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 El Cronista

La "pesadilla" de Wall Street: bancos tienen que pagar más de u$s 1000 millones en multas por usar WhatsApp

La investigación de la SEC plantea preguntas sobre cómo los bancos controlan las comunicaciones en una era de desaparición de mensajes.

En 2018 y 2019, mientras los banqueros de JPMorgan Chase perseguían lucrativas órdenes de WeWork, en medio de una agresiva expansión, enviaron mensajes a uno de sus clientes más prominentes a un ritmo frenético. Pero al hacerlo, infringieron las normas que rigen las comunicaciones en Wall Street.

La Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, en los inicios de una investigación que se ha extendido por todo Wall Street, descubrió que JPMorgan no había rastreado más de 21.000 mensajes de texto y mails, enviados y recibidos en celulares personales o a través de apps no aprobadas, relacionados con la empresa de coworking, según personas familiarizadas con el asunto.

La investigación, que se hizo pública el año pasado, se extendió a un número cada vez mayor de bancos, que ahora se preparan para pagar más de u$s 1000 millones en multas a la SEC y la Comisión de Negociación de Futuros de Productos Básicos (CFTC), una crifra enorme en comparación con las sanciones anteriores por incumplimiento de los registros.

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También ha suscitado dudas sobre la capacidad de los bancos para supervisar a los negociadores en una época en la que los mensajes desaparecen. A medida que la investigación se ha ido ampliando, algunos banqueros han contratado a sus propios abogados, según personas familiarizadas con el asunto, por temor a la responsabilidad personal y para evitar que sus empleadores accedan a sus teléfonos privados para comprobar si hay mensajes de trabajo. Otros se han negado a ser representados por los abogados contratados por sus empresas.

"El tema de los mensajes es una pesadilla", dijo un alto directivo bancario de Wall Street.

En diciembre, JPMorganacordó pagar una multa de u$s 200 millones para resolver el asunto, de los cuales u$s 125 millones se destinarán a la SEC y u$s 75 millones a la CFTC. La sanción de la SEC se refería al trabajo de JPMorgan para "un cliente de banca de inversión", que era WeWork, según las personas familiarizadas con el asunto.

Las operaciones del banco con WeWork forman parte de una serie de casos citados por la SEC que demuestran un mantenimiento de registros insuficiente, que incluye la conservación inadecuada de mensajes de WhatsApp, mensajes de texto y correos electrónicos. Otros ejemplos incluyen un grupo de operadores de crédito que intercambiaron más de 1000 mensajes en un grupo de WhatsApp titulado "Portfolio Trading/auto ex".

JPMorgan y la SEC declinaron hacer comentarios. WeWork no respondió a una solicitud de comentarios.

Ahora, un grupo de otros bancos, incluidos Morgan Stanley, Barclays y Credit Suisse, han destinado cantidades similares para cubrir posibles acuerdos con los reguladores estadounidenses.

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"Es una medida bastante importante", dijo David Rosenfeld, profesor asociado de la Universidad del Norte de Illinois y exabogado de la SEC, señalando que Morgan Stanley y MerrillLynch pagaron u$s 15 millones y u$s 2,5 millones, respectivamente, por incumplimientos en el mantenimiento de registros en 2006.

"En 2006, u$s 15 millones se consideraba una cifra bastante grande... pero aun así, esto es un salto cuántico", añadió.

Las multas, que podrían anunciarse este mismo mes, han tomado desprevenidos a algunos bancos. El CFO de Credit Suisse, David Mathers, dijo a los inversores en julio que el banco suizo "no preveía el cargo de u$s 200 millones en relación con las comunicaciones electrónicas no aprobadas".

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El uso de los celulares personales para hacer negocios también ha puesto de manifiesto las diferencias entre los banqueros y sus homólogos de riesgo y compliance.

En Deutsche Bank, el personal llevaba años quejándose de que estaban en desventaja frente a sus rivales porque tenían prohibido utilizar WhatsApp para trabajar -tanto para hablar con clientes como con colegas-, según una persona familiarizada con el asunto. Muchos clientes han llegado a preferir WhatsApp como una forma más fácil e inmediata de comunicarse.

El departamento de compliance no autorizaba el uso de WhatsApp o WeChat sin una manera formal de controlar los mensajes, pero algunos banqueros decidieron empezar a utilizar las apps de todos modos a pesar de no contar con un software suficientemente sólido para controlar las comunicaciones, dijo la persona.

