Bonos: la brecha de u$s 690 millones en los bancos a la que tienen que estar atentos los inversores
Hay una diferencia gigante entre lo que Wall Street y los mercados creen que vale la deuda.
Los grandes bancos estadounidenses aumentaron sus tenencias de bonos durante la pandemia. Los depósitos de los clientes eran abundantes. Las formas de utilizarlos no lo eran. Los bancos comerciales y minoristas de Estados Unidos volcaron su exceso de efectivo en títulos de deuda. Entre ellos, bonos del Tesoro y valores respaldados por hipotecas.
Los inversores deben considerar ahora la amenaza que suponen para las acciones bancarias las enormes pérdidas nocionales de estas tenencias.
Las inversiones en bonos ayudaron a suavizar el golpe que las bajas tasas y el tibio crecimiento de los préstamos supusieron para los márgenes netos de interés. Pero cuando la Reserva Federal dio marcha atrás agresivamente este año, su valor se desplomó.
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Las cifras son asombrosas. Según datos de la Reserva Federal, a 30 de noviembre, los prestamistas estadounidenses tenían u$s 5,5 billones en valores en sus balances. Esto supone un 44% más que antes de la pandemia.
Existe una gran diferencia entre el valor de las tenencias de los bancos y su valor en el mercado. La Corporación Federal de Seguro de Depósitos calcula que, a finales del tercer trimestre, los bancos estadounidenses acumulaban en sus carteras pérdidas no realizadas de valores por un monto de u$s 690.000 millones, frente a los u$s 470.000 millones del segundo trimestre.
Esto representa un abismo del tamaño del Gran Cañón en los balances. Afortunadamente, las normas de valoración permiten a los bancos suavizar el golpe a la adecuación del capital.
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Los bancos pueden clasificar sus tenencias de valores como 'mantenidos hasta el vencimiento' (HTM, por sus siglas en inglés) o 'disponibles para la venta' (AFS). Los títulos clasificados como HTM no pueden venderse. Pero eso significa que cualquier cambio en el valor de mercado no contará en las fórmulas que utilizan los reguladores para calcular los requisitos de capital. Por el contrario, cualquier pérdida en la cesta AFS tiene que marcarse a precio de mercado y deducirse de la base de capital del banco.
Para mantener estable el coeficiente de capital, muchos bancos han desplazado activos de AFS a HTM. Más de la mitad de los u$s 690.000 millones en pérdidas no realizadas proceden de la canasta HTM.
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Por ahora, los bancos estadounidenses siguen inundados de liquidez y no sufren tensiones financieras evidentes. Pero las crecientes salidas de depósitos y el aumento de las pérdidasno realizadaspodrían convertirse en un problema si necesitan vender inversiones para cubrir necesidades de liquidez inesperadas.
Las tenencias de bonos podrían convertirse en un serio punto de presión para los bancos en mercados volátiles. Los inversores deberían estar atentos a esto en 2023.