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 La Nación - Economía

Deuda. Con más emisiones y canjes, el Gobierno encaminó el cierre de su año financiero. El BCRA no descarta mayor emisión y confía en que podrá contener a la inflación

El Gobierno dio otro paso para tratar de dejar encaminado el cierre de su programa financiero del año y aportar otro granito de arena para lograr un clima de mayor distensión en materia cambiaria, luego de pasar un octubre muy complejo.

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El Gobierno buscó encaminar el cierre del año financiero con otra colocación de deuda y un nuevo canje para aplazar vencimientos que se habían acumulado para diciembre

El Gobierno dio otro paso para tratar de dejar encaminado el cierre de su programa financiero del año y aportar otro granito de arena para lograr un clima de mayor distensión en materia cambiaria, luego de pasar un octubre muy complejo.

Pero a la vez volvió a aumentar la exposición de la deuda en pesos a mecanismos de indexación, cuando la inflación está dando señales de aceleración.

Tras la colocación de tres letras de deuda en pesos, captó del mercado $81.000 millones, un monto inferior a los $90.000 millones que buscaba y a los $93.500 millones que necesitaba para concretar los pagos que enfrenta en unos días. Eso lo obligará a usar, para cumplir con esos compromisos, parte del excedente de caja por $40.000 millones que venía logrando en el mes con este tipo de emisiones.

Pero sobre todo, consiguió postergar por entre 5 y 21 meses un 44% del cargado cronograma de vencimientos por unos $ 444.100 millones que enfrentaba en diciembre. El último mes del año es complejo en términos monetarios por el pico que se produce en la demanda de pesos al enfrentar el sector público y el privado pagos extras por aguinaldos, refuerzos de asignaciones o adelanto de vacaciones.

En concreto, el Ministerio deEconomía cerró noviembre sin llegar llegar a cumplir con la meta que se había impuesto a comienzos de mes, cuando oficializó que buscaría sumar a las refinanciaciones al menos un 10% de fondeo neto del Tesoro en el mercado, para quedar en condiciones de reducir la asistencia monetaria del Banco Central, intentando dar una señal que le ayude a calmar las presiones cambiarias.

Entonces incluso había postulado que el financiamiento extra que pudiera conseguir lo destinaría a seguir reduciendo la deuda que tiene con el BCRA tomada por Adelantos Transitorios (en octubre le había reintegrado $125.000 millones), algo que difícilmente podrá continuar ahora ya que estuvo 5% por debajo de esa meta. "El financiamiento neto positivo captado llegó a los $19.000 millones, lo que es un porcentaje de renovación de pagos de capital e intereses del 105%", admitió el Ministerio.

Tras aquella definición oficial, el mercado pasó a leer los resultados de las distintas subastas en función de dichos parámetros, ya que se considera imperioso, a la luz de una inflación que mostró señales de aceleración en los últimos meses, no sólo que se reduzca la emisión espuria de pesos sino que el BCRA dé señales de cómo reabsorberá en adelante la liquidez excedente.

Sin embargo, no haber cumplido la meta resultó en buena medida compensado porque logró aliviar sustancialmente sus compromisos de cara a diciembre. "El próximo mes, en lugar de iniciar con vencimientos de $444.140 millones, los pagos a renovar quedan cerca de $250.220 millones", destacaron no casualmente en la Secretaría de Finanzas.

Los analistas valoran la estrategia de buscar más financiamiento genuino, pero a la vez advierten que se recuesta mucho sobre los entes públicos (que han sido los más activos demandantes de estos títulos, dado que los privados pueden comprarlos más barato en el mercado), y que, aun así, el Gobierno está recurriendo a mecanismos que pueden resultar costosos si hay problemas cambiarios o inflacionarios.

"De nuevo, que se cambió deuda en pesos por deuda indexada. En particular, se observa que entró al canje deuda en pesos por $93.670 millones e indexada por $72.508 millones, pero se emitió deuda en pesos por $58.175 e indexada por $121.192 millones", apuntó el economista Gabriel Caamaño, de Estudio Ledesma. Incluso hizo notar que las necesidades de noviembre cerraron "ajustaditas", aun cuando la captación de fondos se vio favorecida por lo que aportó "el bono que los bancos usan para constituir los encajes".

"La colocación de deuda pasó a estar centrada en bonos ajustados por CER (riesgo por aceleración inflacionaria) y bonos dólar linked (riesgo por mayor devaluación), mientras a la vez el Estado vende bonos para acortar la brecha cambiaria", alertó la consultora Mecronomic.

La subasta

Por lo pronto, la subasta del día, destinada a la captación de fondos, incluyó la oferta de reapertura de dos Letras ajustables según la tasa de pases pasivos (Lepases) a 7 días que define el BCRA y se ubica hoy en el 36,50% nominal. Con esas letras buscaba unos 40.000 millones. La más demandada fue la más corta, a vencer en 60 días (el 29 de enero), con la que pensaba tomar $10.000 millones, pero terminó emitiendo $25.066 millones a una tasa del 39,50% anual, ya que paga 3% sobre ese piso. Con la segunda, que vence el 31 de marzo (121 días) y que paga un plus de 3,2%, buscaba $30.000 millones, pero apenas consiguió $12.255 millones pese a haber convalidado un interés del 39,75%.

