Estados Unidos: la inflación se acelera y en Wall Street temen una reacción más agresiva de la Fed
La persistencia de la alta inflación hizo temblar a Wall Street mientras los inversores esperan una respuesta monetaria más dura por parte de la Reserva Federal.
La rápida suba de los precios en Estados Unidos no dio señales de disminuir en septiembre, lo que provocó una fuerte venta en Wall Street, donde los inversores temen que la Reserva Federal tenga que ser aún más agresiva para frenar la inflación galopante.
El índice de precios al consumo (CPI, por sus siglas en inglés), que excluye los costos volátiles de la energía y los alimentos, subió un 6,6% en términos anuales el mes pasado, más rápido que el 6,3% de agosto, y su ritmo más rápido en cuatro décadas.
El aumento del CPI general el mes pasado -incluyendo la energía y los alimentos-, subió un 8,2% con respecto al año anterior, lo que supone un cambio mínimo con respecto al aumento anual del 8,3% registrado en agosto.
En comparación con el mes anterior, el CPI general subió un 0,4%, mientras que el subyacente aumentó un 0,6%.
La persistencia de la alta inflación ha sido un enorme dolor de cabeza político para la Casa Blanca y los demócratas del Congreso, eclipsando la rápida recuperación de la pandemia con la creación de millones de puestos de trabajo desde que Joe Biden asumió la presidencia.
Los altos funcionarios económicos de la Casa Blanca esperaban inicialmente que el salto de la inflación fuera efímero, y luego se apuraron a buscar formas de aliviar las interrupciones de la cadena de suministro y reducir los precios de la gasolina, mientras la Reserva Federal comenzaba a endurecer su política monetaria.
Los inversores y los economistas habían estado buscando señales de que la Fed podría empezar a ralentizar el ritmo de sus subas de tasas desde los 0,75 puntos porcentuales que ha anunciado en cada una de sus tres últimas reuniones. Pero los datos del CPI del jueves sugieren que esa medida no está aún en el horizonte inmediato.
Kathy Bostjancic, economista jefe de finanzas de Estados Unidos en Oxford Economics, dijo que la inflación seguía siendo "obstinadamente elevada" debido a "un aumento continuo de base amplia" en los precios de los servicios básicos. "Las elevadas lecturas de la inflación mantendrán a la Reserva Federal en un modo de ajuste agresivo y en el camino de al menos otros 125 puntos básicos este año", escribió en una nota.
Una de las características más preocupantes del informe del CPI fue que los costos de la vivienda aumentaron un 0,7% en septiembre, y un 6,6% en términos anuales.
En medio de la intensificación de la presión política, Biden terminó llegando a un acuerdo con el Congreso para promulgar un paquete legislativo llamado Ley de Reducción de la Inflación, que incluía medidas para reducir el costo de algunos bienes, como los medicamentos con receta, pero que tuvo poco efecto sobre los precios a corto plazo.
Biden reconoció que los estadounidenses estaban " asfixiados por el costo de vida" y dijo que había "más trabajo" que hacer para luchar contra la inflación, aunque se habían hecho algunos "progresos". Afirmó que si los republicanos toman el control del Congreso "los costos cotidianos subirán, no bajarán".
Los republicanos han hecho del aumento de los precios una parte central de su mensaje a los votantes, culpando a la administración Biden por las subas y vinculándolas al estímulo liderado por los demócratas y promulgado por el presidente en marzo de 2021, que inyectó u$s 1,9 billón en la economía estadounidense.
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Varios legisladores y candidatos republicanos hicieron énfasis en las nuevas cifras que muestran que el índice de precios al productor (una medida de precios mayoristas para empresas), aumentó más rápido de lo esperado en septiembre.
Rick Scott, el senador republicano de Florida que preside el Comité Senatorial Republicano Nacional, dijo que en su estado la inflación era una "patada insoportable para las familias que tratan de recuperarse" tras el huracán Ian.
Mike Crapo, el republicano de mayor rango en el comité de finanzas del Senado, dijo: "Las familias y las empresas estadounidenses siguen siendo golpeadas por la inflación galopante generada por las imprudentes políticas de gasto de la administración Biden".
Los consumidores estadounidenses han recibido cierto alivio por la caída de los precios de la gasolina que se produjo durante el verano: por ahora, el pico de inflación bajo Biden se produjo en junio, cuando el CPI subió un 9,1% en términos anuales. Pero a la administración y a los funcionarios de la Reserva Federal les habría gustado que los aumentos se hubieran atenuado más rápidamente de lo que lo hicieron.