De EE.UU. a Rusia y China, el Gobierno redefine la política exterior de Argentina
El Presidente viajará a la cumbre por la Paz en Francia y a la reunión del G20. Se preparan nuevos lineamientos para las relaciones con las potenciasn centrales y América latina. Expectativas por las elecciones en Brasil
Alberto Fernández le tomó el gusto a los viajes y a la pasarela internacional por lo que potenciará su esquema de política exterior en lo que le resta de mandato bajo un objetivo único: redefinir los lazos de la Argentina con el mundo y establecer un nuevo esquema de relaciones diplomáticas con algunos actores centrales.
El nuevo contexto de volatilidad mundial desatado por la guerra en Ucrania sumado a las expectativas que hay por las elecciones Brasil y el nuevo rol de Europa ante la tensión comercial de Estados Unidos y China despertaron en el Presidente nuevos objetivos para el futuro inmediato.
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Desde su rol activo de presidente pro témpore de la CELAC, la comunidad de países de América latina y el Caribe, Alberto Fernández siente que puede desplegar propuestas y estrategias nuevas de relacionamiento con el mundo. También cree que puede redefinir la política exterior para poner a la Argentina en "un nuevo rol protagónico", como replicó ante El Cronista un destacado funcionario del Gobierno que elabora con el Presidente los trazos centrales de la política exterior.
En los próximos días Alberto Fernández tendrá nueva vidriera mundial. Viajará el 11 y 12 de noviembre a París, invitado por su par de Francia, Emmanuel Macronpara participar de la "Cumbre por la Paz" y luego se trasladará a Indonesia para estar entre el 15 y 16 en la cumbre de presidentes del G20. Con todo este recorrido, el jefe de Estado reconfiguró la política exterior con vistas para el año que le resta de mandato en función de los siguientes escenarios posibles:
VíNCULOS CON EE.UU.
La postergada reunión a solas de Alberto Fernández con Joe Biden no tiene fecha aún. En la Cancillería aseguran que "es muy probable" que ese encuentro se pase para enero o febrero ya que ahora se vienen las elecciones de medio término en Estados Unidos y luego las fiestas. Sin embargo, en el Gobierno destacan que hay "una relación muy buena" con Washington y agradecen los gestos de Biden para forzar un apoyo a la Argentina del directorio del FMI.
Los dos pilares centrales de las relaciones bilaterales hoy están sustentados en los embajadores Marc Stanley de Estados Unidos y el argentino Jorge Argüello. "Ambos embajadores son el motor de las relaciones bilaterales y es muy loable lo que está haciendo el embajador Stanley", explicó a El Cronista Luis Savino del Centro de Estudios Americanos.
No obstante, las relaciones bilaterales mantienen un nubarrón de tormenta que tiene que ver con las trabas a las importaciones de biodiesel, acero y aluminio argentinos que impone Estados Unidos. El embajador Argüello está tratando de resolver este espinoso tema aunque por ahora no hay indicios de que la administración de Biden modifique esta posición proteccionista.
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ACERCAMIENTO A CHINA
El Gobierno acaba de recibir de Beijing los detalles técnicos del memorándum de entendimiento entre Argentina y China por el acuerdo de la Ruta de la Seda. Esto contempla más de 17 proyectos de obras financiadas por la administración china, que sumadas a los acuerdos que sellaron Alberto Fernández y Xi Jinping en febrero pasado totalizan 23.000 millones de dólares en materia de inversiones para el país.
La Cancillería trabaja en estos días en los ajustes que debe hacer la Argentina al acuerdo de la Ruta de la Seda para avanzar de una vez con el desembolso de fondos chinos para concretar las obras de infraestructura, las represas en la Patagonia, la ampliación de la red ferroviaria Sarmiento, Belgrano y San Martín o las obras de los puentes en Corrientes y plantas de tratamiento de agua, entre otras.
Por ahora, el acuerdo por la construcción de una central nuclear con financiamiento y tecnología de China viene demorado. En el Gobierno aseguran que "hay intención política real" de concretar este proyecto pero dependerá de la espalda que tenga la Argentina ya que se trata de una obra de 9.000 millones de dólares.