La licitación incluyó la oferta de una nueva Letra ajustable por inflación (Lecer) con vencimiento el 21 de mayo próximo, con la que buscaba unos $50.000 millones aunque terminó colocando unos $43.700 millones. Ese instrumento pagará un spread del 0,75% sobre la actualización que registre el CER en el período.

Del canje, que daba la posibilidad de entregar 4 bonos (3 letras de distintas características y el Bonar20) para tomar a cambio una canasta compuesta por 2 instrumentos (30% de una letra corta y 70% de un bono a mediano plazo) participaron 38 ofertas, que fueron aceptadas en su totalidad. Se adjudicaron $121.292 millones del Boncer que vence en septiembre de 2022 y $58.175 millones de una Lepase con vencimiento en mayo de 2021.

El Banco Central avisó: los precios subirán por las paritarias y los descongelamientos

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La evaluación oficial destacó que la operación permitió reducir los pagos de deuda en pesos en diciembre por un total aproximado de $194.000 millones, y extender "los plazos de financiamiento del Tesoro", algo con lo que el Tesoro intenta "construir un perfil de vencimientos sostenible". Pero en el mercado comienza a preocupar que cada vez más proporción de deuda pública en pesos esté atada a la inflación o vinculada al futuro del dólar, dado que ya el 87,9% de los US$330.586 millones que forman la deuda bruta total está contraída en esas dos variables, según datos a fin de octubre.

El Banco Central advirtió que el descongelamiento de los servicios, las paritarias y posibles remarcaciones pondrán presión a los precios en los próximos meses. Para la autoridad monetaria hay un proceso de baja en la inflación actualmente, pero que dependerá del propio Gobierno que se consolide de ahora en más.

En el informe sobre política monetaria que publicó el BCRA, se señaló que “Hacia delante, algunos factores podrían ejercer presión sobre el proceso de formación de precios, entre los que se encuentran: la recuperación del precio relativo de los servicios, el avance de acuerdos paritarios y la búsqueda de recomposición de los márgenes de comercialización minorista en algunos sectores”. Y aclara enseguida que “Sin embargo, se espera que la coordinación de estas fuerzas por parte del Gobierno Nacional con los distintos sectores de la economía permita que el proceso en curso de gradual baja en la tasa de inflación continúe”.

La inflación en el tercer trimestre se ubicó por encima del trimestre anterior y los economistas esperan que en noviembre y diciembre haya una aceleración producto de medidas que anunció el Gobierno como por ejemplo, la suba de tarifas. El secretario de Energía, Darío Martínez, habló en la semana de “tarifas de transición” desde marzo a abril.

Además, el propio banco explicó ayer en su informe que la dinámica de los últimos meses “respondió tanto a las actualizaciones de los precios de los alimentos y bebidas y de los productos de limpieza y tocador, como a los aumentos de los precios de un grupo de bienes durables no alcanzados en programas de precios de referencia, que subieron significativamente por encima del nivel general. Los precios de estos productos resultaron particularmente afectados por restricciones de oferta durante los meses de ASPO, y con la flexibilización de las medidas sanitarias comenzaron a enfrentar una demanda creciente”.

El banco señaló en el trabajo que “irá adecuando el ritmo de variación del tipo de cambio a las necesidades de la coyuntura, en el marco de la estrategia de flotación administrada, procurando mantener el tipo de cambio real multilateral en un nivel competitivo y estable. También utilizará todos los instrumentos disponibles para calibrar la liquidez del mercado”, dijo esto último en relación a la tasa de interés.

El día anterior, en el marco de las jornadas monetarias, el ministro de Economía, Martín Guzmán dijo que “la expansión de la liquidez se puede canalizar en parte a la demanda por moneda extranjera y genera presiones cambiarias. En vez de impulsar precios de activos termina afectando los precios de los bienes, sobre la inflación en general”.

El ministro, públicamente, dijo varias veces que el exceso de liquidez que el banco emitió para compensar la contracción de la actividad económica deberá ser reabsorbido por la propia autoridad monetaria y eso ha generado un cortocircuito entre Economía y el BCRA. En las últimas semanas han salido a mostrarse en sintonía, de cara a la negociación del acuerdo con el FMI. El organismo reclama que para que se apruebe un acuerdo de Facilidades Extendidas haya coordinación entre las distintas áreas de la conducción económica.

En el informe, el Banco Central dijo que en este marco, implementó una “armonización de tasas de interés” que incluyó la suba del costo de las operaciones de Pases Pasivos y de Leliqs a la vez que fijó un piso para la remuneración de los depósitos a plazo fijo. El objetivo, afirmó el Central, es que la tasa de interés actúe “como instrumento de estabilización financiera y externa” y así “avanzar en la construcción de una curva de tasas de interés en pesos que facilite y fortalezca la operatoria en el mercado de capitales”.