Carlos Melconian apuntó contra Martín Guzmán: "Esto es berretalandia". Pese al dólar quieto, la inflación y el desempleo en alza ponen límites al repunte del consumo
Para Carlos Melconian, la Argentina es "berretalandia", aunque ironizó: "Berretalandia contra la explosión no es malo". Para él, el ministro de Economía, Martín Guzmán, debería "pararse en frente" de Alberto Fernández y Cristina Kirchner y explicarles la importancia de que el Gobierno tenga una dirección y que dé determinadas señales. Además, dijo que tendría que preguntarles a cuál de los dos debería "darle bola". "Hay que tener un ministro con peso propio que tome decisiones", remarcó.
Para Carlos Melconian, la Argentina es "berretalandia", aunque ironizó: "Berretalandia contra la explosión no es malo". Para él, el ministro de Economía, Martín Guzmán, debería "pararse en frente" de Alberto Fernández y Cristina Kirchner y explicarles la importancia de que el Gobierno tenga una dirección y que dé determinadas señales. Además, dijo que tendría que preguntarles a cuál de los dos debería "darle bola". "Hay que tener un ministro con peso propio que tome decisiones", remarcó.
En diálogo con TN, el especialista contó que ya no conversa con Fernández "ni en chat ni en diálogo", aunque destacó que -para él- "siempre es un gesto de honor" conversar con cualquier presidente sobre cuestiones profesionales. Sumado a esto, dijo que se está "comprometiendo enormemente el futuro" del país, que "la política tributaria es un mamarracho". Disparó que el gobierno que venga después no podrá "hacer magia".
Durante la entrevista, Melconian fue muy crítico de la gestión del actual ministro, sostuvo que "el manejo económico es titubeante" y tildó su accionar de "mediocre". "No están las condiciones básicas: un modelo de adónde se quiere ir, una política exterior y, en conjunción con eso, un programa macroeconómico que busque estabilidad. Es un programa económico del día a día que quiere evitar el costo político sin pena ni gloria", comenzó analizando y, luego, puntualizó que esta incertidumbre genera un problema en quienes deben tomar decisiones en el país.
Además, el expresidente del Banco Nación cuestionó: "Tardó un año y pico el ministro en darse cuenta que la inflación es un problema macroeconómico, ¿cómo un tipo estudiado en una universidad americana, graduado, al lado de un Nobel, tarda un año en darse cuenta que es un problema macroeconómico?".
Sin embargo, Melconian marcó que coincide con Guzmán en que "la ley de presupuesto es la ley madre" y aclaró que "los presupuestos de los últimos 10 años no cierran, son una proyección. Pese a esto, y en línea con su crítica de que en la administración actual hay "un efecto contradicción", destacó: "Tiene que ser consistente, no 'sanatero'". Y añadió: "La gente está muy cansada de la sanata, se aviva y después el día de la elección tiene que votar a alguno".
En otro tramo de la entrevista, el economista dijo se devaluó un 40% y que "el presidente del Banco Central (Miguel Ángel Pesce) se avivó de berretalandia". De esta manera, proyectó que va a llegar un momento en el que el Gobierno deberá "blanquear" que no llegaron a las expectativos de baja de inflación. "Con esta política monetaria y fiscal el presupuesto es incumplible".
El economista tildó, entonces, de "show" al hecho de que el Gobierno haya imputado a grandes empresas de alimentos por "generar desabastecimiento". Y explicó: "Si tenés reglas de juego concretas, con señales de precios y libertad de trabajo, y mostrás adónde querés ir y procesos de inversión en marcha, yo al que saca del pie del plato le caigo con toda la ley. Pero en el medio de este día a día, que de lo único que se habla es de la Justicia y de la elección, caes en el supermercado, ¿a controlar qué, que no suba la yerba?".
Sobre esto, profundizó: "Son instrumentos formidables del capitalismo en el que creo, cuando tenés reglas. Yo en esos instrumentos punitorios del capitalismo, pegando el palazo, creo, pero no en este sho w. Un fenómeno casi criminal [del Gobierno] es que tiene una política tributaria atentatoria contra el crecimiento y la inversión, y que tiene leyes laborales atentatorias contra la toma de empleo. ¿Cómo podés amenazar sin ninguna autoridad?".
