Martín Guzmán, sobre la negociación con los bonistas: "El margen que queda para enmendar la oferta es escaso"
El ministro de Economía volvió a reiterar que se necesita un acuerdo con los acreedores que cuide a Argentina. A pesar del apoyo y las sugerencias del FMI, los bonistas aseguran que esperan una mejor oferta del Gobierno. Hay espacio para "mejorar un poquito más" la oferta, según Chodos.
En una jornada en la que el Fondo Monetario Internacional le hizo un nuevo guiño al gobierno argentino en la negociación con los acreedores que tiene bonos de la deuda pública emitidos bajo legislación estadounidense y en la que las autoridades locales oficializaron que extenderán ese diálogo por 10 días más, el ministro de Economía, Martín Guzmán, aseguró que el Gobierno trabaja en las enmiendas finales de la oferta que la Argentina presentará a los acreedores, pero advirtió que el margen que queda es escaso para restaurar la sostenibilidad de la deuda pública externa.
Hoy concluimos otra ronda de negociaciones bajo un acuerdo de confidencialidad. Las partes se siguen acercando, aunque sigue faltando una distancia importante por recorrer. Es necesario poder recorrer esa distancia. No estaría bien apurarse para cerrar algo que no le sirva a Argentina. Necesitamos un acuerdo que cuide a Argentina. Eso es lo que me encomendó el Presidente. Y nosotros actuamos de forma firme sobre la base de ese principio, sostuvo el titular del Palacio de Hacienda.
Según el comunicado de Economía, los funcionarios del ministerio trabajan por estas horas en las enmiendas finales de la oferta.
El ordenamiento de las cuentas públicas es un proceso que Argentina debe recorrer. Finanzas públicas saneadas le dan a un país mayor capacidad para hacer políticas económicas para atender contingencias
Tendremos en cuenta el comunicado que hizo el FMI esta mañana a la hora de decidir las enmiendas finales. El margen que queda para enmendar la oferta es escaso, el mismo FMI dijo que está marginalmente debajo del límite que permitiría restaurar la sostenibilidad de la deuda, que es el mandato que también nos dio el Congreso de la Nación cuando se aprobó la ley de restauración de la sostenibilidad de la deuda pública bajo ley extranjera, afirmó el ministro.
Asimismo, señaló que una vez preparadas las enmiendas finales, es probable que volvamos a entrar en negociaciones bajo acuerdos de confidencialidad para limar detalles que nos permitan maximizar la participación de los acreedores.
La extensión de hoy es simplemente por una razón técnica. Se extiende la oferta para tener unos días más para enmendarla. Y una vez que se enmiende, se volverá a extender la fecha de cierre de la oferta, precisó Guzmán.
Además, sostuvo que luego de enviar la oferta enmendada a la Comisión Nacional de Valores de Estados Unidos (SEC), se planteará una reestructuración de la deuda en dólares bajo ley local en términos equitativos.
Como siempre decimos, la deuda es política de Estado. Y más en general, tener las finanzas públicas saneadas debe ser política de Estado. El ordenamiento de las cuentas públicas es un proceso que Argentina debe recorrer. Finanzas públicas saneadas le dan a un país mayor capacidad para hacer políticas económicas para atender contingencias, finalizó Guzmán.
No hay que perder de vista que los inversores afirmaron que la postura del FMI sobre la Argentina sigue siendo irrelevante y que un acuerdo con el Gobierno solo puede cerrarse en torno de los 55 dólares cada 100.
En Wall Street y Buenos Aires el comunicado del FMI no cambió demasiado el humor: creen que habrá un acuerdo, pero que las partes todavía están lejos y que el Gobierno todavía tiene que mostrar más flexibilidad. Tal, vez, aclararon, si incorpora el cupón ligado al PBI pueda acercar posiciones.
Así lo indicaron a Infobae inversores, traders y ex negociadores de la deuda, que tomaron la postura del FMI entre negativa y neutral.
