Tarifas: la otra medida que se toma en agosto, con el aval del FMI

La Secretaría de Energía estudia un nuevo aumento de las tarifas eléctricas para unas 2600 grandes industrias y comercios de todo el país, de entre un 10% y un 15%, a partir de agosto, según fuentes oficiales.

Será para continuar la reducción de los subsidios, en pos de cumplir la meta sectorial de que la ayuda del Estado nacional para que los usuarios paguen la luz y el gas caiga al equivalente a 1,6% del Producto Interno Bruto (PIB), pautada en el acuerdo original de la Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

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De esta manera, la cartera que conduce Flavia Royon contribuiría así a bajar el gasto público y el déficit primario fiscal en medio de las negociaciones con el organismo internacional. En los despachos del Ministerio de Economía confían que tras el final de la segmentación de tarifas -en mayo- y la inauguración del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK) de Vaca Muerta -cuyo llenado se termina a fin de mes-, la meta sectorial de energía está camino a "sobrecumplirse".

Costos de la energía en Argentina

Para agosto de cada año, así como también en febrero, mayo y noviembre, Energía debe aprobar la programación o reprogramación estacional de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), un documento técnico en el que se proyecta el abastecimiento, los costos y los precios que se trasladan a los usuarios del Sistema Argentino de Interconexión (SADI).

Ese documento, al que accedió El Cronista, marca que los Grandes Usuarios Mayores (GUMA) y Menores (GUME), que contratan la energía directamente en el mercado mayorista, verán un incremento de hasta 15% en el costo eléctrico, que trepará a $ 23.482 por megavatio-hora (MWh) entre agosto y octubre, valor pleno de la energía.

Unas 2600 industrias y comercios tendrán un aumento cercano al 15%

Los grupos de usuarios GUMA y GUME contienen a 2600 grandes industrias y comercios con altos consumos que contratan directamente la potencia (disponibilidad eléctrica), como alimenticias -Arcor, Mastellone, Molinos Cañuelas, Coca Cola FEMSA, Danone, Cervecería Quilmes, entre otras-, petroleras -YPF-, petroquímicas, automotrices -Mercedes Benz-, constructoras, papeleras, fabricantes de cemento -Loma Negra-, textiles, supermercados -Coto, Walmart- y frigoríficos, entre otros sectores, que son los que sentirán el aumento. Entre todos consumen cerca del 12,5% de la energía, unos 3915 gigavatios-hora (GWh).

Por el contrario, el resto de la demanda no tendría subas por lo menos hasta noviembre. Como consecuencia, los hogares de altos ingresos (Nivel 1 de la segmentación) volverán a tener subsidios a la electricidad, por el impacto de la persistente devaluación administrada del peso contra el dólar oficial -crawling peg-.

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Es que los usuarios N1, aproximadamente un 30% de los residenciales, continuarán abonando $ 20.810 /MWh como precio de la energía mayorista, a lo que se suman los costos de transporte y distribución. Esto representa el 89% del precio pleno de la energía que se proyecta para el trimestre agosto-octubre, que sería equivalente a 76,5 dólares por megavatio-hora a un tipo de cambio promedio de $ 288,84 en agosto, $ 309,23 en septiembre y $ 332,17 en octubre, a un ritmo de devaluación del 7% al 7,5% mensual.

Cualquier aceleración del dólar en medio del proceso de elecciones PASO y generales significaría que los usuarios cubran una porción menor del costo de la energía y, por lo tanto, que el Estado deba destinar más subsidios a tal fin.

Los usuarios N2 (ingresos bajos) seguirán pagando apenas el 14% del costo eléctrico y los N3 (clase media) el 17%. Un informe del Observatorio de tarifas y subsidios del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la UBA y el Conicet relevó que, por la segmentación, los subsidios a la energía cayeron un 20,1% interanual en términos reales durante el primer semestre, con un ahorro corriente de casi $ 600.000 millones.