Melconian aclaró que "no pierde ni un minuto" en esa "milonga" de quién tiene la culpa, e insistió: "Este programa no cambia la Argentina, no genera euforia, demanda de inversión, crecimiento ni empleo". Además, lanzó que se está "discutiendo si la inflación es del 30, 40 o del 50%" y dijo que "en ningún lugar del mundo se llama a eso contener los precios". Sobre esto, más adelante, señaló: "No me opongo al deber ciudadano, pero de ninguna manera van a bajar o a estar estables por eso".
De todos modos, opinó: "Frente al que cree que explota, yo creo que no explota; y frente al que cree que esto es algo, es nada. Yo lo he definido como berretalandia porque es 'berreta', pero no para uno que nació cajetilla y ve todo berreta. Yo no nací cajetilla, pero el progreso es una cosa linda del mundo y eso va para atrás". Y siguió: "No rompan más con que fue Macri, de la misma manera que los primeros dos años de Macri, [decían que era por] lo anterior".
Pese al dólar quieto, la inflación y el desempleo en alza ponen límites al repunte del consumo
Con las elecciones en el horizonte, el Gobierno apuesta a que el consumo sea el motor de la reactivación este año, pese a que la dinámica de la inflación y las dificultades en la creación de empleo amenazan con seguir restringiendo el poder adquisitivo.
Mientras busca avanzar en su plan de lograr un acuerdo de precios y salarios, el ministro Martín Guzmán reitera que la recuperación del salario real es la condición necesaria para sostener la actividad. Días atrás aseguró en declaraciones radiales que "la economía necesita tener una demanda pujante y el poder adquisitivo del salario es lo que contribuye a una demanda más pujante".
Sin embargo, desde el IERAL advierten que "la aceleración de la inflación tiende a contraer el consumo y complicar la performance electoral del oficialismo de turno". El ejemplo más reciente es el de 2019: en aquel año el consumo cayó 6,6% anual con una tasa de inflación promedio de 3,6% mensual. "Estos antecedentes explican la preocupación del Gobierno por la marcha de la inflación y su intención de "encorsetar" esta variable en el 29% anual, junto con el reciente anuncio de una "pauta cambiaria" de 25% para el 2021".
En esa línea el IERAL marca que "los primeros datos disponibles de 2021 vinculados al consumo no son negativos". Pero destaca que esta es una temporada de verano "atípica", ya que por la imposibilidad de salir del país "millones de argentinos derivan parte de sus gastos habituales al mercado interno". Mientras entre diciembre de 2018 y febrero de 2019 viajaron al exterior 3,2 millones de personas, esta temporada esa cifra "puede haberse achicado a menos de 500.000", dice el IERAL. Por eso advierten que "de aquí en adelante, la inflación y el desempleo pueden afectar la dinámica del consumo".
Además de frenar el ritmo de devaluación, otra de las medidas que llevará adelante el Gobierno para impulsar el consumo es la suba del piso de Ganancias a $ 150.000 para liberar de este impuesto a 1,2 millones de personas.
"El chip del ‘shock redistributivo’ que hará que crezcan los salarios domésticos por encima de los precios caló hondo en el gabinete económico", afirma la consultora LCG.
Y anticipa que "los esfuerzos para alcanzar una nominalidad que converja a precios y salarios moviéndose a un ritmo del 30% serán costosos y distorsivos". En los hechos esto implica un tipo de cambio real menor, posponer ajustes de precios regulados, demorar la actualización de tarifas públicas, entre otras medidas. "No parece ser un buen un plan resolver algo hoy comprándose un problema para los años siguientes".
Al impacto de la inflación se suma el del desempleo. Para Abeceb, "el principal riesgo es que 2021 se convierta en un año sin rebote del empleo". La consultora detalla que se necesitarán 5 años de crecimiento por encima del 3% para recuperar el empleo que se perdió durante 2020.
Entre 2018 y 2019, el salario real de los trabajadores formales retrocedió 17,5%. Los cálculos de Ecolatina muestran que el poder adquisitivo encadenó en 2020 su tercer año seguido en rojo, perdiendo casi 20% desde comienzos de 2018. El deterioro del salario real registrado fue de 3,2% el año pasado.
Para este año anticipan que el salario real de los trabajadores registrados retrocedería alrededor de 1%. Sin embargo, si la pandemia cede y las restricciones operativas se van relajando con el correr de los meses, y a la vez el Gobierno finalmente pospone los ajustes tarifarios, "habría una recuperación del poder adquisitivo entre puntas, mayor al 3% en el caso de los empleados formales".
