de abril, según datos oficiales compilados por Consultora Ledesma.