Inquietud en los mercados por temor a que el FMI demore un nuevo giro
El dólar trepó 2,5% ayer y el riesgo país saltó 10%, para cerrar por encima de los 2000 puntos y alcanzar un nuevo máximo en más de 11 años.
El dólar trepó 2,5% ayer y el riesgo país saltó 10%, para cerrar por encima de los 2000 puntos y alcanzar un nuevo máximo en más de 11 años, al estallar el temor a que el Fondo Monetario Internacional (FMI) -único financista de la Argentina en este momento- postergue los próximos desembolsos de dinero contemplados en el acuerdo con el país.
El "martes negro" en los mercados se comenzó a gestar con el comunicado emitido anteanoche por el candidato presidencial del Frente de Todos (FDT), Alberto Fernández, en el que acusó al organismo de haber ayudado a financiar la "fuga de capitales", lo que constituiría una violación de sus propios estatutos.
Esa declaración, surgida tras la reunión mantenida el lunes con la misión técnica del FMI que está en el país, puso fin al clima de tregua que se había instalado en la plaza tras las aciagas ruedas que siguieron a las PASO y que quedaron graficadas con el dólar superando los $62, hace 12 días.
Ese explícito desencuentro dejó a la vista que el objetivo que persigue la cúpula del Fondo, de obtener un compromiso firme de la oposición por la continuidad de los objetivos plasmados en el acuerdo suscripto con la administración Macri, bien puede verse frustrado.
Y disparó las dudas sobre una posible reticencia del organismo a realizar el giro de US$5400 millones que estaba comprometido para mitad de septiembre y, en teoría, no debería enfrentar problemas, dado que se hallaba solo supeditado al cumplimiento de las metas del segundo trimestre, que fueron cumplidas.
El cóctel dio lugar a otro fenomenal castigo a los activos financieros argentinos, que llevó a los bonos y las acciones a marcar nuevos e irrisorios mínimos, y una devaluación de hasta 2,5% del peso, pese a que el Banco Central (BCRA) vendió 302 millones de dólares de las reservas, a lo que se suman los US$60 millones que aporta a diario el Tesoro, para tratar de sostenerlo.
"Fue otra verdadera paliza", repetían los operadores al final de la rueda, en alusión a aquella que les había tocado enfrentar hace solo 15 días. Desde temprano se toparon con los pedidos de venta de sus clientes que no podían ejecutar, en muchos casos, porque no había contraparte compradora.
"No hay precio para ejecutar el desarme, pero quien te reclama vender a como dé lugar porque no quiere saber más nada no lo entiende", se confesó ante LA NACION, apesadumbrado, un avezado operador bursátil.
La ola de ventas, que hizo caer hasta 14% en la jornada los precios de bonos y acciones argentinos (que ya cotizaban por el piso), responde al temor a que la frágil situación local aumente la presión que sufren las reservas del Banco Central (BCRA), que cayeron 13,35% en las apenas 11 ruedas que siguieron a las elecciones primarias (bajaron de US$66.310 millones a US$57.473 millones). Y se produjo en un momento complejo: en vísperas del primer test de mercados post-PASO que enfrenta la administración Macri.
"Lo que se vio en el mercado es una muestra de lo que puede pasar. En momentos de extrema incertidumbre, temor y mala posición técnica, lo que menos hace falta es que el Presidente, dada su situación, se ponga en candidato y que el candidato opositor se ponga en presidente", explicó el economista y consultor Leonardo Chialva, de Delphos Investment, dejando en claro que estos espasmos de mercado tienen origen en la situación política local.
"El miedo inversor estalló ante la posibilidad de que el último y necesario desembolso del FMI no se realice. Es que la situación de las reservas no es óptima y el stock no es suficiente para sostener el programa financiero y controlar el dólar al mismo tiempo", describió Federico Moll, director de Ecolatina .
"El riesgo por encima de los 2000 puntos y el nuevo derrape del peso, pese a que el BCRA hizo el mayor esfuerzo de la era Sandleris para tratar de sostenerlo, lo dicen todo", coincidió Sebastián Borda, socio gerente de LF Capital.
En este contexto fue que el dólar cerró la jornada a un promedio de $58,66 y $56,40 para la venta minorista y mayorista, respectivamente, es decir, con avances de $1,35 (2,5%) y $1,11 (2%), en una jornada en la que el monto operado escaló hasta los US$709,5 millones (78% más respecto de anteayer) y más de la mitad de las divisas operadas (51,3%) las aportó el Estado (US$362 millones).
Y que la tasa de riesgo trepó 181 puntos (10%) para cerrar en 2001 puntos, dejando atrás el máximo de 1965 puntos que marcó bajo la gestión de Cristina Kirchner en junio de 2008. Quedó así en su mayor nivel desde la mitad de 2005.