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 Clarín - Economía

El primer trimestre dejó un déficit fiscal del 0,5% del PBI, el resultado más bajo en seis años. Martín Guzmán pasa la gorra: vuelve a colocar deuda en pesos

Fue por el efecto de la reestructuración de la deuda. Pero advierten que la pandemia podría hacer crecer el gasto. Martín Guzmán pasa la gorra: vuelve a colocar deuda en pesos después del tropezón de la semana pasada

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El ministerio de Economía avanzó en el primer trimestre en el ajuste fiscal.

Con un déficit fiscal del 0,5% del producto bruto, el primer trimestre del año marca un ajuste en las cuentas públicas, que lo lleva a exhibir el mejor resultado en los últimos seis a años.

El déficit fiscal acumulado al primer trimestre fue de $ 184.408 millones. Este resultado incluye el pago de los intereses de la deuda. Si se mira solo el déficit público, sin la deuda, el saldo negativo equivale a 0,18% del producto, por debajo del resultado del año pasado, cuando el gasto estuvo "engordado" por el arranque de la cuarentena.

Los datos surgen del informe  fiscal de marzo que presentó el ministerio de Economía. Pese a los avances del trimestre, el rojo de las cuentas públicas creció fuerte en marzo y llegó a $ 74.446 millones. Así multiplicó por cuatro el resultado de febrero, cuando el déficit había sido de $ 18.757 millones.

Con relación a febrero, los gastos subieron en marzo en $ 91.000 millones, mientras que los ingresos lo hicieron en $ 37.000 millones. Entre un mes y otro las partidas para prestaciones sociales saltaron $ 68.000 millones.

El economista Nadín Argañaraz detalló que en el primer trimestre los ingresos totales crecieron un 10,5% real respecto a igual periodo de 2020, mientras que el gasto primario se ubicó casi al mismo nivel en pesos constantes, ya que aumentó solamente un 0,7%. El gasto total, con los intereses incluidos, cayó un 5,7% real por el efecto de la reestructuración de la deuda.

De este modo, el trimestre permite ver como el Gobierno fue aplicando un ajuste del gasto. De hecho, Argañaraz detalla que el gasto corriente primario, sin contar los pagos de la deuda, bajó alrededor del 6% en rubros relevantes como los salarios y las prestaciones sociales.

En cambio hubo subas en los subsidios a la energía y el transporte, un alza del 23,6% y del 19,3% en términos reales, respectivamente. Los dos rubros ganaron así participación en la estructura del gasto público nacional.

"En el primer trimestre de 2021 se lleva acumulado un resultado primario que resulta deficitario por el equivalente a un 0,18% del PIB. Es mucho menor a lo que ocurrió el año pasado, y se encuentra más en línea con el déficit primario acumulado en 2018, por ejemplo", marca Argañaraz.

Más gasto Covid

De cara a las restricciones que ya se aplicaron por la segunda ola de Covid y a las que podrían sumarse, Argañaraz plantea que "la segunda ola del COVID-19 abre un interrogante principalmente por el lado del gasto. El presupuesto 2021 no tiene contemplado un gasto Covid".

Hasta ahora el "gasto Covid" de esta segunda ola contempla el pago de un bono de $ 15.000 a casi 1 millón de beneficiarios del AMBA entre titulares de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y monotributistas A y B. Esto ya implica un gasto de casi $ 15.000 millones.

Además, el Gobierno extendió las ayudas del REPRO para las empresas del sector privado en dificultades, principalmente en el rubro gastronómico. Esto supondría un gasto adicional de $ 1.400 millones.

Pero los economistas advierten que si las restricciones a la actividad se profundizan esto impactará en la recaudación y los ingresos fiscales, lo que llevaría a un alza del déficit. Para este año el rojo previsto es de 4,5% del producto bruto.

El mes pasado, los ingresos totales del sector público llegaron a $ 560.576 millones, un aumento del 64,1% contra marzo de 2020. Y los gastos sumaron $ 635.042 millones.

En marzo, el gasto de capital fue el principal impulsor del gasto primario, con una suba de $ 23.639 millones, un salto del 142,4%. Esta dinámica se explica por el incremento de la inversión de empresas públicas, además de mayores transferencias de capital a las provincias.

En este rubro se destacan la asistencia para obras de saneamiento hídrico ( $ 2.961 millones), las transferencias para el sector Educación ($1.745 millones) y partidas para el desarrollo de viviendas por $ 1.603 millones.

También hubo un salto en las transferencias corrientes que se incrementaron $ 53.328 millones. En este universo resaltan las erogaciones del Ministerio de Desarrollo Social en concepto de los programas Potenciar Trabajo (con $ 14.532 millones, un alza de 21%) y Políticas Alimentarias ($ 3.648 millones, un aumento de 48,7%), y la asistencia en materia de subsidios energéticos a CAMMESA; ($ 9.000 millones; un alza de 42,9%).

El informe consigna también que en marzo se destinaron $ 6.240 millones a la adquisición de vacunas.

