La propuesta del nuevo FCI impulsado por la CNV genera más dudas que entusiasmo en el mercado
La Comisión Nacional de Valores propuso una nueva categoría de fondos comunes de inversión que tendrán títulos del Tesoro Nacional y fondos money market. Por el historial crediticio de deuda en pesos y la volatilidad normativa de corto plazo, no esperan un éxito en la propuesta.
El desarrollo del Gobierno, de la mano de la Comisión Nacional de Valores (CNV), de un nuevo segmento de Fondos Comunes de Inversión (FCI), generó más dudas que entusiasmo en el mercado.
Este será un fondo de deuda en pesos de corto plazo que podrá tener títulos del Tesoro nacional. Tras el reperfilamiento que hizo el ministro de Hacienda Hernan Lacunza durante el Gobierno de Mauricio Macri, operadores creen que la iniciativa podría levantar cierto reparo entre los inversores y clientes de los fondos.
Para logar un mejor resultado en las licitaciones de deuda, la CNV estableció mediante la Resolución General 900/2021 un régimen para la constitución de Fondos Comunes de Inversión abiertos de Títulos del Tesoro.
La estructura que tendrán estos fondos será la de inversiones en pesos de deuda nacional en un 55%, mientras que el 45% restante puede ser invertido en cuotapartes de otros FCI money market.
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Los analistas de Portfolio Personal Inversiones (PPI) detallaron que la resolución establece una estructura determinada para generar una mayor demanda en cada una de las licitaciones del Tesoro.
"Entendemos que al ser una categoría de fondos identificable, podría resultar más fácil para establecer diferentes incentivos, como posibles beneficios impositivos, o cualquier reglamentación con el objetivo de generar una mayor demanda de títulos soberanos de deuda en pesos y facilitar el financiamiento del Tesoro en el mercado doméstico. Se entiende que estas medidas buscan rotar los flujos de los MM a esta nueva categoría de fondos -o al menos un porcentaje de ellos", detallaron.
Según datos provistos por PPI, como referencia, hoy la industria de fondos supera los $ 2.6 billones de activos bajo administración, donde el 50% del market share se encuentra en los fondos de liquidez inmediata que ofrecen una TNA por encima del 30% (anual).
El reperfilamiento en la cabeza del inversor
Sin embargo, hay cierto rechazo por parte de algunos de los participantes del mercado ya que consideran que la experiencia del reperfilamiento de Lacunza de la deuda en pesos afectó a la industria de fondos comunes de inversión de una manera que terminó generando mucha cautela y desconfianza en los inversores.
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"Esta medida puede servir pero no creo que aliente a inversores que buscan hacer rendir los pesos de corto plazo, es decir, de capital de trabajo. El reperfilamiento de la deuda en pesos de Lacunza generó un gran perjuicio a los inversores que destinaban los pesos para hacerlos trabajar en el transcurso del mes. De hecho, a partir de tal evento es que nacieron los fondos money market puros, es decir, los que no tienen deuda soberana o activos cotizantes. Quien quiera más riesgo hoy va a un T+1", explicaba el portfolio manager de un fondo local.
La misma fuente resaltaba que en este caso, "el riesgo crediticio le juega en contra a la propuesta ya que haber defaulteado deuda en pesos y haberle generado un perjuicio al inversor, desalienta este tipo de alternativas".
El director de inversiones de un fondo local explicaba que luce difícil el éxito de esta propuesta, principalmente por lo transaccional que se volvió el mercado de FCI, donde la mayoría de los inversores buscan un horizonte de inversión de muy corto plazo, pero a la vez baja volatilidad y previsibilidad.
"La mayoría de los inversores prefiere estar más corto, aunque deje algo de rentabilidad en el camino, principalmente debido a la incertidumbre futura y las malas experiencias del pasado cercano operando con títulos públicos (reperfilamiento, reestructuración, etc.). El inversor que compra un money market valora características como el devengamiento diario y la falta de exposición a precios de mercado, algo que no se lograría con este tipo de fondos nuevos", comentó.
Por otro lado, desde el mercado explicaban que la propuesta no llega en un buen momento "normativo".
"La volatilidad cambiaria y las regulaciones en el mercado financiero generan un contexto de desconfianza del inversor. En vez de buscar alternativas de mayor riesgo, busca opciones más conservadoras. Tener deuda del tesoro nacional en pesos es una opción de mayor riesgo que la de un money market. Hay que ver cómo avanza, pero a priori me parece que puede encontrar más dificultades que ventajas", advertía el gestor de cartera en pesos de un FCI local.
Otro especialista de la industria remarcaba que esta medida es algo que ya se venía hablando hace varias semanas.
"Está claramente en la línea de rascar la olla para lograr los target de rollover de deuda desafiantes que tienen hacia adelante. Y la zanahoria de 45% de MM pero a costa de un 55% de piso de letras no me parece una alternativa superadora para los que tienen T+1. En cualquier caso, hoy podes armar una cartera de money market y T+1 en base al perfil que tenga cada fondo y termina siendo una opción mas eficiente que la planteada actualmente por el mercado", comentó.
Finalmente, el portfolio manager de un fondo en pesos de un fondo local resaltaba lo extraño de la propuesta.
"Es rara la alternativa ya que mezcla conceptos. El que invierte en money market busca darles una rentabilidad marginal a los pesos, pero son inversiones a corto plazo. Quien quiera más riesgo, hay fondos T+1 conservadores y T+1 más arriesgados. Esto se mete en la mitad de lo que ya existe, pero no ofrece una opción superadora de rentabilidad y riesgo al cliente. Quien invierte a más de 3 meses busca cubrirse de algún riesgo de la economía doméstica, como la inflación o devaluación. No hay mucho inversor genuino de deuda argentina. Y si hay alguno es de muy corto plazo", comentó el especialista.