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 La Nación - Economía

Después de una década dorada, las fintech se enfrentan a fuertes desafíos

Las tasas de interés en alza y la desaceleración de la actividad económica en diferentes partes del mundo golpean al modelo de negocio que ganó protagonismo en los últimos años; cómo impacta la constante incorporación de nuevos jugadores

La conferencia anual Money 20/20 es el espacio en el cual las rock star de las fintech hacen acuerdos y cortejar a los inversores. Pero el tono festivo que tuvo este año el evento no estuvo sincronizado con el clima fuera de la sala. Pesan sobre el sector las tasas de interés en alza y la amenaza de una desaceleración de la actividad económica.

Muchas fintech que cotizan en bolsa han visto caer su capitalización de mercado en más del 75% desde junio de 2021. Firmas privadas se ven forzadas a “rondas a la baja”, que reducen su valor anterior. En las últimas semanas, un triste elenco de fintech cotizadas en miles de millones de dólares, desde Klama, dedicada al “compre ahora, pague después”, hasta Wealthsimple, una aplicación para operaciones financieras, anunciaron despidos. En total las fintech echaron a 5500 empleados desde el 1° de mayo, según el sitio Layoffs. El año pasado no había habido ningún despido.

Es que el escenario actual contrasta con el de exuberancia de 2021, cuando hubo un auge de las finanzas digitales y una búsqueda de ganancias por parte de inversores. El año pasado, las startup financieras consiguieron US$132.000 millones, más que el doble que en 2020; 150 de ellas consiguieron una valuación de US$1000 millones o más. Ahora, quienes las respaldan muestran desconfianza, especialmente los capitalistas de riesgo “no tradicionales”, tales como fondos de riqueza soberana y fondos de pensión. Algunos inversores de capital de riesgo se están retirando de acuerdos que habían firmado.

Para mucha gente del sector la baja sirve para eliminar la espuma del mercado. “Hubo mucha avaricia”, dice Vidia Peters de Marqeta, una firma de tarjetas de débito. Se piensa que el actual sacudón se limitará a una corrección de las valuaciones, y que las tendencias seculares que impulsaron a las fintech siguen presentes. “Muy poco ha cambiado”, dice Rana Yared de Balderton Capital, una firma de inversiones de riesgo. Las recientes bajas, señala, han hecho retroceder solo a los niveles de comienzos de 2020.

Pero la escasez de fondos podría infligir un daño real. Olivier Guillaumond del banco ING, que invierte en fintech, dice que está aconsejando a firmas de su cartera a acumular deuda en vez de capital, para evitar diluir las valuaciones. Pero eso significa más crédito cuando suben las tasas. Los inversores de riesgo también están pidiendo a las startup que acumulen más dinero para unirse contra shocks. El patrón de un “neobanco” dice que están planeando reducir su presupuesto de marketing un 75%. Eso, sin embargo, podría afectar el crecimiento de las valuaciones que han tendido a basarse en ello.

Para peor, los modelos de negocios están expuestos a un ambiente económico que empeora. Muchas fintech dependen de la securitización de las carteras y tarjetas de crédito, o de la financiación mayorista de bancos, para alimentar sus operaciones, lo que las hace vulnerables a las tasas de interés en alza. La baja de los ingresos de los hogares y del consumo podría llevar a tasas de default más altas y a comisiones más bajas para firmas de pagos.

La marea está cambiando de otras maneras también. Algunas firmas habían buscado explotar resquicios legales que las ayudaban a evitar algunas de las cargas regulatorias que se les imponen a los bancos; muchos de esos resquicios se están eliminando. Otros han visto sus productos convertidos en commodities, al aumentar mucho el número de sus competidores.

Fintech grandes con mucho dinero están respondiendo a los problemas diversificándose más rápido. Wise, que ofrece pagos internacionales a bajo costo, ha lanzado una plataforma de compra y venta de acciones y herramientas contables para empresas. Stripe, un gigante de los pagos que reunió US$600 millones en 2021, lanzó ramas de crédito empresario y emisión de tarjetas. John Collins, su presidente, dice que la firma considera extender sus servicios.

Mientras tanto, bancos y emisores de tarjetas de crédito gigantes están a la expectativa de oportunidades de compra, al caer las valuaciones de las startup. En la primera sesión de Money 20/20 se vio a un directivo de Visa Europa hablar con entusiasmo de convertirse en una “red de redes”. Mastercard ha patrocinado uno de los escenarios de la conferencia. Dicho de otro modo, las empresas establecidas se están metiendo en la fiesta. © The Economist

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