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 El Cronista

Dólar e importaciones: el Banco Central negocia con empresas un mecanismo que daría un importante respiro a las reservas

Habría un cambio en la normativa de las líneas de prefinanciación de exportaciones, para que esos préstamos a tasa blanda puedan emplearse a la compra de insumos, bienes terminados y de capital. Las grandes compañías piden acceso fluido a SIRAs.

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El Banco Central negocia con grandes empresas manufactureras que realizan exportaciones e importacionesun mecanismo que les permita tomar prefinanciación de exportaciones para pagar importaciones de bienes terminados y de capital, indicaron a El Cronista fuentes del sector privado con conocimiento de las conversaciones. 

La autoridad monetaria busca el ingreso de créditos en dólares del sector privado por al menos u$s 1000 millones, que podrían ampliarse hasta los u$s 3000 millones.

 

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Las conversaciones avanzaron esta semana y estuvieron encabezadas por el presidente del BCRA, Miguel Pesce. De las charlas participaron ejecutivos de las empresas automotrices -las que más divisas demandan y más rápido avanzarían con el ingreso de fondos-, petroleras y consumo masivo. Solo las terminales podrían obtener u$s 1000 millones de sus casas matrices.

Prefinanciación de exportaciones

 

Las líneas de prefinanciación de exportaciones son créditos en dólares que tienen restricciones. Las empresas solo pueden acceder a estos préstamos para financiar la importación de determinados insumos que forman parte del proceso productivo de un bien que, luego, se exportará. Estos créditos tienen tasas más blandas que las de los préstamos con los que, hasta ahora, el Gobierno obliga a las empresas a financiar sus importaciones. La normativa en la que se trabaja ampliaría los destinos del fondeo.

 

Una fuente del sector privado que participó de las negociaciones contó que grandes empresas ya habrían comprometido líneas de financiamiento, bajo algunas condiciones. La primera y elemental: que el Gobierno garantice una vía rápida para la aprobación de SIRAs, ya que traerían dólares para poder importar. La segunda: herramientas financieras para los pesos con los que no comprarán dólares a la cotización oficial y que, más adelante, deberán cambiar por divisas para cancelar los créditos. Por ejemplo, cuentas dólar linked como las que el Banco Central ya ofreció al sector agropecuario. Estos dos puntos todavía no tienen respuesta del BCRA.

Dólares se buscan

 

Las grandes empresas suelen prefinanciar exportaciones con líneas de crédito en moneda dura de sus casas matrices o bancos internacionales, a tasas convenientes. Incluso pueden acceder a fondos de bancos de desarrollo de sus países de origen, ya que la deuda con el Club de París está encaminada. Las automotrices usan ese dinero, por ejemplo, para pagar las autopartes importadas que necesitan para completar el proceso productivo. Una norma del BCRA ampliaría el destino de esos dólares a la importación de bienes más diversos. Por ejemplo, bienes de capital. O bienes terminados que no necesariamente sean insumos.

 

El sector automotriz es uno de los principales demandantes de divisas. No solo para pagar autopartes, sino también para importar automóviles que no se fabrican en el país. Las grandes empresas que no acceden a plazos preferenciales (por ejemplo, con la firma de un acuerdo de Precios Justos) deben financiar sus importaciones a 180 días.

 

Mediante estos mecanismos, las grandes empresas financiarían sus importaciones a tasas más convenientes y liberarían hasta u$s 3000 millones de reservas que, sumadas a los u$s 5000 millones del swap chino que terminaron de desembolsarse esta semana, darían más aire al Banco Central, mientras se negocia con el Fondo Monetario Internacional (FMI) el adelanto de los desembolsos. Todo para paliar el efecto de la sequía en el ingreso de dólares comerciales.

 

El Gobierno busca el puente de dólares para llegar a 2024. El BCRA y el Ministerio de Economía comparten con los bancos y el sector privado un diagnóstico: el año próximo habrá más divisas. No solo por el repunte de la cosecha, sino por la caída de importaciones energéticas y el despegue de la exportación de combustible y minerales, como el litio.

 

Las fuentes privadas indicaron que las conversaciones continuarán la próxima semana, con la expectativa de que el BCRA ajuste la regulación en su próxima reunión de directorio. El Cronista consultó a la autoridad monetaria, pero no obtuvo respuesta.