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 El Cronista

Por la guerra Rusia-Ucrania, los campos argentinos vuelven a atraer a inversores extranjeros

Pese a las barreras legales para la compra de campos por parte de extranjeros y a la incertidumbre económica local, el conflicto entre Rusia y Ucrania hizo que los inversores internacionales volvieran a mirar campos en la Argentina, que atrae por bajos precios y alta demanda

Invertir en campos hoy puede ser un negocio más que rentable. Es que, como consecuencia de la pandemia, los precios en las zonas más exclusiva, bajaron en promedio un 10%. A esto, se suma que como consecuencia de la guerra con Rusia, Ucrania se vio desplazada como actor agrícola-ganadero en el mundo y la Argentina, con precios inmobiliarios rurales retrasados en dólares, atrae la atención de inversores de todo el mundo.

"Hoy, los precios están retrasados comparado con los países que integran el cinturón maicero en el mundo. La causa principal tiene que ver con la coyuntura argentina", explica Juan José Madero, director de Campos de LJ Ramos.

Los principales productores de maíz en el mundo son Ucrania, los Estados Unidos y la Argentina, con la Pampa Húmeda como protagonista. Estos suelos, que presentan las mejores condiciones para la agricultura, representan el 4% del total de la tierra.

 

 

 

Como consecuencia del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, cada vez más europeos consultan para comprar campos en la Argentina, reconoce Madero. "Quieren escapar de la situación bélica", explica. Es que el retraso de los precios inmobiliarios rurales en la Argentina hace que los campos sean más que atractivos para los inversores extranjeros, que buscan tierras fértiles y a valores accesibles.

Sin embargo, Madero recuerda que, desde 2011, existe una ley local que limita la venta de campos a extranjeros. "Eso impactó y no invita a los extranjeros a colocar sus dólares en el país", explica.

"Esta ley debería ser revisada porque, hoy, los extranjeros invierten en Paraguay y Uruguay", opina.

Qué pasa con los precios de los campos

 

Desde fines de 2019 hasta mediados diciembre de 2021, los precios inmobiliarios rurales en la Argentina bajaron, como consecuencia de la pandemia. "En las zonas núcleo, la baja alcanzó un 10% y, en los campos más marginados, esos números fueron del 50%", explica Madero.

Se vende desde 1911

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La zona núcleo es el área más productiva del país, ideal para cultivo de granos, y está comprendida por las regiones del norte de la provincia de Buenos Aires y sur de Santa Fe y Córdoba

Pero, en los últimos meses, empezó a evidenciarse un amesetamiento en los valores de la tierra. "Los precios de los campos dejaron de bajar como consecuencia de una mayor demanda, por los coletazos de la guerra entre Ucrania y Rusia", explica el broker inmobiliario rural.

Según datos de la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR), el índice que elabora la entidad fue de 31,89 puntos en abril, lo que mostró una significativa suba, del 39%, respecto del mes anterior, en cuanto a actividad. No obstante, sigue siendo un 7,4% inferior al promedio de los últimos cinco años para el mismo período.

Oportunidad de inversión

"Los campos llegaron a valer u$s 11.000 por hectárea. Estamos hablando de la zona núcleo. Son precios muy bajos para el tipo de tierra. Hoy, vemos que esos valores se recuperaron pero seguimos muy bajos comparado a otros suelos similares en el mundo", explica Madero.

La producción agropecuaria es tomadora de pesos: por más que el precio de la soja u otros commodities como los granos coticen en dólares, a la hora de pagar, se hace en moneda local.

 

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Ante las pocas alternativas que tienen las empresas para colocar los pesos en el mercado, invierten, por ejemplo, en campos agropecuarios."Esta es una de las principales razones por las cuales creció considerablemente la demanda", agrega Madero.

 

 

La demanda del alquileres de campos también subió en el último año, lo que generó muy poco stock disponible y precios altos. En consecuencia, comprar un campo para arrendar es una inversión más que atractiva.

"Los precios en 2021 subieron un 15% en lo que respecta a alquileres y la suba este año es más estable", finaliza Madero.