RUSIA EN LA MIRA
El caso de Rusia es extraño para el Gobierno. Alberto Fernández estuvo en febrero pasado con Vladimir Putin en Moscú y tenían muy buena sintonía al punto que el presidente argentino ofreció que "la Argentina sea la puerta de América latina" para las inversiones rusas. Luego se desató la guerra en Ucrania y las relaciones bilaterales se congelaron. Como consecuencia, el comercio bilateral se desplomó a la mitad del volumen histórico.
La Argentina condenó la invasión rusa en Ucrania pero no se acopló a las sanciones económicas que aplicaron Estados Unidos, la Unión Europea o Canadá contra el Kremlin. Ahora Alberto Fernández está tramado junto con el presidente de Francia una estrategia de acercamiento a Putin para convencerlo de poner fin a la guerra. De esto hablaron a solas en Nueva York hace un mes atrás.
"El Presidente está abocado a trabajar por la paz y frenar la guerra que tanto daño hace a la economía mundial", dijo a El Cronista un funcionario del Gobierno que está detrás de esas negociaciones. La visita a París para participar de la Cumbre por la Paz convocada por Macron forma parte de esta estrategia de acercamiento a Rusia sin los actores centrales de la OTAN.
La idea es convocar a aliados históricos de Rusia de América latina, África y Asia para tratar de lograr un puente con Putin. No se descarta incluso la participación del Papa Francisco en todo este entramado.
La decisión de Alberto Fernández de evitar en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU una condena a Rusia y China por las violaciones a los derechos humanos en esos países forma parte de esta diplomacia del acercamiento que busca la Argentina con esos países.
ELECCIONES EN BRASIL
En el Gobierno hay mucha expectativa por el resultado de la segunda vuelta en Brasil y está claro que la posición de Alberto Fernández es favorecer a Lula Da Silva.
Allegados al canciller Santiago Cafiero explicaron a El Cronista que si gana el líder del PT las relaciones entre la Argentina y Brasil "cambiarán rotundamente al punto de potenciarse comercial y económicamente". En caso contrario, la continuidad de Jair Bolsonaro en la presidencia brasilera seguirá manteniendo en el freezer a las relaciones bilaterales y los vínculos se limitarán al trabajo que hacen hoy los embajadores de ambos países.
Para la Argentina será crucial que gane Lula ya que Alberto Fernández jugó a fondo por esa victoria electoral y cree que esto le daría un fuerte impulso al Mercosur. En los últimos días, el Presidente dio instrucciones precisas al embajador Daniel Scioli para reforzar el mensaje argentino de apoyo pleno a la candidatura de Lula y la visita del hijo de Bolsonaro al país para entablar diálogo con referentes de Juntos por el Cambio aumentó el distanciamiento entre los presidentes de ambos países.
UNIóN EUROPEA
En los próximos días se dará la cumbre de cancilleres de la Unión Europea y CELAC. Se trata de una fuerte apuesta de ambos bloques por unificar posiciones y establecer nuevos puntos en común.
La intención de la Argentina es darle impulso a esta cumbre con la idea central de Alberto Fernández de romper de una vez con el dinamismo que impone la OEA bajo el aliento de Estados Unidos y buscar en la CELAC un actor central para potenciar las relaciones de América latina con la Unión Europea. Esta cumbre también le permitirá al Mercosur potenciar los avances del acuerdo de libre comercio que aún debe ser refrendado por los Parlamentos.
EL CASO VENEZUELA
El reciente voto de abstención de la Argentina en la ONU a las denuncias de violación a los derechos humanos puso en un nivel de mayor acercamiento a las administraciones de Nicolás Maduro y Alberto Fernández.
El canciller Cafiero replicó ante ello que "no hubo aval a la violación a los derechos humanos" en Venezuela sino que se mantiene el llamado de atención de la Argentina.
A la vez, en los hechos, la cancillería instruyó al embajador argentino en Caracas, Oscar Laborde para avanzar en acuerdos de cooperación tecnológica y aumentar el comercio bilateral. Hay un plan en marcha para potenciar la compra de alimentos de Venezuela de la Argentina e importar petróleo venezolano.
Actualmente hay una balanza global entre ambos países de unos 178 millones de dólares aunque históricamente la Argentina y Venezuela tenían más de 1.000 millones de dólares de comercio bilateral. La meta es volver a esos niveles de comercio.