A pesar del apoyo y las sugerencias del FMI, los bonistas aseguran que esperan una mejor oferta del Gobierno
Los inversores afirman que la postura del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre la Argentina sigue siendo irrelevante y que un acuerdo con el Gobierno solo puede cerrarse en torno de los 55 dólares cada 100.
Cabe recordar que, más temprano, el FMI dio a entender que apoya la postura argentina de ofrecerle 50 dólares a los bonistas. Una calificada fuente oficial expresó su alegría por este comunicado del organismo que conduce Kristalina Georgieva. Está muy bien, expresó.
Entretanto, el Gobierno ya postergó el diálogo hasta el 12 de junio, aunque puede extenderlo por más tiempo, como ocurrió previamente luego del rotundo fracaso del primer canje. El Ministerio de Economía informó esta nueva prórroga a la comisión de valores de Estados Unidos (SEC, según su sigla en inglés) y firmaría otro acuerdo de confidencialidad entre las partes.
En Wall Street y Buenos Aires el comunicado del FMI no cambió demasiado el humor: creen que habrá un acuerdo, pero que las partes todavía están lejos y que el Gobierno todavía tiene que mostrar más flexibilidad. Tal, vez, aclararon, si incorpora el cupón ligado al PBI pueda acercar posiciones.
Así lo indicaron a Infobae inversores, traders y ex negociadores de la deuda, que tomaron la postura del FMI entre negativa y neutral.
Una fuente ligada a los bonistas dijo que el comunicado del Fondo no es relevante y que el acuerdo puede salir con la oferta de 50 dólares más el cupón del PBI para llegar a 54 dólares al menos. De lo contrario, aclaró, el Gobierno sabe que no podría lograr una aceptación alta, porque solo ingresaría el grupo de Fintech-Gramercy y Grelylock, el más amigable
Desde Nueva York, el ejecutivo de un fondo de inversión dijo que la postura del FMI no ayuda en este momento donde todavía hay espacio para llegar a un acuerdo. Es técnicamente muy débil y, otra vez, tiene un sentido político que no ayuda en una negociación técnica.
El ejecutivo indicó que todavía falta mucho para cerrar un acuerdo, porque la diferencia en valuaciones es de 13 puntos porcentuales y hay diferencias importantes sobre la estructura legal de la oferta.
Como la Argentina empezó en un punto de partida irreal, todavía tiene que moverse mucho más que el sector privado, que ya está cerca de su piso, aclaró.
En Wall Street aclaran que la diferencia entre el Gobierno y los acreedores todavía es importante, de 13 puntos porcentuales
En este sentido, dijo que los bonistas ya están cerca de su valor de reserva, de 52 contra 39 de la Argentina a una tasa de salida del 12 por ciento, que está más en línea con los precios de mercado que la de 10 por ciento.
No está claro que la Argentina esté dispuesta a mejorar la oferta todo lo que se necesita para llegar a un acuerdo con la mayoría de los bonistas. No se puede cerrar en 50, porque los acreedores deberían moverse 10 puntos básicos y ahora que los dos grupos más grandes se juntaron, es más difícil que muestren flexibilidad, aclaró desde Wall Street.
El ejecutivo se refería a la propuesta conjunta que hicieron el grupo Ad Hoc de Black Rock y los Exchange Bondholders el viernes, con un valor cercano a los 60 dólares, que tienen cerca de un tercio de los bonos que planteó reestructurar el Gobierno. En cambio, la de Fintech estaría muy cerca de lo que pretende ofrecer el ministro Martín Guzmán.
Si la estrategia de Argentina era dividir los bonistas, esa batalla ya la perdió. Y lo del FMI solo sirve para que los bonistas se sigan uniendo, advirtió.
Algunas versiones indican que hay fondos de cobertura comprando títulos para litigar directamente contra el Gobierno, pero este ejecutivo dijo que los precios todavía están altos para eso; si se caen las negociaciones, ahí sí van a entrar a barrer el fondo.
