En pleno fervor por el carry trade, los economistas del IIF ( Instituto Internacional de Finanzas) fueron los primeros en anticipar que podían "pasar cosas". Así, mucho antes de la estampida contra el peso que comenzó en abril del año pasado, sus reportes alertaban por el desequilibrio de la balanza de pagos y una pronta devaluación.
Ahora, mientras un período de calma cambiaria hizo que algunos comenzaran a pensar por lo bajo si ya es momento de hablar de atraso cambiario, la entidad que agrupa a los bancos más poderosos del mundo, aseguró que tanto el peso argentino como la lira turca están cerca de su punto de equilibrio ("fair value").
"La lira y el peso han caído bruscamente en términos reales efectivos, una condición previa importante para el reequilibrio. Los déficits de cuenta corriente que se habían ampliado considerablemente en 2017 y principios de 2018 se han reducido", puntualizó el organismo en un informe distribuido entre inversores ayer.
El reporte destaca que, aunque estos dos factores podrían alertar sobre una posible subvaluación de estas dos monedas, el organismo considera que ambas están cerca de su valor razonable. Ni atrasadas ni tan depreciadas.
Entre las razones para hacer tal afirmación, el organismo destaco que el ajuste de cuenta corriente realizado en argentina desde agosto de 2018, "es cíciclo". "Cuando ajustamos cíclicamente estas cuentas corrientes y alimentamos los efectos de la depreciación retrasada, la posición de la cuenta corriente subyacente en ambos países todavía registra un déficit del 1% del PIB, que es nuestra estimación del equilibrio en la coyuntura actual", aseguraron.
El consorcio de bancos analizó las devaluaciones argentinas y turcas. En términos reales, desde 2003 la lira se depreció un 36% frente al dólar y el peso un 12% respecto a la divisa norteamericana. Los economistas del IIF afirmaron que estas devaluaciones son "suficientes para compensar los desequilibrios del pasado", pero no tan significativas como para poner a las monedas en un nivel completamente deprimido.
Y, para desterrar los temores por un eventual nuevo atraso, el organismo explicó que los países que experimentan crisis en sus balanzas de pagos, "sudden stop", ven a sus tipos de cambios reales caer rápidamente. Y que, desde un análisis más histórico, los volúmenes de importación comúnmente bajan en estos casos cerca del 15%. En cambio, en la crisis que vivieron en Argentina y Turquía "las caídas fueron dos veces más grandes".
En resumen, mientras el IIF encuentra que la lira ya alcanzó su punto de equilibrio, sostiene que el peso argentino está cerca de lograrlo. El reporte concluye con la afirmación de que, si bien las devaluaciones de 2018 no llevaron a las monedas de Argentina y de Turquía a la zona de subvaluación, sirvieron para corregir o simplemente compensar los grandes déficits estructurales de sus economías.
Consultado sobre si el peso está cerca de su punto de equilibrio el economista de Consultora Ledesma, Gabriel Caamaño Gómez dijo: "Es imprudente hablar de un tipo de cambio real en equilibrio. No tenemos los elementos para asegurarlo. Lo que sí podemos decir es que sin dudas, no están dadas las condiciones para hablar de un nuevo atraso cambiario".
Para Caamaño, "decir que el tipo de cambio real está en niveles justos dependerá de la región y de la producción que se esté mirando", cerró.