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 La Nación - Economía

El rebote de la tasa de los Estados Unidos alerta a los mercados

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La tasa del bono del Tesoro a 10 años rebotó alrededor de 20 puntos básicos en 10 días. El nivel actual (cercano a 1,40%) está lejos de asustar, pero la magnitud y la velocidad del rebote llamaron la atención del mercado. Paradójicamente, la inflación y la perspectiva de actividad económica invirtieron sus roles en su efecto sobre las tasas. Mientras el IPC de julio (0,3% versus el 0,4% esperado) reflejó una desaceleración desde junio, el robusto informe de empleo americano y la aprobación del plan de infraestructura reflotaron la pujante recuperación del producto. Si el ritmo de la actividad se extiende, resulta lógica una suba de la tasa real, y, por lo tanto, de las tasas nominales. Así lo leyó el mercado, y la curva de rendimientos pausó el aplanamiento, revirtió su dirección y recuperó el nivel de mediados de julio.

Los bonos argentinos tuvieron un repunte

El salto en la tasa libre de riesgo afectó el mercado de deuda emergente y el precio de las commodities. A pesar del clima turbulento, los globales argentinos no detuvieron su buen andar. El precio promedio alcanzó nuevamente los 37 dólares, su mayor nivel desde mediados de junio. Los instrumentos de indenture nuevo encabezaron los avances y acumulan subas de entre 3,4% y 3,6% en lo que va de agosto. Después de transcurrir julio muy rezagados –los inversores privilegiaron las ‘Current Yield’ (CY) más atractivas que los bonos de indenture viejo–, los 29s/30s/35s captan la atención y comprimen los spreads frente al resto. ¿Por qué? Si el inversor cree que vendrán noticias positivas que aumenten la probabilidad de que la Argentina pueda cumplir los pagos de deuda más allá de 2023, los 30s/35s quedaron sub-priceados.

Señales de deterioro en las variables de la macroeconomía

No fue una buena semana para el contexto macroeconómico. Con una nueva transferencia de utilidad, el financiamiento monetario del Banco Central al Tesoro trepó a los $670.000 millones en el año. De hecho, $430.000 millones de ese monto (64,1%) fue transferido en los últimos 50 días, lo que refleja una situación fiscal más frágil, que incluso irá agravándose en los próximos meses. Según la estacionalidad histórica, el peor momento del gasto llegará entre septiembre y diciembre. En tanto, el BCRA sigue sin comprar dólares en el MULC y las reservas netas no levantan cabeza. El stock de reservas de libre disponibilidad en el BCRA ya se ubica 1300 millones por debajo del pico del 19 de julio. Y el IPC de julio se ubicó en 3% en línea con lo esperado. Así, la inflación acumula 29.1% en el año.

Una semana signada por la presentación de balances

Durante esta semana, muchas empresas argentinas publicaron sus resultados del segundo trimestre del año. Los más destacados fueron los de YPF y Pampa Energía; el nuevo Plan Gas permitió mejorar la rentabilidad en el rubro, con un precio del gas natural entre 50% y 100% superior al de 2020. Las empresas de servicios como Transener, Edenor y TGN continúan mostrando un deterioro de sus ingresos en términos reales, afectados por el atraso tarifario. Por último, la suba de la alícuota de Ganancias sancionada en junio (ley 27.630) impactó en el cálculo del impuesto diferido, generando abultadas pérdidas netas en la mayoría de las empresas. Pese a ello, el Merval escaló 4,2%, en línea con el movimiento de los bonos argentinos y la calma en los tipos de cambio libre.

El nuevo capítulo de la historia de la deuda bonaerense

La provincia de Buenos Aires enmendó la propuesta de restructuración de deuda y hubo sorpresas negativas para los inversores. En relación al comunicado anterior (donde se anunció el acuerdo con el principal tenedor), la provincia hizo más severo el castigo a los bonistas que no acepten la oferta. Al menú de instrumentos incorporó un tercer bono (de peores condiciones) al que solo accederán los inversores que no acepten la propuesta. Si el equipo de Kicillof alcanza los umbrales de adhesión mínima para gatillar las cláusulas de acción colectiva (CACs), el inversor que no acepte no recibirá la compensación por intereses devengados no pagos (10% en Cash + 90 en nuevos títulos) y quedará con el peor instrumento.

Pedro Siaba Serrate

 

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