En tanto, Guillermo Mondino, director y socio fundador del fondo de inversión Mogador Capital, dijo que la postura de hoy del Fondo es violatoria de los objetivos del organismo.
Es contraproducente porque acota los grados de libertad de negociación del Gobierno sin influir en lo más mínimo sobre los acreedores privados. En términos políticos, ahora al Gobierno se le hace más difícil ceder. Y los acreedores privados piensan, no sin razón, que la deuda es mucho más amplia que solo la deuda con privados bajo ley extranjera, afirmó.
Por esta razón, los bonistas dicen que si hay dificultades para lograr sostenibilidad que los demás pongan más también; los demás son, obviamente, los acreedores multilaterales y bilaterales. Pero también implica que la Republica debe hacer un mayor esfuerzo.
Además, el ex secretario de Política Económica durante el gobierno de la Alianza dijo que esta postura va en contra de los objetivos del FMI, porque éste debería trabajar para lograr restituir la capacidad de pago del país.
No hay una mísera mención a reformas estructurales en favor del crecimiento, a la posibilidad de reducir gasto, bajar impuestos, reformas que ayuden a darle apoyo económico, político y social a la reestructuración, se quejó.
Por el contrario, afirmó, el Fondo pareciera comprar la idea de que todo está magníficamente bien en la economía argentina, excepto por la deuda con privados. Eso, como todos sabemos, dado el monstruoso déficit primario, es una barbaridad. Argentina necesita urgente un plan de crecimiento y el FMI no está ayudando a construirlo.
Es muy decepcionante. Georgieva no ha mostrado, hasta ahora, entender cómo contribuir al crecimiento en los países emergentes. Por qué el FMI se pone en ese lugar Digo, hay accionistas importantes que no deben pensar lo mismo que ella, sugirió.
De inmediato consideró que históricamente, el director gerente tiene mucha autonomía y no es inusual el caso en que se corte solo y choque con algunos miembros importantes del directorio. No suele durar mucho ese periodo, pero ha ocurrido.
En cuanto a por qué habría ocurrido en este momento, por más que a los argentinos nos cueste, tenemos que entender que hoy por hoy somos irrelevantes en el mundo y al FMI solo le importamos por ser un gran deudor. El directorio tiene otras peleas mucho más grandes por delante y Argentina, realmente, no figura en esa agenda. Por lo tanto, eso le da más grados de libertad a algunos a establecer un juego diferente, afirmó.
En el mundo de Washington y entre muchos economistas académicos, ha prendido muy fuerte la idea de que se viene una hecatombe financiera en los países emergentes y que los mercados deben proveer mucha asistencia financiera. Esa, hoy por hoy, parece una visión a contramano del estado de los mercados. No digo que vaya a terminar habiendo estado mal, pero sí que es una visión que hoy va a contrapelo de lo que ocurre en los mercados, aclaró.
Al respecto, precisó que hace 10 días Egipto, un país que varios creían hace un par de meses que se desbarrancaría como Argentina, coloco 5000 millones de dólares de deuda en el mercado. Hoy, Colombia salió con una gran colocación de deuda larga, sin encontrar dificultades. Desde los mercados, el problema pareciera estar cada día más acotado a los basket cases, países como Argentina, Ecuador o Líbano, más allá de algún puñado adicional, que tienen problemas.
Pero no parece ser este un problema sistémico, como plantean muchos en Washington. Habrá que esperar, seguir trabajando y ver si el problema crece o no. Pero mientras exista ese pensamiento en el mundo de la política pública, es probable que Argentina, como basket-case, siga siendo un jugador secundario. Y este comunicado, como mínimo, es posible hasta posible que aleje a las partes.
