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 El Cronista

Alerta: ¿volverá la presión sobre la cadena de suministro mundial?

Los retrasos son más cortos y los costos de envío más bajos, pero la geopolítica y la política china de cero Covid siguen siendo una amenaza para la logística y el comercio exterior

Las maniobras militares en el estrecho de Taiwán no auguran nada bueno para las cadenas de suministro mundiales. Sin embargo, al margen de la posibilidad de que las tensiones entre Pekín y Taipéi provoquen interrupciones, los problemas logísticos que se convirtieron en la tónica habitual durante la pandemia están disminuyendo.

Tras 18 meses turbulentos -por lo que especialistas del sector describen como una "tormenta perfecta" de factores que van desde la falta de inversión crónica y los cierres inducidos por el Covid-19 hasta el atasco de un gigantesco portacontenedores en el Canal de Suez-, los datos recientes apuntan a una vuelta a la calma relativa.

El costo medio de transportar un contenedor de tamaño estándar por vía marítima se ha reducido en torno a un 45% desde el máximo registrado en otoño del año pasado, según datos de la empresa internacional de transporte de mercancías Freightos.

El número de buques que hacen cola en el puerto ha caído un 75% desde principios de año, a pesar de que el puerto ha registrado su mes de junio más activo en un siglo.

Según el portal de la cadena de suministro Flexport, los plazos de entrega de la carga aérea también están mejorando.

El índice que evalúa la presión de la cadena de suministro global, creado por el Banco de la Reserva Federal de Nueva York, ha bajado un 57% en julio desde su máximo.

Las empresas de la mayoría de las grandes economías informaron de una reducción de los plazos de entrega de materiales en julio, según la última encuesta mensual de S&P Global a los gestores de compras.

La falta de materiales y equipos ya no es un factor que limite la producción de los fabricantes con sede en Europa, según las encuestas dirigidas por la Comisión Europea.

"Las presiones sobre la cadena de suministro eran tan graves que las empresas detenían la producción y la escasez hacía que los precios se disparasen", explica Joanna Konings, economista senior de ING Bank. "Ahora estamos empezando a comprobar que las mercancías pueden llegar a los destinos a los que tienen que llegar. Y que el sistema de comercio internacional es dinámico y puede recuperarse", añade.

Muchos expertos confían en que la presión siga remitiendo en los próximos meses.

Más del 40% de los fabricantes estadounidenses encuestados por la Reserva Federal de Filadelfia esperan mejoras en los plazos de entrega en los próximos seis meses.

Aunque estas mejoras deberían repercutir positivamente en la economía mundial, también pueden reflejar una caída de la demanda de bienes, ya que la elevada inflación -que se debió, en parte, al aumento del costo del transporte marítimo y de los materiales durante 2021- ha reducido el poder adquisitivo.

El índice de gestores de compras de julio informó de la caída de los pedidos. Esto es, según Jennifer McKeown, de Capital Economics, "una prueba más de que el debilitamiento de la demanda está abriendo algo de capacidad sobrante y permitiendo que las condiciones de la oferta mejoren".

Los centros logísticos, por su parte, se han adaptado a las tensiones que han sufrido ellos y sus trabajadores desde la primavera de 2021.

"Hemos sido capaces de procesar la carga con más eficacia", explicaba un portavoz del Puerto de Los Ángeles.

Emile Naus, que dirige el equipo de operaciones de la consultora BearingPoint, afirma que las empresas de logística y almacenamiento han mejorado la gestión de la capacidad que tienen. "La adopción de la automatización es mucho mayor de lo que habíamos visto hasta ahora", afirma.

Sin embargo, el camino hacia la normalidad y la recuperación de las condiciones anteriores a la pandemia, en las que la entrega puntual se había convertido en la norma, no está exento de riesgos.

La prisa navideña de fines de verano está a la vuelta de la esquina. "Lo que me preocupa es que entremos en la temporada alta y los transportistas no pueden gestionar más, entonces vamos a empezar a ver la congestión de nuevo", dijo Josh Brazil, vicepresidente de la cadena de suministro de project44, una plataforma de datos.

La inflación también ha advertido el riesgo de acciones sindicales. Y, aunque los tiempos de espera fuera de Los Ángeles casi han desaparecido, hay congestión en la costa este de EEUU y en el norte de Europa.

No sólo son preocupantes las disputas de China con Taiwán y EEUU. También está la insistencia de Beijing en que su postura de cero Covid sigue siendo la mejor manera de enfrentar los nuevos brotes de la enfermedad, una política que ha provocado la gran cantidad de cierres de puertos y fábricas.

Nathan Sheets, economista principal global de Citi, dijo: "Lo que hemos visto hasta ahora es sólo un paso en esa dirección, pero es probable que algunos trastornos nos acompañen, durante meses, quizás años".