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 El Cronista

Mercados emergentes: cómo queda el escenario 2023 con la desaceleración de tasas

Los analistas advierten que incluso si la Fed comenzara a recortar las tasas el próximo año, los bancos centrales de las economías emergentes podrían no ser capaces de seguirla.

La caída de la inflación y la desaceleración de las subas de tasa de interés en Estados Unidos y otras economías avanzadas mantienen la esperanza de un repunte de los mercados emergentes, según los analistas.

Los países en desarrollo han sufrido este año una combinación tóxica de suba de las tasas de interés, fortalecimiento del dólar, aumento en alimentos y combustible y otras disrupciones causadas por la pandemia y la invasión rusa de Ucrania. A medida que algunas de estas condiciones empiecen a remitir, las perspectivas de crecimiento económico deberían mejorar, según los expertos.

La decisión de la Reserva Federal de EE.UU. de subir su tasa de interés oficial en 0,5 puntos porcentuales, tras cuatro alzas consecutivas de 0,75 puntos porcentuales, será bien recibida por muchos responsables políticos como el inicio de ese proceso.

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Pero Manik Narain, estratega de mercados emergentes de UBS, dijo que era demasiado pronto para suponer que la relajación de la Fed abriría automáticamente la puerta a recortes en los países en desarrollo. Esto se debe a que la inflación se ha arraigado profundamente en muchos mercados emergentes, con el resultado de que sus bancos centrales se verán obligados a mantener las tasas de interés altas hasta bien entrado el próximo año, retrasando así cualquier repunte de la actividad económica.

"Cuando la inflación baje, eso dará un respiro a los mercados emergentes", dijo, pero añadió: "Va a ser agitado".

El aumento de las tasas a escala mundial suele ser negativo para las economías emergentes. Desincentivan la inversión extranjera en acciones y bonos al ofrecer opciones atractivas y menos arriesgadas en las economías avanzadas. Y aumentan los costos de los créditos para gobiernos y empresas, restándole capacidad de invertir en actividad productiva.

Robin Brooks, economista jefe del Instituto de Finanzas Internacionales, afirmó que una reducción de la magnitud de las subas de tasas en EE.UU. desharía parte del daño causado por las alzas de este año, mayores de lo previsto.

"Las sorpresas vinculadas a la inflación y la aceleración del ciclo de subas de la Fed pesaron sobre las divisas de los mercados emergentes (ME) en la segunda mitad de 2022", afirmó. "Ese shock está terminando, lo que prepara el escenario para la recuperación de los ME".

Pero Adam Wolfe, economista de Absolute Strategy Research, dijo que, incluso si la Fed comenzara a recortar las tasas de interés el próximo año, los bancos centrales de las economías emergentes podrían no ser capaces de seguirla.

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"Si la Fed hace recortes, es porque está preocupada por el crecimiento", afirmó.

Si EE.UU. entra en recesión el año que viene, como esperan muchos analistas, hará que los inversores se muestren reacios a comprar activos de riesgo, entre ellos acciones y bonos de mercados emergentes. Los fondos de inversión que compran ese tipo de activos este año sufrieron las mayores salidas registradas hasta la fecha, antes de recuperarse el mes pasado con la promesa de unas tasas más bajas en EE.UU. Una recesión en la economía estadounidense provocaría una reanudación de las salidas, advirtieron los analistas.

Muchos bancos centrales de mercados emergentes, como los de Hungría, Polonia, México y Chile, comenzaron a subir los tasas de interés de forma temprana y agresiva el año pasado, cuando la inflación empezó a aumentar.

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Brasil empezó a subir la tasa de interés en marzo de 2021, 12 meses antes que la Fed, y finalmente la elevó del 2% al 13,75%. La inflación alcanzó un máximo del 12% en abril y desde entonces ha caído debajo del 6%.

En México, la inflación de 7,8% también ha caído por debajo de la tasa de interés de 10%. Donde sigue siendo alta, como en Polonia y Hungría, se espera que descienda el año próximo. En varios países de América latina y Europa del Este, donde la inflación es particularmente alta, las curvas de rendimiento de la deuda pública se han invertido, lo que sugiere que los mercados esperan recortes de tasas a partir del año que viene.

Pero algunos analistas afirman que es improbable que los bancos centrales bajen pronto las tasas.

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Una de las razones es que la inflación en muchas economías se ha extendido más allá de los precios de los alimentos y el combustible, lo que significa que seguirá siendo alta incluso cuando bajen de sus picos.

Y si EE.UU. entra en recesión, los bancos centrales de los mercados emergentes tendrán que mantener las tasas altas para proteger sus divisas del impacto de las salidas. De lo contrario, el aumento de los precios de las importaciones impulsará aún más la inflación.

Wolfe dijo que el dólar estadounidense tendría que perder valor frente a otras divisas antes de que los bancos centrales de los mercados emergentes pudieran recortar sus tasas.

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"Por eso soy escéptico en cuanto a que los bancos centrales puedan realizar los recortes que se esperan", afirmó.

Para docenas de países de bajos ingresos, cualquier alivio derivado de una política monetaria estadounidense más laxa llegará demasiado tarde para protegerlos del riesgo de default provocado por la suba de los costos de los préstamos.

Zambia y Sri Lanka -un raro caso de un país de ingresos medios en crisis de deuda- incumplieron durante la pandemia. Ghana acordó esta semana un rescate con el FMI; se espera que le siga Egipto.

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Las grandes economías emergentes tienen menos probabilidades de caer en una crisis de deuda. Pero también para ellas, los mayores costos de endeudamiento hacen que los gobiernos sean menos capaces de apoyar el crecimiento a través de la inversión, mientras que muchas no han logrado llevar a cabo las reformas estructurales que permitirían a la inversión privada tomar la iniciativa.

Narain, de UBS, dijo que esperaba que los mercados emergentes en conjunto crecieran más lentamente el próximo año que en cualquier otro momento desde 1980, excepto por 2020. UBS espera un crecimiento global de los mercados emergentes de sólo el 3,5% en 2023, menos que este año.

Excluyendo a China, UBS prevé un crecimiento de los mercados emergentes de sólo el 2,5% en 2023, por debajo del 4,5% de este año. Narain señaló que los principales indicadores de la actividad económica en China mostraban una reducción del gasto de capital, lo que significa que China ya no será un motor de crecimiento para otras economías emergentes.

Predijo que las economías emergentes disfrutarían de cierto alivio en los próximos meses por la bajada de las tasas mundiales, antes de que una recesión en EE.UU. las haga vulnerables de nuevo.