El dólar blue bajó y el BCRA compró reservas pero el mercado no habla de tregua. Según el Financial Times, la Argentina va directo a una devaluación
El billete saltó $ 9 el viernes y sumó $ 17 la semana pasada, ante más restricciones para compras del cupo de u$s 200. Las cotizaciones financieras subieron en medio de un mercado plagado de rumores.
Luego de un viernes de furia en el que el dólar blue trepó $ 9 y saltó a los $ 167, con un acumulado de $ 17 en la semana, el billete comenzó el martes con una caída de $ 1 hasta los $ 166.
Sin embargo, en la City porteña nadie se anima a hablar siquiera sobre una tregua. El fin de semana largo apenas le puso un freno momentáneo a la tensión que vive el mercado de cambios, al que se vuelcan quienes no pueden comprar divisas en el oficial por las mayores restricciones del súper cepo.
"Hoy el mercado estuvo más tranquilo y algo cedió el blue, pero la presión de fondo no se fue, nada cambió. Hay rumores y no hay soluciones. Por ahí el viernes fue una sobrerreacción y el mercado se acomoda", señaló un operador del mercado paralelo.
Otro operador coincidió: "$ 1 es los 50 centavos de antes. Es nada y nada cambió. La presión es la misma".
Las cotizaciones financieras operaban en alzas que llegaron a superar el 2% El dólar MEP operaba a $ 145,63 (+1,5%), mientras que el contado con liquidación trepaba (+1,8%) hasta los $ 157,78.
Fuentes privadas del mercado estiman que el Banco Central (BCRA) habría terminado la rueda con una intervención a favor de u$s 10 millones.
El promedio entre bancos que realiza la autoridad monetaria se colocaba en los $ 82,89, lo que sumado al impuesto PAÍS del 30% más la retención del 35% por Ganancias, llevaba el valor del dólar ahorro a los $ 136,77.
El dólar mayorista cerró en los $ 77,43 por unidad, 28 centavos por encima del cierre del pasado viernes. El volumen operado en el segmento contado alcanzó los u$s 241 millones y en el sector de futuros MAE se anotaron negocios por u$s 86 millones.
El dólar minorista sumó 25 centavos hasta los $ 82,25 en las pantallas del Banco Nación
Los principales bancos de la Argentina, a través de las cámaras que los nuclean, presentaron los últimos días una propuesta al máximo nivel del Banco Central, para que la gente pueda vender en los bancos los dólares ahorro que tengan, y que se los paguen al valor a lo que se compra actualmente el cupo de los u$s 200, que es de casi $ 140.
Según explicaron hay dos beneficios, ya que los dólares queden en las cuentas y por lo tanto en las reservas del BCRA, y que el dinero no se va a la economía en negro.
En la city dudan del impacto que pueda tener en la brecha que la entidad anime a los bancos a ofrecer la venta del dólar MEP en sus homebankings y aplicaciones.
Según el Financial Times, la Argentina va directo a una devaluación
La Argentina está en camino a su séptima devaluación en 20 años, de acuerdo con el Financial Times. "La presión sobre el peso aumenta y los inversores pierden fe en la habilidad del Gobierno de estabilizar la economía", planteó hoy el diario británico.
En un artículo del periodista Benedict Mander, titulado La Argentina está en rumbo de colisión a una devaluación, el medio especializado cita a economistas y analistas internacionales y locales que aseguran que el peso se depreciará pronto en el mercado oficial.
"El país llegó a un acuerdo para reestructurar US$65.000 millones de deuda externa en agosto, desviando los pagos de la deuda hacia el futuro. Pero los mercados financieros siguen siendo frágiles. Los precios de los bonos han vuelto a caer a niveles angustiosos, los precios de las acciones se han derrumbado y la brecha entre los tipos de cambio oficiales y del mercado negro se está ampliando", justifica el autor, corresponsal del diario británico en Latinoamérica.
Además, menciona las "reservas líquidas" (es decir, el poder de fuego del Banco Central) y asegura que están en torno a los US$1000 millones. "El Banco Central se verá forzado a ajustar las restricciones a las importaciones y 'reiniciar' el peso a un valor nuevo y mucho más débil", señala el artículo.
Luego, cita a un analista del banco de inversión brasileño BTG Pactual que asegura que el país está en camino a una devaluación, pero que la pregunta para responder es "cuánto tarda". El especialista añade que si el país sigue posponiendo una depreciación del peso, el impacto inflacionario solo será mayor y más desestabilizante, pero que esta administración solo "devalúa cuando está forzada a hacerlo".
De acuerdo con el Financial Times, los argentinos tienen "poca fe en el valor del peso" y menciona la brecha entre el dólar oficial y el paralelo (superior al 100%) como una de las pruebas de esa desconfianza.
"El gobierno ha tratado de controlar el ritmo de depreciación de la moneda, con medidas que incluyen controles de capital más estrictos y menores impuestos para los exportadores de soja. Pero es poco probable que esas medidas tengan mucho impacto, dicen los analistas. Las reservas cayeron US$1200 millones en la segunda quincena de septiembre después de que fueran anunciadas", señala.
El artículo menciona al Fondo Monetario Internacional (FMI) como una posible ayuda para implementar un plan económico que restaure la calma en los mercados, y advierte: "Es poco probable que el prestamista multilateral, que envió funcionarios a Buenos Aires en una misión de investigación la semana pasada, exija estrictas medidas de austeridad a cambio de asistencia en un momento en que la pobreza ha aumentado a más del 40% debido a la pandemia".
El texto luego se refiere a la cuarentena de la Argentina, "una de las más largas y estrictas del mundo", que exacerbó el golpe económico. Además, arriesga fechas de una posible devaluación sobre la base de las proyecciones de analistas. Una posibilidad es a fines de noviembre, porque el ritmo de depreciación actual del peso ya no es sostenible, asegura el autor del texto.
Otra alternativa es el año que viene, si las divisas del agro logran darle aire al Banco Central. "Pero con las elecciones legislativas previstas para octubre del próximo año, esa estrategia sería arriesgada para el gobierno. Una tensión económica más profunda podría comprometer las posibilidades de reelección del gobierno peronista en 2023", advierte el Financial Times.