Los inversores de la Bolsa de Nueva York (NYSE), que con una capitalización de u$s 26 billones es el mercado más grande del mundo, muestran ahora apetito por Latinoamérica, de donde procede el 17 % de las cotizadas de fuera de Estados Unidos.
De las 2.300 firmas registradas, 520 son extranjeras y de ellas 90 latinoamericanas, sobre todo de Brasil, uno de los tres países con más presencia junto a Canadá y China, aunque se han ido incorporando nombres de México, Colombia, Perú, Chile o Argentina.
Así lo explicó a Efe el jefe de Mercados Internacionales del NYSE, Alex Ibrahim, quien destacó que "toda la región de Latinoamérica es muy importante".
"Son algunas de las empresas más líquidas de la Bolsa y hay un interés enorme de los inversores globales. Se están fijando en el crecimiento de la región, y las acciones con las que comercian les dan el poder de invertir en el mercado local", agregó el experto en procesos de recaudación de capital.
Poniendo de ejemplo a la tecnológica brasileña Linx, que empezó a cotizar a finales de junio, Ibrahim señaló que muchas llegan a Wall Street para "atraer liquidez, ya que es el mercado más profundo del mundo, y por su extrema visibilidad, que da acceso a inversores centrados no solo en un país o una región, sino en un sector".
"El año pasado fue muy activo y en este, Linx fue la primera latinoamericana en salir a bolsa. Vemos muchas firmas tecnológicas llegando al mercado, no solo de Brasil, sino de México, Argentina o Colombia. Hay tecnológicas muy grandes ahora que con el tiempo podrían necesitar obtener capital, ojalá sea con nosotros", dice.
Son algunas de las empresas más líquidas de la Bolsa y hay un interés enorme de los inversores globales.
Antes de la "transacción extremadamente bien ejecutada" de Linx, que obtuvo u$s 308 millones, en 2018 tuvo lugar la salida a bolsa de otra tecnológica brasileña, PagSeguro, que recaudó 2.300 millones, convirtiéndose en la más exitosa desde Snap y entrando en el "top 10" del NYSE "por volumen e interés de los inversores".
"Las compañías vienen por la liquidez, la visibilidad y también para diversificar su base de accionistas, y hay muchas maneras de que vengan", planteó Ibrahim, ya que además de salir a bolsa en EE.UU. directamente las firmas pueden estar cotizando en su país y registrarse en Nueva York para recaudar capital "simultáneamente".
De cara al resto del año, el ejecutivo restó importancia a las tensiones geopolíticas, destacó que el mercado está en un ciclo alcista de diez años y, pese a la volatilidad, "los inversores están centrados en el largo plazo, por lo que, como a las cotizadas aquí les va bien, quieren participar en el crecimiento".
Preguntado por la influencia del conflicto comercial entre EE.UU. y China en los mercados, Ibrahim aseguró que en el caso de estas empresas, muchas de ellas tecnológicas, no se notan demasiado los efectos porque sus productos tienen una alta demanda en un mundo cada vez más interconectado, en comparación con otros sectores.
"No podemos predecir el futuro en este momento, pero mirando la negociación (de acciones), especialmente de Latinoamérica, se comercian millones de dólares de capital brasileño, mexicano, argentino, colombiano. Hay un enorme interés, y esperamos que continúe", pronosticó.