Deuda en dólares: el Gobierno anunciaría un canje total, por el 100% de los bonos. Para los banqueros, el canje es solo un comienzo. Cierra el alivio de u$s 42.500M
Las adhesiones superan el 90%. Pero como se cumplirán los porcentajes mínimos exigidos, canjeará todos los bonos, incluso los que no fueron presentados.- Dólar blue hoy: a cuánto cotiza este lunes 31 de agosto
Ministro de Economía, Martín Guzmán
El ministro de Economía, Martín Guzmán, planea anunciar lo que podría definirse como un “canje total” de la deuda, es decir del 100% de los bonos en dólares, tanto los emitidos bajo ley extranjera como local.
Para tamaño anuncio, se aferra al convencimiento de que en todas las series de bonos canjeables fueron alcanzadas y superadas las metas fijadas en las Cláusulas de Acción Colectiva (CAC), que tenían diferentes grados de exigencia: 85% para los bonos Par y Discount y 66% para los bonos emitidos a partir de 2016.
Si se cumplen esos porcentajes, la decisión de la mayoría se impone sobre la minoría. O como dicen los abogados, si se alcanzan los umbrales de votación, las modificaciones propuestas serán concluyentes y vinculantes para todos los tenedores de dichas series, ya sea que hayan prestado su consentimiento al canje o no.
En otras palabras, el cumplimiento de las CAC saca de la cancha a los fondos buitres. Ocurre que los bonos defaulteados en 2002 que se quisieron canjear en 2005 no incluían estas cláusulas. Por eso quienes los mantuvieron en su poder y rechazaron las ofertas de los canjes 2005 y 2010 pudieron seguir accionando en la Justicia de Nueva York, a pesar de que tenían en su poder algo menos del 8% de los bonos canjeables.
Ahora eso cambia. No hay riesgo de fondos buitres.
Por eso Guzmán está en condiciones de anunciar que el canje de deuda habrá sido total, del 100%. Por la sencilla razón de que no hay futuro para los bonos que no se presenten al canje. Los que no están conformes con la oferta presentada por el Gobierno, igual se llevarán los nuevos bonos.
De hecho Guzmán ya mandó un mensaje a la Caja de Valores local y a sus pares del exterior, para que procesen todos los bonos registrados, es decir, que no se limiten a procesar solo las ordenes de canje presentadas. Todos los bonos serán canjeados. Los bonos de los que aceptaron la oferta y así lo manifestaron oficialmente, y los bonos de quienes no hicieron nada.
Aplausos. El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, junto al ministro de Economía, Martín Guzmán, el día siguiente al que se anunció que los bonistas aceptaban la oferta argentina. Foto Jefatura de Gabinete/Pablo Duberti
Más allá de esto, lo que se sabía hasta ayer era que el porcentaje de aceptación de los bonos ley extranjera -el canje cerró el viernes a las 17 hora de Nueva York- había alcanzado un piso del 90%. No era sorpresa, dado que los grandes grupos de bonistas habían manifestado públicamente su apoyo a la oferta, y habían recomendado aceptarla.
A nivel canje ley local los datos eran similares. Hasta el viernes a la noche se habían recibido aceptaciones por el 83% y como el primer cierre de ventanilla es el miércoles 1 de septiembre a la tarde, se esperaba no menos del 95% de aceptación. El tramo de deuda ley local tiene un segundo período de aceptación, que va del 2 al 15 de septiembre. La diferencia es que los que entran en el primer cierre recibirán más intereses acumulados.
El ahorro que genera esta operación de canje total es importante. Según un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso, los servicios de la deuda se reducen aproximadamente US$ 56.100 millones en el período 2020-2024, lo que representa una disminución acumulada de las necesidades brutas de financiamiento de 13,2% del PIB (en promedio 2,6% del PIB cada año). Para el período 2020-2030, la diferencia acumulada es de US$ 49.000 millones.
Para el caso de los bonos ley extranjera, los acreedores tendrán acreditados los nuevos papeles el viernes 4 de septiembre. Es decir que ese día, pero más probablemente el lunes 7 de septiembre, se verá qué hacen los bonistas: si se quedan con los papeles en sus manos o salen a venderlos. Es un momento clave, porque ahí se determinará hacia donde va el riesgo país.
Los nuevos bonos rendirían en su debut -estiman los analistas- en una tasa de entre el 12 y el 13% anual. Es decir, 1.300 puntos básicos. El riesgo país se mide por los puntos extra que rinde la deuda argentina sobre el bono a 10 años de los Estados Unidos. Este bono, dada la política de tasas ultra bajas de la Fed, rendía el viernes apenas 72 basis points. De modo que el riesgo país argentina post canje rondaría los 1100/1200 puntos.
Es un número que triplica los 320 puntos de Brasil, los 254 puntos de Colombia o los 116 de Perú. Ecuador, que está cerrando el canje este lunes, está en 2815 puntos, por arriba de los 2.150 puntos de la Argentina pre-canje.
La gran pregunta que se hacen los inversores es hacia dónde irá el riesgo país argentino en la era post-canje. El mercado mirará con mucha atención el proyecto de ley de Presupuesto 2021 y las conversaciones con el FMI, sobre todo para imaginar la voluntad del Gobierno de avanzar con la reducción del déficit fiscal, que este año cerraría en no menos de 8 puntos del PBI. Desde ya, también se seguirá con mucha atención qué pasa con la brecha en el mercado cambiario.
Para los banqueros, el canje es solo un comienzo: reclaman un plan
Como toda negociación, fue un proceso intrincado y volátil, atravesado además por la pandemia y su lógica de emergencia. Pero la Argentina pudo finalmente finalmente cerrar esta etapa el canje de deuda con los bonistas internacionales. Y según se espera, con el terreno despejado del riesgo de litigios.