Martín Guzmán pasa la gorra: vuelve a colocar deuda en pesos después del tropezón de la semana pasada

Hoy es un día clave para el ministro Martin Guzmán que buscará llevarse una buena noticia del mercado tras los disgustos de la semana pasada. Este miércoles Economía saldrá a buscar financiamiento por al menos $ 50.000 millones para poder renovar vencimientos de deuda y conseguir pesos para cubrir una porción del déficit público.

La semana pasada Guzmán se enfrentó a dos noticias negativas. Por un lado, la inflación de marzo fue del 4,8%, la más alta en dieciocho meses. Por el otro buscó financiamiento en el mercado local por $ 73.000 millones ofreciendo tasas bajas y apenas consiguió $ 37.830 millones.

Hoy miércoles se realizará la segunda licitación de abril, con un menú de cinco Letras y un bono a tasa fija, diseñado a la medida de los bancos. Buscará $ 25.000 millones a través de LEDES y LEPASE a 98 y a 160 días, con tasas de entre 37,25% y 39,75%, más un titulo a un año que se ajusta por CER con un rendimiento de 1,9%.

Además les ofrece a los bancos un bono a tasa fija del 22%. Allí pretenden levantar otros $ 25.000 millones. Si bien la tasa es negativa frente a la inflación, el instrumento es atractivo para los bancos porque sirve para integrar encajes, la porción de los depósitos de los ahorristas que las entidades deben mantener inmóvil. Así los bancos pasan de tener encajes con 0% de rendimiento a contar con una tasa del 22%.

Para los analistas financieros, este bono les va a garantizar cubrir buena parte del financiamiento que buscan. "Solo por el bono estimamos que podrían obtener entre $ 30.000 millones y $ 50.000 millones", señaló Nery Persichini, de la consultora GMA.

Hasta febrero el Guzmán venía con una buena racha en las colocaciones de deuda en pesos. "Era una estrategia con relativo éxito desde que empezó a bajar la brecha cambiaria. Desde octubre se podía financiar no solo los vencimientos sino parte del déficit y de esa forma se le sacó presión a la emisión monetaria".

En los primeros dos meses del año "se renovaba la deuda vencida (rollover) en más del 100%. En las dos últimas licitaciones el rollover cayó al 50%", señala Persichini.

Esto ocurrió porque "el Gobierno no mostró rendimientos atractivos para los nuevos bonos; ofrecía títulos por debajo del rendimiento de mercado". Para el economista de GMA con el cepo cambiario, "el Gobierno tiene una demanda cautiva para los inversores en pesos y está tirando de la soga de ese recurso".

Tras la colocación de mañana queda una licitación más para la semana próxima. Parte del problema que enfrenta el Gobierno se relaciona con que hay fondos de inversión del exterior que tienen colocaciones en pesos por un monto equivalente a US$ 4.000 millones.

"Los inversores off shore quieren desarmar posiciones en pesos y esa es una presión a la venta que podría incidir sobre el mercado del contado con liqui", sostiene Persichini.

El riesgo de aumentar la emisión
El Gobierno debe rollear 2 billones de pesos en lo que queda del año más unos $ 662.000 millones para cubrir el 40% del déficit estipulado en el Presupuesto.

"Para cumplir esa meta, el rollover debería promediar el 129%. Para aceptar nueva deuda CER en ese tramo, probablemente el mercado exija una mayor recompensa real", plantea Persichini.

"La estrategia de economía es emitir deuda al plazo más corto posible para pagar la menor tasa", apunta Jorge Neyro, de la consultora ACM. "Eso la semana pasada no funcionó demasiado, puede ser que ahora funcione mejor pero es todo muy finito".

"La inflación también complicó la demanda de los bonos a tasas fija, porque los bonos se emiten a tasas negativa o casi, y no dan seguridad frente a la inflación", detalla Neyro.

Aún así Neyro espera que la licitación de mañana salga mejor que la de la semana pasada. "Le puede ir mejor pero no se sabe cuánto mejor. En la licitación anterior habían mejorado algo la tasa y no les fue bien. Lo que más influye en la reacción de los inversores es la percepción de cómo se va a mover todo en los próximos meses".

¿Qué pasa si Guzmán pasa la gorra y el mercado no responde?. "El riesgo es que si no se consiguen pesos en el mercado haya que ir a buscarlos al Banco Central", plantea Neyro.

"El riesgo de tener que volver a recurrir al Banco Central está muy ligado a las restricciones a la circulación y a la dinámica de la pandemia, porque esto afecta a la recaudación y seguramente empuje el gasto social", dice Persichini.

Miguel Pesce tendrá que aumentar la asistencia al Tesoro si Guzmán no recauda pesos suficientes. Foto: Federico López Claro

Gustavo Neffa, de Research for Traders, marca que el aumento en la asistencia del Banco Central ya está ocurriendo."El mes pasado fueron $ 135.000 millones los que estuvo emitiendo el Banco Central para el Tesoro en marzo. Y este mes podría incluso aumentar la tendencia".

Otro de los elementos que complican el rollover es que ya empieza a registrarse un aumento de la dolarización. "Eso puede verse en los mercados a futuro. A comienzos del mes, el dólar futuro para las elecciones de octubre estaba en $ 110 y hoy ya está en $ 114,5".