Economistas al cruce de Guzmán: advierten que el control estatal es insuficiente para bajar la inflación. Después del impacto de marzo esperan que baje poco
El ministro de Economía dijo en una entrevista con Clarín que la intervención del Estado es necesaria 'cuando el mercado falla'. Los expertos desconfían de los resultados. El Club de París reclamó a Martín Guzmán un acuerdo con el FMI para postergar el pago de mayo
Nota al ministro de economía Martín Guzmán en París
En medio de su gira europea, Martín Guzmán justificó el paquete de medidas que presentó su equipo económico la semana pasada. Para el ministro de Economía, una mayor intervención estatal ayudará a cumplir con la meta de inflación propuesta para este año. "El Estado debe jugar un rol en alinear comportamientos con aquello que macro económicamente es factible en una economía que aún no ha resuelto sus problemas de coordinación. Nosotros estamos llevando a cabo esas acciones para corregir los desvíos que se dieron entre lo que se proyectaba y lo que se realizó; y poder cumplir con los objetivos macroeconómicos del Presupuesto", dijo Guzmán a este diario.
Sin embargo, los economistas consultados por Clarín coinciden en que la meta del 29% de inflación anual que se trazó Guzmán a fines del año pasado ya quedó distorsionada y que las estrategias que se plantearon la semana pasada de controles de precios e intervención sector por sector difícilmente consigan el efecto deseado. Reclamaron un plan consistente desde el punto de vista monetario y fiscal "para desarmar los efectos de la feroz emisión" del año pasado.
"Es cierto que hay una falta de coordinación entre las expectativas de los formadores de precios y lo que está ocurriendo... Pero no sabemos quién está equivocado. La gente no está siguiendo las pautas de inflación puestas en el Presupuesto porque hay un contexto que el Gobierno no previó en su diagnóstico: la caída de la demanda de dinero", afirmó el economista Daniel Marx, de Quantum, quien añadió: "Esto ocurre en parte debido a la desconfianza hacia adelante. pero también porque las tasas de interés están muy por debajo del aumento de los precios. Al mismo tiempo, es cierto que hay un tema de oferta, pero el Gobierno tiene dificultades para entender cuáles son los incentivos necesarios para aumentarla".
En este punto, Gabriel Zelpo advirtió: "En esta situación, una mayor intervención estatal solo disminuirá la oferta y agravará aún más el problema de los precios. Las anclas planteadas no están surtiendo efecto: el Gobierno disminuyó su tasa de depreciación del tipo de cambio y aún así los precios no se mutaron".
El economista Pablo Goldin remarcó: "La historia argentina está llena de este tipo de iniciativas: con medidas puntuales, sectoriales, micro para bajar la inflación precio por precio, mercado por mercado. Pueden servir transitoriamente, dentro de un programa macro más integrado", dijo y enfatizó: "La inflación es un problema macroeconómico. El control de precios puede ser un capitulito más dentro de un esquema general con foco en los problemas macro".
Para Hernán Hirsch, el diagnóstico oficial falla justamente debido a la poca coordinación de las variables macro: "Salvando las distancias, la situación económica resulta similar a lo que ocurría en el gobierno de Macri. No estaban dadas las condiciones macro para cumplir con una meta demasiado exigente. El Gobierno ahora tiene que recurrir a otros instrumentos, como el control de precios, porque tanto su política monetaria como su política fiscal no son consecuentes con los objetivos propuestos".
Amilcar Collante coincidió: "Parece que Guzmán no va a ir a la raíz del problema, sino que que insistirán con más controles. Eso está probado que fracasó. Debería anunciar alguna señal fiscal ( achicar meta de déficit fiscal de 4,5%) y consecuentemente la emisión monetaria futura del BCRA. De fondo, no hay un ancla de expectativas .Porque que no hay un plan macroeconómico ( fiscal y monetario) de mediano plazo a la vista", explicó.
A pesar de las dudas que genera el programa propuesto por el Gobierno, los analistas coinciden con Guzmán en que a partir del mes que viene podrían comenzar a bajar los precios, aunque muy lejos del ritmo esperado."Si el dólar aumenta en torno al 1,3% mensual, los salarios cerca de 2,5% y las tarifas menos del 1% por mes, debería garantizarse que la inflación baje sin necesidad de un control de precios", dijo Gabriel Rubinstein, que prevé que para fin de año la tasa de inflación sea de 40% anual.
Después del impacto de marzo esperan que la inflación baje, pero poco, en abril: la ven entre 3,5%
El miércoles de esta semana el ministro Martín Guzmán señaló que la inflación de marzo iba a ser la mas alta del año. Algo que el INDEC ratificó ayer cuando informó que el indice de Precios al Consumidor (IPC) aumentó 4,8% en ese lapso. Resta confirmar hacia adelante si el IPC empieza a dar cifras más bajas, tal la aseveración del ministro.
Los economistas por ahora le dan la razón a Guzmán. Diversos consultores que dialogaron con Clarín también hablan de una desaceleración ya que los factores estacionales, como los aumentos en la Educación y la Indumentaria, y algunos precios regulados ya impactaron en marzo y no se computan en abril, con excepción de las prepagas que vuelven a subir este mes. Así, los analistas estiman que la suba del mes rondará el 3,5% . Pero algunos llegan a pronosticar que podría acercarse también al 4%. En cualquier caso: demasiado alta.
