El riesgo país cada vez más caliente: a poco del cierre se encaminaba hacia los 2000 puntos. El indicador crecía más de 200 puntos, casi 11%, hasta los 1963 unidades, dado que persiste la incertidumbre sobre el devenir de la política local.
Así, pese a las declaraciones del presidente Mauricio Macri sobre el plan para paliar las necesidades económicas de los argentinos, los bonos se hundían.
Los títulos públicos perdían más de 6% en el mercado externo, en dólares, mientras que las tasas se disparaban.
En la City no descartan que la barrera psiocológica de los 2000 puntos pueda ser atravesada en esta o en la rueda de mañana.
Una baja de los precios de los títulos públicos provoca la suba de los rendimientos de las tasas y este nivel, comparado con las tasas que pagan los bonos estadounidenses, deriva en un alza del riesgo país.
En un primer momento, las altas chances de que Alberto Fernández asuma como presidente hizo que los inversores se desprendieran de la deuda local; este temor sigue vivo, porque los inversores recuerdan que, durante el kirchnerismo, las políticas económicas eran poco amigables con los mercados.
Desde Delphos Investment opinaron que "el giro en la posición del gobierno y el anuncio de medidas para aliviar la situación de los votantes podría no ser una buena noticia para los bonistas", indicaron que "los fondos posicionados para el cambio estructural de Argentina no van a leer con agrado los anuncios de medidas de tinte más populista".
Por su parte, Martin Saud, senior trader de Balanz, sostuvo que ve "muy difícil" una recuperación de la renta fija: "Dependemos de que se den vueltas las elecciones. O que Alberto Fernández se muestre muy pro mercado; recién ahí habría una recuperación, aunque no llegue a estar ni cerca de los valores previos".