El stockeo en el inicio de la pandemia hizo caer fuerte el consumo en marzo. Inflación: remarcan que los controles no sirven y que la emisión acelera los precios

En marzo, las ventas cayeron 9,7% en las grandes cadenas.

En materia de consumo, marzo se presentó con resultados muy contrastantes respecto del mismo mes del año pasado cuando los consumidores salieron a stockearse por temor a la cuarentena. Precisamente, por esa base alta de comparación, el mes pasado, las ventas en supermercados, autoservicios y comercios de barrio se desplomaron 18,3% y acumulan en el primer trimestre una caída de -9,8%, según los datos que maneja la consultora Scentia.

“Ya lo anticipábamos, habiendo sido marzo 2020 un mes pico histórico de consumo (+16.2) debido al stockeo realizado por el comienzo de cuarentena, las variaciones de marzo de este año fueron fuertemente negativas”, explicaron en la consultora..

En este periodo los datos resultaron negativos para todos los canales de venta. Sin embargo, según Scenia se puede ver una diferencia significativa en el comportamiento entre los puntos de venta. Mientras que las cadenas de supermercados tuvieron un desempeño negativo del 9.7%, los autoservicios independientes, retrocedieron mucho más: 24.7%.

Las canastas de consumo, según la consultora Scentia

“Esto se explica en parte porque los autoservicios en marzo 2020 habían crecido más de 8 puntos sobre los súpers, por ende tenían una base mucho más alta, pero también suma a la explicación la diferencia de precios entre canales que genera cambios en la elección del lugar de compra”, explican en la consultora.

Sobre este tema de la brecha de precios entre los canales, debatieron el martes en un webinar organizado por la Cámara Argentina de Supermercados (CAS), referentes del Comercio y de la industria. “Hoy el autoservicio se está encareciendo versus el resto del mercado por la dinámica de compra y de abastecimiento”, explicó entonces Dario Hernández, gerente de cuentas de la consultora Scanntech.

Ese gap de precios que oscila en el 10% está anclado en que "el 90% de los productos que se vende en los supermercados se hace con dinámicas promocionales de la cuales es muy dificil salir.”, explicó el analista. “Cuando el super hace una oferta de precios del 3 x2, se pone un 5% por debajo de otros canales. De otro modo está un 15% arriba”, ejemplificó.

Tal vez por esta razón, la mayor caída del consumo se detecta en los autoservicios (incluidos los chinos) con caídas del 24,7%, especialmente en el Amba (-28,5%) mientras que en las grandes góndolas, la merma promedió el 9,7%, según Scentia.

Al presentar sus datos del primer trimestre, la cadena española Dia explicó en un comunicado que““la comparativa de las ventas a partir de marzo de 2021 va a constituir un desafío para nuestro sector dado el aumento de la demanda sin precedentes que experimentaron los principales minoristas de la alimentación durante 2020”. Y agregó:. “si bien en la actualidad las restricciones siguen respaldando el consumo en los hogares, seguimos siendo cautos sobre el escenario post-Covid dada la incertidumbre existente en torno al camino hacia la normalización.”

La evolución del consumo en los supermercados y autoservicios.

Un análisis adicional sobre la performance del consumo de Scentia es el siguiente: para dejar de lado el efecto negativo que produce la comparación versus marzo del año pasado,se comparó marzo 2021 versus marzo 2019. El resultado arrojó una caída del 4.7% para el todo el mercado, "donde autoservicios caen -9.6% y las cadenas crecen 2.3%".

Respecto de cuáles fueron los productos menos consumidos el mes pasado. Según Scentia, solo las ventas de bebidas con alcohol y los artículos Impulsivos (snacks y golosinas) fueron positivas en supermercados. Y ninguna categoría lo fue en el segmento de los autoservicios. Es decir, se dejaron de comprar los alimentos básicos, como fideos, harinas y lácteos, inclusive las bebidas sin alcohol. Y ni siquiera se salvaron de la caída, los productos de limpieza del hogar y de la ropa, los únicos que venían sosteniendo los volúmenes positivos en los últimos meses.

Inflación: remarcan que los controles no sirven y que la emisión acelera los precios

Para los economistas, el escalofrío de la inflación del 4,8% en marzo es un reflejo de la emisión monetaria que se desbocó en 2020 a medida que se extendió la cuarentena. Frente a esto aplicar controles de precios equivale a "podar en el Amazonas".

Aún con el dólar planchado, las tarifas congeladas y los controles a pleno el dato de marzo fue el séptimo registro más alto en los últimos treinta años, según consigna el economista Bruno Panighel. El más alto fue el de abril de 2002, cuando llegó al 10,4% tras la devaluación que empujó al dólar de $ 1 a $ 4. Ahora la divisa aumentó apenas 8,5% en el primer trimestre, contra una suba de precios acumulada de 13%.

"El Gobierno tiene mal diagnóstico de la inflación. Por lo tanto, mala terapia. Y pronóstico reservado. Los controles de precios son pérdida de tiempo y energía", disparó el ex ministro Hernán Lacunza.

Lacunza no tiene dudas acerca de cuál es la causa de la espiral. "El proceso inflacionario dura un embarazo: emitís pesos hoy y los precios suben a los 9 meses". 

En 2020 la masa monetaria creció en 575.000 millones de pesos para hacer frente a la crisis de la pandemia y la cuarentena. El año pasado "el Gobierno había descubierto la maquinita de la felicidad: “la emisión no genera inflación”. Para Lacunza, insistir con los controles de precios "es como podar en el Amazonas".

"Durísimo dato de inflación, muy superior a lo esperado. Abril probablemente sea menor pero se mantendrá en un piso elevado. Se necesitan medidas efectivas, no controles", apuntó Camilo Tiscornia, de la consultora C&T.

La inflación fue de 4,8% en marzo y marcó su máximo desde septiembre de 2019
Marina Dal Poggetto también señaló que "los pesos que se inyectaron tienen efecto sobre los precios y sobre las cantidades. Hoy se está pagando el costo de la brecha desbocada de octubre de 2020", cuando la distancia entre el dólar blue y el oficial llegó al 150%.

El impacto sobre los precios se produce porque "hay incertidumbre sobre los costos de reposición. La demanda traccionó, pero nadie sabe cómo y a cuánto va a poder recomponer stocks".

Hasta hace un mes el mercado era más optimista sobre la inflación. El último Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) recortó la proyección anual de 48,1% a 46%. Y para marzo estimaban un registro de 3,9%.

"Lo que demuestra este nivel de inflación es que no sirve controlar uno por uno los precios de la economía y a la vez pretender fijar cantidades. La inflación, desde estos niveles, se baja despacio con un plan macroeconómico consistente (fiscal, monetario y cambiario)", tuiteó Juan Ignacio Paolicchi, de la consultora Empiria.

El piso de este año
¿Hasta dónde llegara esta aceleración de precios? Para la consultora ACM, "la continuidad de ajustes de precios regulados y la inercia inflacionaria combinado con el impacto de la emisión monetaria del año anterior podrían ponerle un piso a la inflación en torno al 47% en 2021".

Por ahora los economistas no ven cambios en la política contra la inflación. "El Gobierno parece estar concentrando esfuerzos en profundizar los controles precios, demorar y moderar el ajuste de tarifas y apelar al ancla cambiaria para fijar expectativas", marca la consultora LCG y proyecta 50% de inflación para todo el año.