Financial Times resalta la moderación y capacidad negociadora de Sergio Massa para liderar el nuevo superministerio

El presidente Alberto Fernández ha designado al influyente líder de la Cámara Baja de la Argentina para encabezar un nuevo "superministerio" económico en un intento por rescatar a su gobierno y recuperar la confianza de los mercados, mientras se agravan los temores de una crisis económica total.

Sergio Massa, líder peronista de la Cámara Baja del Congreso, estará a cargo de un ministerio que supervisará la política económica, industrial y agrícola, según anunció el gobierno el jueves.

Es la tercera persona que se hace cargo de la economía argentina en menos de un mes. Reemplaza a Silvina Batakis, que había asumido el cargo el 4 de julio luego de Martín Guzmán, que renunció inesperadamente en medio de una interna en la coalición de gobierno sobre la dirección que debía tomar la política económica.

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Como parte de su función, Massa también dirigirá el acuerdo de reestructuración de u$s 44.000 millones entre la Argentina y el FMI, así como las negociaciones con otros prestamistas internacionales, según el Gobierno.

Batakis, que acaba de regresar de Washington, donde se reunió con funcionarios del FMI esta semana, permanecerá en el gobierno como directora del Banco Nación.

Las especulaciones de los últimos días sobre una reorganización del gabinete habían aliviado a los mercados ante los indicios de que Massa, considerado un miembro más moderado de la coalición gobernante, podría recibir amplios poderes para introducir las tan necesarias reformas que ayuden a reducir la inflación y evitar una crisis.

Los precios de los bonos argentinos subieron el jueves, con los bonos en dólares con vencimiento en 2030 subiendo a más de u$s 0,23, su nivel más alto desde que Guzmán renunció a principios de julio.

La decisión del Presidente de crear el ministerio se produce luego del derrumbe de la confianza en la capacidad de su gobierno para hacer frente al rápido deterioro de la economía.

A pesar de las promesas de Batakis de respetar los compromisos con el FMI y restablecer el "orden y el equilibrio", los inversores y la opinión pública temían que carezca de apoyo político para enderezar la economía.

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En la Argentina, los ahorradores se han apurado a cambiar sus pesos por divisas como el dólarestadounidense, ya que el temor a una posible devaluación hizo que el tipo de cambio en el mercado negro alcanzara mínimos históricos en julio. Los bonos soberanos cotizan en territorio de riesgo y se prevé que la inflación supere el 90% este año.

Al parecer, Massa ha insistido en tener un cierto nivel de control sobre el Ministerio de Economía y el área de Energía como condición para aceptar el cargo, lo que permitiría impulsar recortes en los subsidios en las facturas de energía y otros cambios políticos más duros, según los medios locales. Estas son las mismas condiciones, según los analistas, que el exministro de Economía Guzmán no consiguió, lo que lo llevó a renunciar.

Como abogado y exjefe de Gabinete de Cristina Fernández de Kirchner, la actual vicepresidenta y expresidenta, Massa podría estar en mejor posición que sus predecesores para negociar con diferentes miembros de la coalición, así como con la oposición, según los analistas.

Cristina Kirchner lidera el bloque más radical de la coalición de izquierda y cree que los peronistas deberían gastar más para proteger a los votantes de la creciente inflación de cara a la carrera presidencial de 2023. La división abierta entre ella y el Presidente sobre cómo conciliar la economía se ha intensificado en los últimos meses y ha provocado varias renuncias de altos cargos.

El economista argentino Eduardo Levy Yeyati dijo que el nombramiento de Massa, una figura que puede dar cierta tranquilidad a los inversores, era "la última carta del Presidente". Si al final no termina funcionando, el gobierno de Fernández no tendrá más opciones, añadió.