Tras la sorpresa que significó el resultado de las Elecciones PASO , los inversores implementaron estrategias de mayor cautela al desarmar posiciones en pesos y colocarse en moneda dura. Actualmente, la demanda y el volumen de bonos en pesos quedó muy restringida y limitada a vencimientos de muy corto plazo.
Para analistas del mercado, esto refleja dos problemáticas hacia adelante: una cambiaria
y otra de crédito en activos de moneda local.
El cambio de expectativas registrado tras el resultado de las PASO hizo que los inversores
recalculen sus inversiones y se muestren más cautelosos respecto de su exposición tanto en
moneda como al crédito. El desarme de posiciones de bonos en pesos tras las PASO fue brutal, acompañado por una importante demanda del billete. Por ello, las tasas de Lecap vieron un desplazamiento al alza de entre 6000 y 10.000 puntos básicos y las tasas de bonos que ajustan por CER se triplicaron. Pararon de 40% a casi 120% de tasa real. Pese a semejante rally de tasas, operadores del mercado confirman que las operaciones en bonos en pesos posteriores a octubre están muy contenidas y sin volumen. Para analistas del mercado, este contexto refleja dos problemáticas, una cambiaria y otra de crédito en bonos en pesos.
Riesgo de crédito
Desde el mercado afirman que muy hay poco apetito por activos en pesos, es decir, muchos
inversores que quieren desarmar activos en moneda local y pocos demandantes de dichos
instrumentos. Esta actitud por parte del mercado refleja un temor a un posible evento crediticio del tesoro.
La inversión de la curva de Lecap y el importante desplazamiento al alza de la misma
refleja dudas respecto de un posible suceso crediticio en dichos instrumentos. Según operadores, el mercado ve riesgos de que ocurra una reducción del capital de instrumentos en pesos.
Además, afirman que, cuando se habla sobre riesgos de reestructuración de la deuda en
moneda dura, las chances de que tal evento crediticio salpique a la deuda en pesos termina
siendo igualmente probable.
Riesgo cambiario
Operadores en el mercado señalan que la falta de liquidez en el mercado de bonos en pesos, y puntualmente de demandantes de dichos activos, tiene también sus impactos en el tipo de cambio.
Difícilmente podamos afirmar que el tipo de cambio está en equilibrio si es que el mercado de pesos no lo está. De esta manera, porque el dólar estaría en equilibrio si no hay demandantes de pesos Se podría afirmar que el peso está en niveles competitivos, pero no necesariamente en equilibrio.
Al no haber demanda de bonos en pesos, hay implícita una expectativa de devaluación futura,
caso contrario, el mercado compraría bonos en pesos y vería una oportunidad de apostarle a la tasa en moneda local, explicó un trader.
Por otro lado, al existir un riesgo de crédito en activos en pesos, probablemente esto
tenga sus impactos posteriores en el tipo de cambio.
Si llegase a ocurrir un evento crediticio en pesos, en línea con lo que está incorporando
a los precios el mercado, probablemente vamos a ver un impacto en el tipo de cambio, generando un posterior rally en el billete. De esta manera, el riesgo cambiario-crediticio se retroalimentan, dijo el trader.