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 La Nación - Economía

Dólares: el BCRA volvió a vender reservas, pero todavía no es el fin del "veranito financiero"

El "veranito financiero", en el que el Banco Central pudo comprar dólares y recomponer reservas, parece haberse terminado hace una semana, luego de que en las últimas siete jornadas acumulara un saldo neto negativo de US$311 millones, según estimaciones del mercado. Sin embargo, los analistas financieros pronostican que en marzo el viento de cola del aumento del precio internacional de las commodities volverá a jugar a favor para fortalecer las reservas del país.

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Hay más demanda de dólares, pero los analistas creen que el Banco Central tiene reservas para llegar a abril, cuando comience la liquidación de la cosecha Crédito: Shutterstock

El "veranito financiero", en el que el Banco Central pudo comprar dólares y recomponer reservas, parece haberse terminado hace una semana, luego de que en las últimas siete jornadas acumulara un saldo neto negativo de US$311 millones, según estimaciones del mercado. Sin embargo, los analistas financieros pronostican que en marzo el viento de cola del aumento del precio internacional de las commodities volverá a jugar a favor para fortalecer las reservas del país.

De hecho, a pesar de este cambio de tendencia de la venta de dólares en los últimos días, el resultado sigue siendo positivo para la entidad monetaria, que en diciembre se hizo de US$600 millones y hasta el 18 de este mes acumuló otros US$500 millones, según cálculos del economista Fernando Marull.

"El Banco Central tiene US$800 millones para enfrentar lo que resta de este mes, febrero y marzo, hasta que llegue la cosecha en abril", dice el analista, y explica que el cambio de postura compradora a vendedora del Central se debe a que la liquidación del agro bajó de US$130 millones diarios a US$90 millones.

Lorena Giorgio, economista de EconViews, indica también que todavía es muy pronto para decir que el Banco Central está frente a un cambio definitivo de tendencia. "El lunes pasado, el Central pudo comprar unos US$10 millones en el mercado, monto similar a lo que vendió ayer. Lo que sí es cierto es que la estacionalidad de la demanda de pesos ya está empezando a aflojar, como suele ocurrir en febrero, y el excedente de lo emitido a finales de 2020 empieza a sumar presión sobre el tipo de cambio y los mercados paralelos. Habrá que ver qué ocurre con las tasas en las próximas semanas y si el Central logra reabsorber esos pesos", indicó.

Además señala que en la consultora estiman que la balanza comercial aportará al mercado de cambios US$4000 millones más que en 2020 por las divisas del campo. "El Central podría comprar unos US$3000 millones en todo el año. Pero una disparada de la brecha cambiaria, condiciones climáticas adversas que afecten la cosecha, el fracaso de las negociaciones con el FMI y un mayor ruido político en el largo camino hacia las elecciones de octubre, podrían generarle dolores de cabeza al Central y hacernos revisar nuestra proyección a la baja", explicó.

Federico Marengo, de la consultora Arriazu Macroanalistas, comenta sobre el cambio de tendencia en la compa de dólares, pero coincide en que el incremento del precio internacional de la soja "le jugará a favor al Gobierno en el primer semestre del año y probablemente también en el segundo".

"En diciembre y primeros días de enero muchos vendieron dólares porque necesitaban hacerse de pesos por el incremento de gastos. Siempre a mitad de este mes, esta situación cambia y se empiezan a ver excedentes de pesos. Hay que ver cómo el Banco Central los esteriliza, pero parece que la estrategia será seguir con la actual política cambiaria, donde la brecha se mantendrá con los valores actuales, con la perspectiva de una fuerte cosecha gruesa, que tendrá un alto impacto en la liquidación de divisas", dijo Marengo.

Matías Rajnerman, de la consultora Ecolatina, señala que una parte importante de la calma se explica por las mayores restricciones a las importaciones. "Si hay menos cosas que se pueden importar, hay menos necesidades de dólares. Pero es demasiado pronto para establecer una tendencia para un lado o el otro más en un mercado chico como es el de la Argentina, donde un par de jugadores dan vuelta la tendencia en un día", dijo.

"Entre septiembre y noviembre se pospusieron algunas exportaciones. Es muy probable que una parte de eso se haya concretado entre diciembre y enero. Exportamos cosas que correspondían a meses anteriores por expectativas de devaluación. Si eso fue así, hay una posibilidad de que todo eso vaya atenuándose. En algún momento el flujo tiene que normalizarse; lo que jugó en contra te está jugando a favor. Una golondrina no hace verano, pero un tero no hace invierno", concluyó.