En tanto, Alberto Bernal del fondo XP Securities dijo que el FMI pareciera que le está dando una mano a Argentina para no tener que pagar los 60 que le están pidiendo los inversores; pero un acuerdo sale a 52-55 dólares. Si Argentina no ofrece eso, no hay acuerdo y el país entra en un limbo muy bravo. Todos lo saben.
Esto del Fondo es un posicionamiento; sería una locura arriesgar la estabilidad del país por un par de centavos que en el largo plazo son totalmente inmateriales, opinó.
Federico Furiase, director de ECO GO, dijo que la postura del FMI, limita el margen de maniobra para mejorar la segunda propuesta de Guzmán, de la semana pasada, de 47 dólares.
De todos modos, consideró que hay una decisión política de arreglar la deuda y que los acreedores, una vez gatillado el pago de los seguros contra default tienen incentivos a cerrar un acuerdo si el Gobierno hace una propuesta que cotice en torno a 50 de valor presente a una tasa de salida del 10 por ciento más el cupón del PBI. Este aditivo le puede agregar 5 dólares a la oferta oficial.
La otra clave es saber cómo se pagan los intereses corridos: los acreedores quieren cash, pero son 1600 millones de dólares, mientras que el Gobierno propuso entregar un bono extra incorporando en el valor facial los intereses corridos según cada bono y eso agrega 1 de NPV promedio a 10 por ciento de tasa, precisó.
Otro ex negociador argentino consideró que todo lo que haga referencia al informe técnico del FMI del 20 de marzo me parece muy poco serio.
No me queda claro que la postura del FMI refleje la de Estados Unidos y eso solo lleva a tensiones internas. En todo caso, en la mesa de negociaciones esto no tiene ninguna trascendencia. Si el Gobierno se agrega a si mismo restricciones que después tiene que romper, se mete solo en otro problema, opinó.
El acuerdo siempre estuvo en 55 dólares desde marzo, quizás apenas abajo, concluyó, lamentándose por las permanentes volteretas del Gobierno en esta cuestión.
Hay espacio para "mejorar un poquito más" la oferta, según Chodos
El representante de la Argentina en el Fondo Monetario Internacional (FMI), Sergio Chodos, afirmó que las posiciones con los acreedores "se acercan lentamente" a un acuerdo por la renegociación de la deuda externa y reconoció que el Gobierno podría mejorar "un poquito más" la oferta que presentó, luego de que se extendiera por 10 días el plazo de respuesta de los bonistas, hasta el 12 de junio.
"No soy pesimista. Hay como un proceso de curvas que se van acercando lentamente. Y creo que la Argentina podría mover un poquito más la última oferta", sostuvo el funcionario.
En declaraciones a la radio Rock and Pop, Chodos explicó que en la oferta de canje que presentó el Gobierno "la pérdida de capital es casi inexistente, por lo cual los acreedores no van a perder: van a ganar menos". A su criterio, el recorte de intereses "es un formato que se realiza a nivel mundial".
La Argentina busca reestructurar u$s 65.000 millones en títulos públicos emitidos bajo ley extranjera, y para ello, propuso una reducción del 5,4% del monto de capital, del 62% de intereses y un plazo de gracia de tres años.
No obstante, el Gobierno reconoció que podría mejorar esa oferta inicial, algo que Chodos consideró posible.
Además, el funcionario señaló que la extensión de las negociaciones hasta el 12 de junio -oficializada este martes- "es sobre la oferta que está presentada oficialmente.
"Significa patear un poco, diez días, porque es el plazo mínimo que puede quedar abierta. Y en ese marco hay un proceso de negociación. Así se va avanzando de a poco. Es como una danza", añadió.
Chodos indicó que el FMI "no se mete en la negociación", pero aclaró que "en rigor, podría estar mucho más cerca de la posición argentina".
En cuanto al programa que el ex presidente Mauricio Macri firmó con el Fondo, comentó: "Hay muchos en el organismo que reconocen que hay un problema con eso". "Pero las condicionalidades del próximo programa van a ser un problema también", concluyó.