A un mes de las Elecciones PASO, los activos financieros iniciaron un ciclo de recuperación, mejorando el clima financiero y sirviendo de soporte para que Cambiemos se posicione mejor de cara a las elecciones. El factor global también ayudó para que los bonos y acciones se recuperen, aunque el riesgo electoral sigue siendo un claro determinante para la dinámica futura del mercado local. Para tener una visión mas completa sobre la actualidad económica y financiera local, el Cronista tuvo la oportunidad de conversar con Pablo Santiago, Head of Wealth Management del Grupo Mariva y quien sostuvo que el tipo de cambio será la variable más sensible ante algún escenario post electoral
¿Cuánto puede ayudar la baja de tasas de acá a las elecciones?
Si bien es difícil proyectar que puede ocurrir de acá a los próximos 4 meses, haciendo un análisis desagregado (Top-Down), vemos que luego del G20 y la tregua entre Estados Unidos y China el contexto es positivo. Esto trae un mayor apetito por el riesgo en los inversores internacionales y favorece a los mercados emergentes. Este proceso tiene un correlato en Argentina ya que vemos una dinámica similar, con el riesgo país descendiendo, con bonos y acciones subiendo y apreciándose el peso. De este modo, si la Fed toma la decisión de bajar la tasa, (como espera el mercado) sería una convalidación del proceso de mayor apetito por el riesgo de emergentes. Allí Argentina tiene espacio para ganar. Obviamente el factor local tiene sus condicionantes.
Justamente, por el riesgo electora creció mucho el segmento de fondos Latam. ¿Crees que, si se despeja el riesgo electoral, esos capitales virarían hacia bonos argentinos?
Si el riesgo país argentino esta explicado por riesgo político más los fundamentos macroeconómicos, vemos que opera debajo de su calificación. Hoy, con un rating crediticio de BB-, Argentina opera como si tuviera un rating crediticio alineado a CCC. Evidentemente hay una fuente de explicación del riesgo político en los precios de los bonos. Si dicho riesgo se disipa, el diferencial es un riesgo relacionado con los fundamentos de la macro Argentina y es independiente a quien gane las elecciones 2019. De esta manera, en algún escenario post electoral, podríamos ver ingresos de flujos hacia bonos argentinos, aunque con un cierto límite ya que aún hay riesgos y desafíos no resueltos.
El último rebote encontró a muchos fuera del mercado. ¿Vieron que inversores hayan armado posiciones o más bien desarmándolas?
Para responder esa preguntar hay que diferenciar los jugadores dentro del mercado de bonos argentinos. Por un lado, esta el inversor en dólares que está posicionado en bonos argentinos y que no busca salir y entrar permanentemente, sino que vio (o ve) valor en los activos locales y se posiciona en los mismos en base a su visión. Por otro lado, esta el inversor que apuntan a inversiones en moneda local y es el que ha invertido en Argentina en carry trade , buscando oportunidades de inversión de corto plazo. Los fondos de carry trade son los que efectivamente llegaron a Argentina últimamente y contribuyeron para ver una apreciación del peso. Es decir, se posicionaron en Argentina ya que tuvieron una expectativa devaluatoria menor a la tasa en pesos que pagan los bonos en moneda local. Se trata de ingresos de fondos globales de corto plazo, buscando aprovechar las altas tasas en pesos.
La salida de Lagarde del FMI, ¿es una mala noticia o un ´non event´?
Es un evento sin dudas, aunque creo que la relación argentina con el FMI no debería depender de un nombre propio. Si así fuera, tendríamos otro tipo de inconvenientes.
¿En qué Mercado deberíamos ver más volatilidad luego de las elecciones?
Creo que el tipo de cambio es la variable más sensible ante algún escenario post electoral. Asimismo, no me queda claro si las acciones serían las más beneficiadas. De hecho, tengo la percepción que las acciones se adelantaron con respecto a los bonos. Es decir, la renta fija no acompañó de la misma manera la recuperación que si vimos en las acciones en las últimas semanas, puntualmente en el tramo medio de la curva de dólares y los bonos ley Argentina.