Claro que la agenda ahora reclama más que nunca una indicación clara del rumbo para empezar a construir una Argentina post-canje que todos los inversores van a estar mirando. Así lo entienden los banqueros: el canje alivia pero es el principio.
Para Fabián Kon, CEO de Banco Galicia, "el canje tiene una importancia capital para el futuro de la Argentina y es importante asegurarse de que las cláusulas de acción colectiva arrastren a todos los tenedores. Creo que fue un canje muy bueno".
Pero añade: "A partir de ahora Argentina tiene que entrar en un sendero de credibilidad y creación de confianza y para eso necesita sostenibilidad, que fue precisamente el eje de la negociación".
"Necesita explicitar un program económico -aclaró- y la valuación de los nuevos bonos va a reflejar precisamente eso. Puede ser una tasa del 10% o incluso de 8%. Pero de lo contrario le va a poner un piso no sólo a otras emisiones del Gobierno sino a las grandes inversiones en economía real y a las emisiones de empresas y provincias".
Juan Marotta, CEO de HSBC Argentina, que fue entidad asesora del Gobierno en el proceso, asegura que “es un paso muy importante y en el sentido correcto, que despeja el camino para los próximos pasos".
Pero matiza: "El acuerdo nos permite sentar las bases para recuperar la confianza pero hay mucho por hacer. Una vez concretado el canje de deuda bajo legislación local, quedan pendiente las conversaciones con el FMI para terminar de despejar el horizonte financiero del sector público nacional. También vendrán las reestructuraciones provinciales”.
El presidente del Banco Ciudad, Guillermo A. Laje, coincide en que "dejamos atrás la incertidumbre en torno a un tema central, algo que mejora la sostenibilidad de las obligaciones de Argentina y es muy positivo para el desenvolvimiento del sistema financiero local".
"Hacia adelante, la menor carga de intereses brinda mayores grados de libertad para operar en la postpandemia, pero será relevante acompañar la noticia del cierre de la reestructuración con señales claras en materia de consolidación fiscal", explica.
"Tanto el Proyecto de Ley de Presupuesto 2021 como el inicio de negociaciones con el FMI serán claves para garantizar el compromiso con menores necesidades de financiamiento y emisión monetaria, moderando las tensiones cambiarias. Esto contribuiría a operar en un escenario de mayor estabilidad financiera y mejorar el acceso al financiamiento a los sectores productivos y a las familias.
El presidente de Banco Provincia, Juan Cuattromo, apunta por su parte que “la renegociación de la deuda y el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional van a aclarar el panorama económico y si bien la pandemia alargó los tiempos, lo importante es que se está trabajando en la resolución de estos problemas con una perspectiva de sostenibilidad”.
En lo que se refiere a los desafíos que vienen, afirmó que es necesario "buscar estrategias de financiamiento que no ahoguen a la actividad productiva” y destacó que “es importante generar contratos donde el retorno esté alineado con incentivos que acompañen el desarrollo productivo”.
La deuda local cierra el alivio de u$s 42.500 millones
El canje de deuda en dólares con legislación local por u$s 41.715 millones, con trato equitativo para los acreedores en relación a la reestructuración de títulos con ley extranjera, tendrá mañana su primer hito, al finalizar la etapa de adhesión temprana.
Este martes 1° de septiembre a las 20 dejará de estar disponible el devengamiento de intereses hasta el viernes 4, endulzante con el que se tentó a los inversores; la oferta seguirá abierta hasta el martes 15 con la posibilidad de pesificar parte de las tenencias y pasarlas a títulos ajustados por inflación (CER).
La expectativa oficial es que en este tramo la participación sea cercana al 100%, ya que los títulos que serán canjeados no tienen Cláusulas de Acción Colectiva (CAC) y los poseedores de los bonos no tienen tantas opciones de litigar en la Justicia nacional.
Pero lo más importante de esta operación son sus efectos. El 55% de la deuda estaría en manos de privados y el 45%, del sector público, con predominio del Banco Central (BCRA) y el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses).
A partir de este viernes 4, con la emisión de los nuevos títulos, la autoridad monetaria ganará poder para controlar el mercado de cambios vendiendo bonos, en caso de que hiciera falta.
De acuerdo al cálculo del consultor financiero Diego Sacerdote, el BCRA tendría u$s 7666 millones para intervenir en la plaza y bajar las cotizaciones de los dólares paralelos.
En tal caso, aclara, debería vender los bonos 2030 a privados y aumentaría el stock total de la deuda, al cambiar de acreedor.
Entre las dos reestructuraciones, Argentina tendrá un alivio financiero de u$s 42.500 millones en cinco años y de u$s 37.700 millones hasta 2030.
Los servicios de deuda, de todas maneras, volverán a tener un perfil muy elevado entre 2028 y 2035.
Sin contar los pagos a organismos multilaterales y las deudas intra-sector público, el Tesoro empezará a afrontar vencimientos por más de u$s 5000 millones desde 2025 y por casi u$s 10.000 anuales a partir de 2028.
Septiembre, además, tendrá el inicio de otro capítulo. El martes 29 se licitaría el primero de los tres bonos en dólares por hasta u$s 500 millones cada uno (u$s 1500 millones en total) para sacar de la curva de pesos a los fondos extranjeros, cuya demanda "natural" es de dólares.
Aquí se podrían anotar Pacific Investment Management Company (PIMCO) y Franklin Templeton Resources, aunque las subastas estarán abiertas para todos, incluso acreedores locales.