Pero como suele ocurrir en Argentina, la clave que definirá las chances de recuperación está en el dólar. "Con un dólar oficial controlado, y un acceso relativamente fluido al mercado para la gran mayoría de las importaciones, la inflación también estará contenida y las posibilidades de que el poder adquisitivo mejore serán relevantes. En cambio, con tensiones cambiarias similares a las de la segunda mitad del 2020, las chances de recomposición se reducirán sensiblemente. El hilo es delgado", afirma Ecolatina.
Con las elecciones en el horizonte, el Gobierno apuesta a que el consumo sea el motor de la reactivación este año, pese a que la dinámica de la inflación y las dificultades en la creación de empleo amenazan con seguir restringiendo el poder adquisitivo.
Mientras busca avanzar en su plan de lograr un acuerdo de precios y salarios, el ministro Martín Guzmán reitera que la recuperación del salario real es la condición necesaria para sostener la actividad. Días atrás aseguró en declaraciones radiales que "la economía necesita tener una demanda pujante y el poder adquisitivo del salario es lo que contribuye a una demanda más pujante".
Sin embargo, desde el IERAL advierten que "la aceleración de la inflación tiende a contraer el consumo y complicar la performance electoral del oficialismo de turno". El ejemplo más reciente es el de 2019: en aquel año el consumo cayó 6,6% anual con una tasa de inflación promedio de 3,6% mensual. "Estos antecedentes explican la preocupación del Gobierno por la marcha de la inflación y su intención de "encorsetar" esta variable en el 29% anual, junto con el reciente anuncio de una "pauta cambiaria" de 25% para el 2021".
En esa línea el IERAL marca que "los primeros datos disponibles de 2021 vinculados al consumo no son negativos". Pero destaca que esta es una temporada de verano "atípica", ya que por la imposibilidad de salir del país "millones de argentinos derivan parte de sus gastos habituales al mercado interno". Mientras entre diciembre de 2018 y febrero de 2019 viajaron al exterior 3,2 millones de personas, esta temporada esa cifra "puede haberse achicado a menos de 500.000", dice el IERAL. Por eso advierten que "de aquí en adelante, la inflación y el desempleo pueden afectar la dinámica del consumo".
Además de frenar el ritmo de devaluación, otra de las medidas que llevará adelante el Gobierno para impulsar el consumo es la suba del piso de Ganancias a $ 150.000 para liberar de este impuesto a 1,2 millones de personas.
"El chip del ‘shock redistributivo’ que hará que crezcan los salarios domésticos por encima de los precios caló hondo en el gabinete económico", afirma la consultora LCG.
Y anticipa que "los esfuerzos para alcanzar una nominalidad que converja a precios y salarios moviéndose a un ritmo del 30% serán costosos y distorsivos". En los hechos esto implica un tipo de cambio real menor, posponer ajustes de precios regulados, demorar la actualización de tarifas públicas, entre otras medidas. "No parece ser un buen un plan resolver algo hoy comprándose un problema para los años siguientes".
Al impacto de la inflación se suma el del desempleo. Para Abeceb, "el principal riesgo es que 2021 se convierta en un año sin rebote del empleo". La consultora detalla que se necesitarán 5 años de crecimiento por encima del 3% para recuperar el empleo que se perdió durante 2020.
Entre 2018 y 2019, el salario real de los trabajadores formales retrocedió 17,5%. Los cálculos de Ecolatina muestran que el poder adquisitivo encadenó en 2020 su tercer año seguido en rojo, perdiendo casi 20% desde comienzos de 2018. El deterioro del salario real registrado fue de 3,2% el año pasado.
Para este año anticipan que el salario real de los trabajadores registrados retrocedería alrededor de 1%. Sin embargo, si la pandemia cede y las restricciones operativas se van relajando con el correr de los meses, y a la vez el Gobierno finalmente pospone los ajustes tarifarios, "habría una recuperación del poder adquisitivo entre puntas, mayor al 3% en el caso de los empleados formales".
Pero como suele ocurrir en Argentina, la clave que definirá las chances de recuperación está en el dólar. "Con un dólar oficial controlado, y un acceso relativamente fluido al mercado para la gran mayoría de las importaciones, la inflación también estará contenida y las posibilidades de que el poder adquisitivo mejore serán relevantes. En cambio, con tensiones cambiarias similares a las de la segunda mitad del 2020, las chances de recomposición se reducirán sensiblemente. El hilo es delgado", afirma Ecolatina.