Se hizo un intento fallido de utilizar la plataforma de mensajería Symphony, dirigida por Goldman Sachs, pero el personal la encontró demasiado engorrosa y posteriormente la calificó de "inútil", añadió la persona. Como resultado, muchos empezaron a utilizar WhatsApp y mensajes de texto a pesar de que su uso estaba expresamente prohibido. Los controladores internos encontraron pruebas de ello al detectar palabras y frases en correos electrónicos grabados.

En julio, Deutsche Bank tomó una provisión de 165 millones de euros para el "cumplimiento normativo" relacionado con las investigaciones sobre WhatsApp de la SEC y la CFTC. El CEO, Christian Sewing, y su equipo de alta dirección también se ofrecieron a renunciar a 75.000 euros de sus primas para mostrar su arrepentimiento por su responsabilidad en la cultura interna poco rigurosa.

Al hacerlo voluntariamente, evitaron el riesgo de que el consejo de supervisión de Deutsche Bank investigara sus propias comunicaciones de texto y WhatsApp, lo que podría haber dado lugar a sanciones más graves, dijo la persona.

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Deutsche Bank ha actuado con más decisión este verano, exigiendo a ciertos empleados que instalen en sus teléfonos una aplicación llamada Movius que permite al personal de compliance supervisar las llamadas, los mensajes de texto y las conversaciones de WhatsApp con los clientes, según ha informado el Financial Times.

Deutsche Bank dijo que "las afirmaciones relativas a las supuestas interacciones entre los empleados del banco de inversión y el cumplimiento son incorrectas, al igual que su descripción de la justificación del consejo de administración".

El banco añadió que "respondió en una fase temprana a los indicios de que los servicios privados de mensajes cortos se estaban utilizando para las comunicaciones comerciales en el sector y el consejo inició inmediatamente medidas para garantizar, en particular, la documentación adecuada de las transacciones comerciales y el cumplimiento de los requisitos de conservación".

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La SEC ha argumentado que la laxitud en el mantenimiento de registros ha impedido varias investigaciones a lo largo de los años. En su orden de sanción a JPMorgan, el regulador dijo que las prácticas inadecuadas de mantenimiento de registros significaron que el banco en numerosas ocasiones dio respuestas incompletas a las citaciones y solicitudes de información del Gobierno.

Después de que JPMorgan pagara su multa de u$s 200 millones, la SEC les comunicó a los demás bancos investigados que las sanciones serían proporcionales a la mala conducta descubierta, según dijeron personas familiarizadas con el asunto.

Sin embargo, los reguladores tuvieron dificultades para cuantificar las infracciones en las diferentes instituciones, lo que dio lugar a la previsión plana de multas por u$s 200 millones en varios grandes bancos, dijeron las personas.

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Se espera que algunos bancos más pequeños paguen multas más bajas. Jefferies ha reservado u$s 80 millones para cubrir las sanciones derivadas de la investigación.

"¿Qué pueden imponer que no les haga ir a juicio? Siempre hay un ida y vuelta sobre por qué las cifras son injustas... pero tienen una discreción bastante amplia", dijo un abogado involucrado en el caso.

El uso no autorizado de celulares personales para hacer negocios ya era un problema antes de la pandemia de Covid-19, pero la práctica se generalizó durante los confinamientos ordenados por el Gobierno, cuando muchos trabajadores, incluidos los de la banca, pasaron a trabajar desde casa.

Ahora, a medida que se acumulan las multas, los bancos están tomando medidas drásticas y los banqueros tienen que encontrar nuevas formas de trabajar.

Credit Suisse y HSBC han despedido a empleados que han utilizado apps de mensajería no aprobadas con clientes. JPMorgan ha prometido contratar a un consultor de compliance para que revise y evalúe sus prácticas de registro.

WhatsApp y aplicaciones como Signal, en las que los mensajes pueden programarse para que desaparezcan tras un periodo de tiempo, están prohibidas por muchos empleadores. Y cuando los banqueros reciben un mensaje relacionado con el trabajo en su celular personal, bancos como Goldman Sachs exigen ahora a los empleados que hagan una captura del mensaje y la remitan a compliance para que se conserve. Goldman declinó hacer comentarios.

Pero la cuestión está lejos de estar resuelta. En última instancia, si los bancos quieren frenar el uso de una lista de apps no aprobadas que muta continuamente, van a tener que cambiar la mentalidad de los empleados, según Dan Nardello, exfiscal federal de Manhattan y actual CEO de la empresa de investigaciones globales Nardello & Co.

"Si la gente quiere comunicarse fuera del canal, lo hará", dijo. "Puedes implementar todo el software que quieras, pero no es infalible. Se trata de un cambio cultural".