No baja la demanda de futuros de dólar y el BCRA es otra vez el principal proveedor
Aunque los precios libres del dólar aplacaron su carrera alcista para pasar a moverse con tendencia mayormente lateral, lo que bajó las brechas cambiarias del 90 al 70% o menos, la demanda de coberturas contra una posible aceleración en la devaluación del peso sigue creciendo.
Aunque los precios libres del dólar aplacaron su carrera alcista para pasar a moverse con tendencia mayormente lateral, lo que bajó las brechas cambiarias del 90 al 70% o menos, la demanda de coberturas contra una posible aceleración en la devaluación del peso sigue creciendo.
Alcanzó por caso, ayer, un nuevo máximo en el Mercado Abierto Electrónico (MAE), segunda plaza local en negociación de futuros de dólar, al operarse allí un equivalente a US$807,2 millones, récord para un rueda. A eso se deben agregar los US$313,7 millones negociados en el día y canalizados a través del Matba/Rofex, donde hay ya posiciones abiertas por un total de US$3645,5 millones para tener el total operado del día en este tipo de contratos.
Los operadores más avezados hacen notar que los montos equivalentes operados en futuros de dólar del día representan una cifra similar a los que la plaza oficial negocia en toda una semana. Y aunque juzgan "deseable" el desarrollo de un mercado de coberturas, advierten sobre los riesgos que conlleva que esa expansión sea a expensas del Banco Central (BCRA), que se ha vuelto a colocar -lejos- como principal abastecedor de estos seguros.
Según estimaciones de mercado, la entidad ya tendría asumida posición vendedora por más de US$3000 millones en el Matba/Rofex, plaza que tiene contratos abiertos por un total de US$3645,5 millones, y ayer habría aportado el 75% de lo operado a través del MAE, es decir, una cifra cercana a los US$600 millones.
La actividad "pico" con futuros de ayer estaría vinculada a un desplazamiento temporal en las expectativas de devaluación del peso vinculado con el "reacomodamiento a la baja que registraron las proyecciones de inflación de corto plazo y su revisión al alza en paralelo para los meses siguientes", confió un operador en alusión a lo reportado el viernes por el Relevamiento de Expectativas del BCRA. "Hubo mucho arbitraje de ese tipo", acotó.
Sin embargo, eso no quita que la demanda de coberturas crezca. "Sigue en alza: no al ritmo que lo venía haciendo hasta fin de mayo, pero sigue", acotaron desde Matba/Rofex.
Los analistas la relacionan con los temores que incuba la sostenida emisión de pesos (la mayor en 30 años) para atender las necesidades de gasto público relacionadas con la cuarentena. Y el punto álgido vuelve a ser que el principal oferente por lejos, como hace algunos años, es el BCRA, coinciden en señalar. Vale recordar que sobre el final del segundo mandato de Cristina Kirchner el interés abierto en el Rofex alcanzó a US$12.000 millones, al acumularse posturas vendedoras del BCRA, y derivó en un problema sistémico.
¿Tropezar con la misma piedra?
La entidad que conduce Miguel Pesce volvió a incurrir desde fines de marzo en los negocios de futuros en un intento de aplacar las expectativas de devaluación.
Para tratar de dosificar la pérdida de reservas netas desempolvó un recurso utilizado en exceso hace cinco años: así volvió a posicionarse en apenas dos meses como principal vendedor en los mercados locales de futuros. En el BCRA confiaban en que las últimas medidas para bloquear otra parte de la demanda de divisas, al tender a achatar las brechas, calmarían los pedidos de coberturas.
Pero los volúmenes negociados en futuros, aun en medio de un mercado optimista en relación con el desenlace que tendrán las negociaciones para canjear la deuda externa, no dejan de crecer, en especial en el MAE, plaza dominada por los bancos.
"La mayor actividad en un mercado de futuros no es un mal dato en sí mismo. El problema es cuando ese crecimiento deriva mucho de operaciones del BCRA buscando mantener dominadas las expectativas devaluatorias. Lamentablemente, ya sabemos cómo terminan esos procesos en la Argentina", recuerda el director de Bull Market, Ramiro Marra.
"Lo que la sostenida demanda de coberturas muestra es que ni la mejora en el clima financiero global ni el posible arreglo con los bonistas logran morigerar las expectativas de una depreciación mayor del peso. Y eso tiene que ver con que parte del mercado sospecha que será difícil absorber tanta emisión", explica el economista Javier Marcus, gerente de negocios de Southern Trust.
Para otros operadores la mayor demanda de este tipo de coberturas deriva en parte del auge que últimamente han tenido las colocaciones de deuda en pesos ajustables por la variación del dólar ( dollar-link ). "Con la posibilidad de atesorar vedada por varias vías, estos contratos pasan a ser un sustituto importante para cubrir ese riesgo", acotan.