El mercado se animó a Letes al 2020. ¿Qué balance haces de las licitaciones?
Fueron licitaciones no muy significativas. Aun así, si se mira lo que rinde la Letes hasta diciembre y lo que rinde el Bonar 20, vemos que la tasa de la Lete después de la elección está desarbitrada respecto del Bonar 20. Es decir, luce cara la Lete respecto del Bonar 2020. Este desarbitraje podría implicar que los tomadores de Letes no son los que convalidan la tasa del Bonar 20. Además, no creo que el sector privado pueda convalidar esa tasa de las Letes a 2020.
¿Ayudó el Efecto Pichetto para que las tasas en las licitaciones sean menores?
Seguramente. El Efecto Pichetto fue positivo para el mercado. Además, ayudó el contexto internacional. Creo que al tener una buena perspectiva global, junto con un catalizador local positivo permitió que el resultado final sea bueno también y es lo que explica la buena performance de los activos de corto plazo. También tuvo naturalmente, un impacto positivo en el roll over de las Letes en las últimas licitaciones.
Estamos a un mes de las elecciones con el dólar en $43. ¿Lo imaginabas a esta altura del año?
Creo que no. De todos modos, si lo contextualizamos vemos que, internacionalmente las monedas emergentes se apreciaron por la baja del dólar y la dinámica tasa americana. A su vez, el catalizador local más importante que se notó fue la liquidación de exportaciones con una cosecha récord. Así, en este contexto, con la cuenta de capital abierta y con una tasa de interés nominal alrededor del 70%, se combinaron todos los factores para que caiga fuerte el dólar. Además, el gobierno está incentivado para contar con una caída en la volatilidad que le ayudaría a una buena performance política. De esta manera, aún con caída del dólar, se puede dar un círculo virtuoso con mayor ingreso de capitales del exterior buscando ganar con la tasa. Creo que en definitiva, se dieron todas las condiciones internas y externas para que ese inflow exista y permitan que el dólar se acerque a $43 y se aleje de los $50.
¿Qué están recomendado desde el equipo de Wealth Management?
En el área de wealth management administramos ahorro de largo plazo. Es un ejercicio difícil en un contexto volátil como el de Argentina. Dicho ello, una de las variables determinantes es en qué moneda invertir y cuales es la moneda que tiene atributo como reserva de valor. Lamentablemente el peso no es una moneda de referencia de largo plazo y por ello universo de inversión relacionado con el dólar. En ese contexto, nuestro cliente mediano es un inversor argentino que busca preservar el capital. En promedio, el cliente local tuvo su participación importante de su cartera en bonos argentinos en 2018. Es decir, observamos carteras con un claro impacto negativo y por ello pensamos en estrategias globales que apunten a recuperar capital de largo plazo con las herramientas que cuenta el Grupo Mariva. Apuntamos a bonos de buena calidad crediticia, sugiriendo carteras diversificadas y globalizadas.
¿Les gusta la deuda latinoamericana?
Creemos que el riesgo soberano latinoamericano está muy comprimido contra el bono del tesoro americano. Esto nos empuja a ver otros activos. A nivel regional nos gusta la deuda corporativa. Aun así, lo más significativo en términos de posicionamiento dentro de las carteras fue pasar de salir de bonos de alto rendimiento (high yield) para buscar bonos grado de inversión (investment grade) americanos. Es decir, tomamos una posición más cautelosa ya que vislumbramos el principio del fin de ciclo a nivel global.
Luego de un 2018 malo para las carteras, ¿Cómo ves a la industria de administración de carteras en Argentina?
Creo que el sector de administración de carteras (Wealth Management) está, en términos relativos, poco atendido y hasta a veces mal atendido. Creo que, si bien Argentina ha carecido de generación de riqueza generalizada, hay un sector de la demanda que requiere de un nivel de sofisticación más elevado en términos de administración de patrimonios. Dicho ello, Mariva tiene el desafío de elevarle la vara a esa oferta de servicios de administración de carteras. Somos una institución con standard por arriba de la media y estoy seguro que, al ingresar al mercado, es una buena noticia para el rubro en términos generales.