El economista Lorenzo Sigaut Gravina, cuenta que la está viendo entre 3,5 y 4%. "Lamentablemente se coloco hace cinco meses en niveles elevados y persistentes pero en abril viene un poco mas baja", dice. "Un punto importante es que ya se está haciendo efecto el ancla cambiaria. El Banco Central en marzo subió el dolar oficial 2,7% en promedio y la inflación fue 4,8%. En lo que va de abril, va una suba menor al 1%, probablemente esté por debajo del 2% este mes. Con lo cual, esto mas el ancla de las tarifas en el AMBA, deberían frenar un poco el proceso inflaciónario", señala. La pregunta es "cuanto es de sostenible esto". Y concluye: "en la medida en que se pueda seguir usando el ancla cambiaria y tarifaria, la inflacion debería ir bajando, o por lo menos para que se ubique debajo del 4%".
Luciano Cohan, de la consultora Seido espera un aumento del 3,5% y explica: “en abril estamos viendo una inflación mas baja que la de marzo". Según el analista un condicionante de peso será si se avanza hacia algún tipo de cuarentena y se repite algo parecido a lo del año pasado. “Ahi se enfrentaría el riesgo de repetir los excesos monetarios de nuevo”. De plasmarse este escenario, “en la segunda mitad del año podríamos ver inflación en estos niveles o mas alta”, dice.
Otra hipótesis es que en el corto plazo, la inflación podría tener un “techo”, por la caida que deberla venir en la actividad y por la llegada de los dolares de la soja que permiten sostener el oficial y el blue como anclas de la inflación.
Para la consultora Eco Go, el alza de abril rondará el 3,5% o 3,8%. Entre quienes esperan una moderación en el índice general de abril está la consultora LCG. “Por ahora, opera un nuevo incremento de los combustibles (+5%), suba de expensas por el cierre de paritarias de encargados de edificios (5%-7%), prepagas (5%) y subtes, taxis y peajes desde mediados de mes. Entendemos que el índice de inflación seguirá ubicándose en un nivel todavía alto, en torno al 3,5%-4% mensual”, advirtió.
Según la consultora ACM, en los próximos meses “la inflación se mantendrá por encima del 3% producto de la inercia inflacionaria y la abundante liquidez del sector privado”. Sumado a eso, agregaron, “en abril están estipuladas subas en prepagas (4,5%), lo cual sumado a ajustes en combustibles y tarifas podría determinar que la inflación se ubique en torno a 4%”. Un posible aplazo en el ajuste de ciertos precios regulados como también la intención explicita de desacelerar el ritmo devaluatorio podrían traccionar hacia abajo el índice.
El Gobierno, por su parte, descuenta que "mes a mes” la inflación se va a ir reduciendo, según transmitió el equipo económico después de que se conoció el impactante número de marzo. La evaluación oficial es que la reactivación internacional impulsó al alza los precios de los commodities exportables -fundamentalmente alimentos- y que eso está afectando al mercado local pero que, independientemente, están detectando un "conflicto distributivo" y que hay sectores que no cumplen con los acuerdos de precios y salarios a los que llegaron las empresas y los sindicatos.
El Club de París reclamó a Martín Guzmán un acuerdo con el FMI para postergar el pago de mayo
Fuentes oficiales confirmaron que los ministros de Economía y representantes de las principales tesorerías europeas señalaron que es "importante" el acuerdo con el FMI para reestructurar el vencimiento que la Argentina deberá afrontar el 30 de mayo con el Club de París.
El país debe que pagar unos US$ 2.400 millones al Club de París. El vencimiento es el 30 de mayo. Aunque luego cuenta con 60 días de gracia y después el default. Por lo tanto hay tiempo hasta el 29 julio para efectuar este pago o llegar a un acuerdo que permita refinanciarlo.
En el Gobierno hablan de un acuerdo que consista en una "solución creativa". Cuando se pregunta sobre los términos específicos de ella las respuestas por ahora no abunda en detalles. "Una solución que tome en cuenta nuestras necesidades y restricciones", explican desde el Gobierno. "Los incentivos están alineados".
Por su parte, para que el Club de París acepte reestructurar una deuda, el deudor en cuestión (en este caso la Argentina) debe presentar una auditoría de sus cuentas. El Club de París toma como estándar el artículo IV del FMI. Argentina no cuenta con un artículo IV desde 2018 y el próximo será una vez que cierre un programa con el FMI. "Definitivamente, nos dijeron que es importante", resumió una fuente oficial al tanto de las negociaciones sobre las reuniones que mantuvo el ministro Guzmán con sus pares europeos.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, se reunió este viernes en la ciudad de París con su par de Finanzas francés, Bruno Le Maire, y con el Director General del Tesoro y presidente del Club de París, Emmanuel Moulin, con quienes avanzó en el dialogo sobre la renegociación de la deuda argentina.
En este marco, el titular del Palacio de Hacienda mantuvo un encuentro por la mañana con Le Maire, con quien conversó sobre las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y con el Club de París. Además, los ministros dialogaron sobre las relaciones entre la Argentina y Francia, y el trabajo en el G-20 para afianzar reglas que conduzcan a una mayor estabilidad y sustentabilidad global.
El último tramo de la gira europea se desarrollará en la ciudad de Moscú donde se sumará la asesora presidencial, Cecilia Nicolini, y con quien avanzarán en la profundización de la relación de cooperación estratégica con Rusia.
Kicillof renegoció una deuda con el Club de París de US$ 9.700 millones. El organismo (un club de los principales ministerios de Economía del mundo) acepta una reestructuración de los pagos bajo un acuerdo con el FMI y sino que le paguen. Kicillof hizo esto último. A la Argentina le queda la última cuota de US$ 2.400 millones y ahora Guzmán busca refinanciarla.
Guzmán, acompañado en la gira por Sergio Chodos, representante argentino en el FMI, también planteó a sus pares los reclamos que Argentina llevó al FMI: que el organismo acepte que los países puedan redistribuir la emisión de fondos frescos que hará este año a otras economías y que baje las sobretasas a los intereses que le cobra a la Argentina. Guzmán transmitió sus posiciones en Europa.